Empresa textil Desembarco del Granma

Empresa textil Desembarco del Granma
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Institución
Empresa textil Desembarco del Granma.jpg
País:Bandera de Cuba
Dirección:Carretera Camajuaní No.km 2, Santa Clara, Villa Clara

Empresa textil Desembarco del Granma . Más conocida como La Textilera. Es una institución cubana dedicada a la producción de tejidos y su comercialización. Lleva por nombre una de las más extraordinarias epopeyas de la historia patria: Desembarco del Granma. Coincidió su fundación, con el aniversario 23 de la épica llegada de los expedicionarios que traían la libertad a bordo del yate legendario.

Ubicación

Carretera Camajuaní No.km 2, Santa Clara, Villa Clara

La obra de un pueblo

Quienes lo vivieron dicen que el 2 de diciembre de 1979 no existía otro tema de conversación en Santa Clara: Fidel estaba en la ciudad para inaugurar la empresa que por varios meses estuvo en el centro de atención de la urbe. Una vez en operaciones, en ese momento no solo sería la textilera más grande de la antigua provincia Las Villas, sino de todo el país.

Luego de meses de trabajo, por fin las tres fábricas principales del complejo estaban listas aquella tarde de domingo. Según recuerda Adalberto Rojas Monzón, uno de los tantos constructores habituales a pie de obra, el líder de la Revolución concibió la idea varios años antes, como uno de los pilares para el fortalecimiento de la industria ligera. Desde entonces, en más de una ocasión se interesó por los progresos y pidió agilidad para concluirla.

En cierta medida esa historia también la protagonizóPura Rojas Martínez, ahora una jubilada del sector industrial pero que hace cuatro décadas asistió a varios trabajos voluntarios para impulsar la construcción de la textilera. Mientras enseña varios reconocimientos y las medallas conseguidas en su vida laboral, asegura que las semanas antes de la apertura fueron las más intensas. Otra que también vivió esos momentos fueEddy Jiménez Ribalta, una mujer que llegó a la empresa con solo 18 años y hoy se mantiene entre los 64 fundadores que aun laboran aquí. Con la experiencia de 40 años entre hilos y telares, no pasa por alto aquellas semanas de aprender a manejar la nueva tecnología y dejarlo todo listo para el comienzo de la producción.

Tal hervidero popular dio sus frutos y por fin el 2 de diciembre de 1979 Fidel recorrió las instalaciones terminadas. Luego subió a una tribuna frente a decenas de constructores y obreros para inaugurar formalmente la nueva empresa. Flanqueado por Raúl Castro, Juan Almeida y Ramiro Valdés, elogió la calidad de cada una de las fábricas y el esfuerzo para concluirlas antes de 1980.

De hecho, una obra planificada como mínimo para 30 meses concluyó en solo 18. En total los constructores aportaron más de medio millón de horas de trabajo voluntario, mientras que el pueblo de Santa Clara sumó otras 700 mil. Según los datos del propio Fidel en el discurso inaugural, la suma de ambas cifras representó la faena de mil personas durante 150 días.

Cuenta Eddy Jiménez que el día de la inauguración no existía espacio libre en la plazoleta frente a la tribuna. Recuerda también que cuando Fidel valoró a la textilera como hija del sudor, del esfuerzo y del entusiasmo de los habitantes de la ciudad, la ovación no dejó escuchar nada más por varios segundos.

A partir de ese instante, para un colectivo de más de 4 mil obreros y un promedio de edad de apenas 24 años el día de la apertura, el compromiso de aquella tarde con Fidel marcaría cada acontecimiento. Cuando en 1987 la empresa llegó por primera vez a los 47 millones de metros cuadrados de tejidos le enviaron una carta para contárselo.

Y cuando en la década de 1990 la situación económica cerró brechas al desarrollo, también recordaron su llamado a la disciplina y a no dejar caer una instalación levantada entre muchas manos.

La proa al futuro

De acuerdo a la Directora Técnica de la Empresa Textil, en todo el 2019 la entidad registró afectaciones por falta de materias primas e insumos, disponibilidad de combustible y por la existencia de plazas vacantes en cada una de las áreas. Ante ese contexto, los pronósticos prevén no llegar a las cantidades planificadas para el año en las tres líneas principales, pero eso no significa dejar de soñar con el futuro.

Para ello, entre las principales alternativas para optimizar el combustible está desplazar uno de los turnos de trabajo fuera del horario pico y ubicarlo entre las doce de la noche y las ocho de la mañana. Asimismo, existen intenciones de modernizar el equipamiento y con ello aprovechar también las ventajas de maquinarias con mayor eficiencia energética.

Insertado en la estrategia de desarrollo hasta el año 2030, esa reconversión tecnológica pretende además restablecer producciones, incrementar las capacidades de producción de hilo de coser hasta las 250 toneladas anuales y continuar las mejoras en la Planta de Acabado para garantizar la competencia y la calidad.

De acuerdo al estudio de factibilidad aprobado, esa inversión aspira a elevar hasta los 32 metros cuadrados la capacidad de producción de la planta, el doble de su potencialidad actual. Valorada en casi 40 millones de pesos en moneda total, una vez concluida permitirá entregar al mercado y a otras industrias tejidos blancos, teñidos y estampados.

A su vez, otra proyección es trabajar en los procesos de teñido y mercerización, dos momentos de la producción que implican el uso de sustancias químicas y por tanto un desgaste superior para los equipos. Sin embargo, ninguna de esas aspiraciones sería factible sin el apoyo de los obreros. Bien lo sabe Marta Pérez Pérez, una mujer con 35 años dentro de la textilera y que vivió tanto el período de esplendor como los instantes más complicados. Para ella, el actual contexto exige trabajar con eficiencia y no olvidar el sentido de pertenencia de quienes llevan casi media vida en la empresa.

Una opinión similar la comparte una fundadora como Eddy Jiménez, mientras recuerda que la Desembarco del Granma es obra de un colectivo. “Nosotros la hicimos —dice— y es como si fuera nuestra casa. No hemos dejado de trabajar ni siquiera en los períodos más complicados. Allí donde se nos convoque vamos, así que ahora no será diferente”. Cuando uno se marcha y pasa de nuevo la gran barrera de metal, sabe que esas palabras son ciertas.

Producción

La textilera ha transitado por momentos de esplendor y otros de declive, estos últimos motivados fundamentalmente por las problemáticas económicas que ha atravesado el país durante varias décadas. Es significativo destacar que para mantener activa esta fábrica fue necesario el ingenio de sus trabajadores, quienes a partir de las innovaciones lograron las vías para continuar produciendo, además rediseñaron áreas y crearon la Fábrica de Hilos Adriana y la de Gasas Quirúrgicas. También se incorporaron a los convenios de colaboración entre Cuba y Venezuela como parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba).

Sus producciones se han diversificado; además de hilos, gasa y el tejido correspondiente para uniformes de diferentes entidades y sectores, aportan lencería para el turismo. Actualmente la industria cumplió sus planes productivos de hilo y gasas quirúrgicas y pretenden concluir para diciembre con los tejidos asignados.

Fuentes