Anemia en el adulto mayor

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Anemia en el adulto mayor
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patología
Región de origen:trastorno hematológico

Anemia en el adulto mayorconstituye un problema de salud de gran magnitud por su implicación etiológica en tres de los cuatro Síndromes Geriátricos: Inmovilidad, Caídas y Deterioro Cognitivo. A su vez, estos Síndromes Geriátricos representan un enorme coste económico, social y funcional para los pacientes, sus familias.

Anemia y etiología

La anemia es una patología que reviste mucha importancia en el estudio de la gerontogeriatría, ya que es una patología frecuente en los adultos mayores.

Etiología

No podemos obviar la etiología multifactorial de la anemia del adulto mayor, sin embargo podemos agrupar las mismas de acuerdo a las entidades específicas en tres grandes grupos, para fines prácticos y de estudio • Anemias secundarias: enfermedades por inflamación, deficiencia de vitamina B12 y síndromes mielodisplásicos. • Anemias sin predilección especial a este grupo de edad: anemias por deficiencia de hierro y anemias por deficiencia de ácido fólico. • Anemias de causa desconocida (raras en este grupo de edad): anemias hereditarias y Talasemia.

Incidencia

El trastorno hematológico más frecuente en este grupo. No conocemos datos exactos de la prevalencia en América Latina, pero la prevalencia de la misma es variable, y según la literatura oscila entre un 3% y un 61%. Un estudio reciente reveló una prevalencia que va desde 2.9 hasta 61% en varones y de 3.3 a 41% en mujeres. Estas cifras tan disímiles dependen de varios factores, entre ellos, el método diagnóstico utilizado (niveles de Hb o hematocrito), el punto de corte, la edad de los participantes (es mayor cuanto más añosos), el sexo (mayor en varones) y, sobre todo, del tipo de población estudiada.

Diagnóstico

El primer punto que debemos de resaltar es que en todo paciente anciano evaluado debemos de poner más atención a la anemia, ya que un atraso en el diagnóstico nos puede llevar a retrasos en un potencial tratamiento curable y a tener aumentos serios en la morbilidad y mortalidad. En segundo lugar, uno de los más graves problemas con el que nos enfrentamos es que con frecuencia algunos médicos hacen una anamnesis y exploración física muy rápida, sin valorar los cambios que puedan indicar una anemia, siendo que algunos hallazgos físicos son claves para determinar la etiología subyacente y proporcionan información relacionada con la duración de la enfermedad.

Los signos y los síntomas que encontramos en un paciente con anemia leve pueden ser muy sutiles, pero cuando el cuadro está establecido, se presentan respuestas cardiovasculares y pulmonares compensatorias, que varían según la gravedad y la duración de la hipoxia tisular. Cuando tenemos una anemia severa, definida por valores abajo de 7 g/dl de Hb, encontramos debilidad, cefalea, vértigo, acufenos, manchas en el campo visual, fatiga fácil, mareos, irritabilidad y cambios en la conducta, lo que nos hace confundir el cuadro clínico en muchas ocasiones. Pueden aparecer pérdida de la libido, trastornos gastrointestinales, impotencia sexual y en algunos casos ictericia y esplenomegalia. Finalmente pueden presentarse insuficiencia cardíaca y choque.

Tratamiento

Se ha encontrado que el tratamiento de la anemia mejora la calidad de vida y reduce sus consecuencias; este incluye la corrección de las causas que la produjeron, tales como la deficiencia de hierro, ácido fólico o vitamina B12, entre otras. El tratamiento con hierro parenteral y/o eritropoyetina mejora la insuficiencia cardiaca. Pero, el uso de Eritropoyetina se ha relacionado a un posible aumento de enfermedad tromboembólica.

Se ha encontrado también que el tratamiento endovenoso en el preoperatorio con hierro previene las consecuencias de la anemia en pacientes sometidos a artroplastia

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