El robot de Logan (cuento)

El robot de Logan
Información sobre la plantilla
Robot de logan.jpg
Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Eva María Rodríguez Picazo
GéneroCuento

El robot de Logan. Cuento para niños mayores de ocho años, cuenta la historia de un robot que había sido creado para fabricar botones, era capaz de crear montones de ellos.

Datos del autor

Eva María Rodríguez Picazo cursó estudios de Psicología por la UNED, que compaginó con formación en escuelas especializadas en secretariado internacional.

Poetisa por vocación, se interesó en las corrientes de la [[poesía modernista[[ En los años 2010 fue directora del sitio web www.madridiario.es (un periódico digital de la ciudad de Madrid).

Dirigió el espacio CulturArt-e en el sitio web www.mdctv.com (televisión digital). Ha publicado poemas y relatos en diversas revistas y publicaciones, entre otras, La Esfera Cultural, Cuaderno de Legados Ediciones, El Importuno y Poética Digital.

Valores

Ingenio, constancia, fuerza de voluntad

Cuento

CK-54 era un robot muy especial. Logan, su joven inventor, lo había programado para que hiciera botones. Pero no unos botones normales, sino los mejores botones del mundo.

-Logan, ¿por qué botones? -le preguntó su padre el día que el muchacho le presentó su invento.

-Creo que los botones son una buena opción, papá -explicó Logan-. Todo el mundo necesita botones. Ya sé que hay muchas fábricas de botones, pero CK-54 los hace mejor que nadie.

-Podrías haberlo programado para hacer otra cosa, como joyas o instrumentos musicales. Así ganarías más con tu robot -dijo su padre.

-Tal vez, pero creo que los botones son mejor opción -explicó Logan-. Todo el mundo necesita botones para algo.

-Pero con eso no ganarás mucho dinero -le dijo su padre.

-Tal vez no, pero haré lo que me gusta, que es diseñar botones -dijo Logan.

-Creí que te gustaba hacer robots -dijo su padre.

-He creado a CK-54 para hacer botones, papá.

Y ahí quedó todo. CK-54 se pasaba el día haciendo botones. Logan no paraba de trabajar ordenándolos y enviándolos a sus compradores.

Un día Logan se enteró de que la mujer más rica del mundo estaba buscando un collar especial para lucir en una fiesta. A Logan se le encendió una luz:

-Voy a hacerle un collar de botones a esta señora, a ver qué le parece -pensó Logan.

Tras varios días diseñando botones y trabajando con su robot Logan consiguió un collar de botones realmente original.

-Bonita manera de hacer el ridículo -dijo el padre de Logan a su hijo cuando le enseñó el collar.

-Pero, papá, lo he diseñado yo mismo, incluso he reprogramado a CK-54 para que pudiera trabajar materiales diferentes, como el... -dijo Logan.

-Vale, vale, lo que tú digas -le interrumpió su padre-. Llevo aguantado burlas de la gente mucho tiempo. Podré con una más. Todo el mundo cree que de ser tan listo te has vuelto majareta. Qué le vamos a hacer. Será así.

Aunque a Logan le afectaron mucho las palabras de su padre decidió seguir con su proyecto y junto a CK-54 puso rumbo a la residencia de la señora rica para mostrarle su creación. Pero cuando llegó había al menos doscientas personas esperando.

Cuando la gente le vio llegar con su robot y su collar de botones se oyó un murmullo general que poco a poco se convirtió en risas y burlas. Pero Logan mantuvo la compostura. Ya había pasado por eso.

El barullo llamó la atención de la señora rica, que salió a ver qué pasaba. Cuando la mujer se acercó a Logan el muchacho se levantó.

-¿Qué está pasando aquí? -preguntó la señora rica.

-Le traigo un collar para ver si le gusta, señora -dijo Logan-. Lo he diseñado yo mismo y lo he realizado con mi robot, que está especializado en hacer botones.

-¿Botones? ¿Me tomas el pelo? -preguntó la señora.

-Sí, señora, botones. Mire qué bonito es el collar -dijo Logan, mostrando el collar a la señora mientras esta se quedaba boquiabierta.

-¡Qué maravilla! -exclamó la señora.

-Está hecho con metales y piedras preciosas -dijo Logan-. Convertí en polvo los metales y las gemas para crear un nuevo material. Sus colores y su brillo son únicos.

La señora rica se quedó con el collar y pagó a Logan por él justamente. Con ese dinero Logan fabricó más robots para hacer botones y creó una gran corporación. Todo el mundo que se había reído de él tuvo que callarse la boca. Aunque a Logan le daba igual, porque seguía concentrado en su trabajo, disfrutando de ver cómo su sueño se hacía realidad.

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/el-robot-de-logan

https://www.ecured.cu/Eva_Rodr%C3%ADguez_Picazo