Esfenoides (hueso)

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Hueso esfenoides
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Concepto:Hueso impar, central y simétrico, que ocupa la parte anterior y media de la base de la cavidad ósea.

Esfenoides. Es un hueso impar, central y simétrico, que ocupa la parte anterior y media de la base de la cavidad ósea. Está situado entre el etmoides y el frontal, que se encuentran por delante, y el occipital, que está por detrás.

Al primer golpe de vista, el esfenoides aparece como un hueso muy complejo. En conjunto, el esfenoides se compone de un cuerpo de forma cúbica, dos alas menores anexas a la parte superior del cuerpo, dos alas mayores anexas a las caras laterales del cuerpo, dos apófisis pterigoides a modo de tren de aterrizaje y dos ganchos, por detrás de estas.

Cuerpo

Tiene una forma cúbica y muestra dos cavidades (a modo de ventanas delanteras de la nave espacial), los senos esfenoidales, separadas por un tabique medio (tabique intersinusal esfenoidal). Este tabique se afila hacia adelante para formar la cresta esfenoidal (a modo de la proa de la nave espacial) que se prolonga por el pico o rostrum esfenoidal. La cara superior del cuerpo es endocraneal. Desde delante hacia atrás se encuentran las siguientes estructuras:

  • La lámina cuadrilátera, la silla turca (que aloja la glándula pituitaria) y a continuación el canal óptico que termina en sus extremos por los canales ópticos. A su vez, la silla turca está limitada por las apófisis clinoides, dos anteriores y dos posteriores.
  • Por la cara inferior el cuerpo presenta en el centro la cresta media que se aloja en el canal del vómer. Se prolonga es un espolón llamado rostrum o pico del esfenoides.
  • La cara anterior del esfenoides se articula con la parte posterior del etmoides. En su centro muestra la cresta anterior que se une con la cresta de la cara inferior para formar el pico. A ambos lados se encuentran los orificios de entrada a los senos esfenoidales.
  • La cara posterior se articula con el occipital.
  • Las caras laterales sirven de punto de implantación de las alas mayores. Estas están separadas de la silla turca por los canales cavernosos por donde discurre la arteria carótida interna y algunos nervios destinados a la órbita.

Alas menores

También llamadas apófisis de Ingrassias, tienen una forma triangular con dos caras más o menos planas. La base, soldada al cuerpo del esfenoides se halla atravesada por el conducto óptico.

Alas mayores

Tienen la forma de estrellas de 3 puntas, distinguiéndose tres caras. La cara anterior forma parte de la pared externa de la órbita. En las alas mayores se encuentran una serie de orificios y hendiduras para el paso de los nervios y vasos. Los más importantes son: Agujero redondo, por el que pasa el nervio maxilar superior, el Agujero esfeno espinoso por el que pasa la arteria meníngea media, el Agujero oval que da paso al nervio maxilar inferior. El Agujero de Arnold o canal innominado de Arnold da paso al nervio petroso superficial menor, mientras que el Agujero de Vesalio da paso a una vena emisaria que pone en comunicación la circulación intracraneal con el plexo venoso pterigoideo.

Apófisis pterigoides

Se presentan como dos columnas óseas situadas en la parte inferior del hueso. Tiene una forma cuadrangular Estudios recientes sugieren la hipótesis según la cual los cambios (por mutación) de la posición del esfenoides han implicado transformaciones en la capacidad cerebral y, transitivamente, avances en las capacidades cognitivas e intelectuales.

Dentro de la línea filogenética que desemboca en el Homo sapiens se periodizan las siguientes etapas:

  • Hace 60 millones de años los prosimios tenían un esfenoides horizontal y plano como la inmensa mayoría de los demás animales con cerebro.
  • Hace unos 40 millones de años, en los simios el esfenoides tenía una primera inclinación hacia abajo lo cual permitía un aumento de la capacidad encefálica. Los lóbulos occipitales obtuvieron más espacio y así se logró un perfeccionamiento de la visión estereoscópica y probablemente de la memoria visual.
  • Hace menos de 12 millones de años se produjo una nueva inclinación hacia abajo, esto en la línea evolutiva dio origen a los antropoides, lo cual implica un cerebro aún mayor en proporción al resto del cuerpo.
  • Hace unos 6 millones de años, con los Australopithecus, la inclinación del esfenoides se volvió a acentuar, y con ello se incrementó la capacidad neurocraneal.
  • Hace 2 millones de años se produjo la misma inclinación hacia abajo del esfenoides, coincidiendo con un total bipedismo. Tal bipedismo, supone la necesidad de un cerebro voluminoso con redes neuronales complejas como para mantener esa posición opuesta a la gravedad. Es también probable que esa nueva posición del esfenoides permitiera un habla rudimentaria, cuyos fonemas eran chasquidos y tonos guturales.
  • Entre 200.000 y 160.000 años atrás el esfenoides obtuvo la inclinación que se encuentra en el Homo sapiens. Este hecho coincide con un aumento de la capacidad cerebral, (en especial de los lóbulos frontales) y una mayor irrigación sanguínea para el cerebro.

Fuentes