Epífora

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Concepto:Es en retórica una de las figuras literarias basadas en la repetición

Epífora. Figura literaria o retórica.

Definición

Epífora es el nombre que se le asigna, dentro del campo de la retórica, a una figura literaria que gira en torno al hecho de repetir una palabra o más en un texto. Como sinónimos de este concepto se aceptan, según se detalla en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), tanto epístrofe como conversión.

En la medicina, en cambio, la idea de epífora se destina a describir un cuadro ocular caracterizado por una producción excesiva y persistente de lágrimas (existiendo, de todos modos, casos de lagrimeo abundante pero intermitente).

Retomando la acepción vinculada al área de la escritura vale la pena resaltar que este recurso se aplica en los últimos tramos de enunciados de carácter consecutivo al reproducir un mismo vocablo (o más) en frases, versos o sonetos contiguos. Además, resulta interesante mencionar que este término posee un origen muy antiguo, derivando primero de una voz griega y, más tarde, enriqueciendo al vocabulario en latín. En esos entonces, se le daba sentidos vinculados a un extra, un agregado, algo que se lleva de más. Y en función de la documentación y los registros obtenidos a lo largo de la Historia fue posible establecer que Rufino, un autor latino especializado en cuestiones gramaticales, posicionó a la epífora como una figura retórica centrada en la práctica de la repetición léxica.

Similitudes y diferencias entre epífora y anáfora

Se necesita acumular datos teóricos y sumar experiencia con la ejercitación práctica para poder reconocer similitudes y diferencias entre la epífora y la anáfora. En primer lugar es importante señalar que ambas son figuras retóricas incluidas en el grupo de las figuras de repetición.

En el caso de la epífora, las repeticiones se reservan a la parte final de oraciones o expresiones consecutivas. En cambio la anáfora, muy aprovechada por aquellos que se dedican a la oratoria, se observa al inicio de un verso (cuando se la utiliza en composiciones poéticas) o de un grupo sintáctico (si se trabaja con ella en el ámbito de la prosa). El propósito de esta clase de herramientas es potenciar los contenidos dándoles ritmo y musicalidad.

Aplicaciones

La epífora, también conocida como conversión, tiene aplicaciones en múltiples formatos literarios y espacios de expresión. Al revisar casos prácticos se advierte que esta clase de repetición embellece textos destinados a discursos, a la esfera del teatro, propios del género poético y obras desarrolladas en prosa. Asimismo, la epífora se hace presente en muchas letras de canciones. Mario Benedetti, por ejemplo, ha apelado a la epífora en más de una ocasión, tal como queda al descubierto al apreciar creaciones suyas como “Viceversa” y “Hagamos un trato”. También la tuvo en cuenta Federico García Lorca cuando elaboró “La guitarra” y “Romance de la luna”, por aportar otras referencias. El vocablo, incluso, inspiró el nombre de un poemario perteneciente a la producción de Tony Zalazar, material que se titula “Se llama epífora”. A la hora de armar y pronunciar discursos, en tanto, el expresidente Barack Obama encontró tanto en la epífora como en la anáfora dos recursos para acentuar ciertas ideas o conceptos.

Epífora y otras figuras literarias

La epífora es una de las tantas figuras literarias que persigue la intensidad expresiva haciendo uso de la repetición. Así se observa en estructuras como “energía vital, amor que nace en lo más profundo del vientre materno / poderosa es la fuerza que brota de lo más profundo del vientre materno” y “convencido estoy yo de quererla / deseoso estoy yo de quererla…”. Las posibilidades, en este marco, abarcan desde las reiteraciones iniciales (típicas de la anáfora) y finales (epífora) hasta el paralelismo (reiterando, ya sea respetando el orden o alterándolo, los elementos de una estructura distribuidos de manera semejante). Además puede tenerse en cuenta a la anadiplosis, un recurso que se focaliza en incluir, al comienzo de un enunciado, la misma palabra que marca el final de la oración inmediatamente previa. No hay que perder de vista que estas alternativas pueden, o no, combinarse con otras figuras literarias. Por eso siempre resulta conveniente conocer las particularidades de cada una de ellas a fin de aprovechar la más útil o apropiada en función de las necesidades, intenciones o búsquedas personales al crear un texto. Están a disposición de los artífices de versos y enunciados, por ejemplo, la paráfrasis (táctica de explicar un contenido a partir de expresiones y términos simples, sinónimos y mínimas modificaciones sintácticas), la enumeración (acumulando y sumando elementos lingüísticos con el objetivo de detallar, hacer un listado, ofrecer un recuento o inventario) y la anástrofe (conseguida al alterar el normal o convencional orden sintáctico de un par, o más, de vocablos consecutivos). El hipérbaton, la epanadiplosis, el polisíndeton y la perífrasis son otras tantas herramientas a considerar al momento de originar un guión, un poema u otra variedad de material de lectura.


Características de la epífora

• Se utiliza en poesía para mantener el ritmo y la melodía y también se utiliza en prosa, es decir, en novelas y cuentos. • Es la figura opuesta a la anáfora, porque en esta última las palabras o frases se repiten al principio de la frase. • La repetición se tiene que producir en dos o más enunciados consecutivos.

Ejemplos de epífora

• Arriba estaba el sol el trigo era amarillo como el sol y el molino brillaba y me cegaba como solo hace el sol.

• En el escenario estaban todos los actores, hubo una gran actuación de todos los actores y la obra fue escrita por todos los actores.

• El mar tenía un color naranja, el cielo tenía un color naranja, y todo esto porque el sol tenía un color naranja.

• El conocimiento es luz que todo alumbra,

• un libro alumbra, un debate alumbra, una conversación con un sabio alumbra.

• Él se lamentaba porque esta situación le producía tristeza, la soledad, la espera, la lejanía, el mar, el río y el bosque también le producían tristeza.

• Para describir lo que siento, no encuentro ninguna palabra, por eso, solo habrá un espacio vacío y ninguna palabra.

• En el mar había calma, en el viento había calma y en mi alma había calma.

Fuentes