Estructura del lenguaje

Estructura del lenguaje
Información sobre la plantilla
Estructura lenguaje.jpg

Estructura del lenguaje A pesar de que tenemos poca o ninguna conciencia del modo como formamos nuestra comunicación, el proceso de utilizar el lenguaje es altamente estructurado. Para ser considerado un hablante nativo… un individuo debe aprender…reglas esto equivale a decir que debe aprender a comportarse como si supiera las reglas. Lo que significa, desde el punto de vista del observador científico, que es posible describir la conducta del hablante en término de reglas. Sin embargo, no debe suponerse que tal descripción implica que las reglas particulares inventadas por los científicos constituyan entidades reales existentes dentro del individuo, ya que es un sentido psicológico y fisiológico definido.

Metamodelo para el lenguaje

Los gramáticos “transformacionalista” parten del supuesto simplificador de que las reglas para formar este conjunto de expresiones pueden ser estudiadas independientemente del contenido. Por ejemplo las personas que hablan español distinguen entre:

  1. Desde muy niña he tenido una vida doble.
  2. Doble vida una tenido he niña muy desde.

Como estamos demostrando que las personas tienen intuiciones consistentes acerca del idioma o la lengua que hablan. Más aún, diferentes personas hablan el mismo idioma emitirán los mismos juicios acerca de si el mismo grupo de palabras es o no una oración. A pesar de no estar conscientes de “cómo”, podemos comportarnos consistentemente, de todas formas lo hacemos. Llamamos la intuición a la percepción o conocimiento claro, íntimo o instantáneo de una idea o verdad sin el auxilio de la razón.

Modelo transformacional

El modelo transformacional del lenguaje procura representar los patrones estructurales de las intuiciones sobre nuestra lengua. Estas intuiciones están presentes en todo hablante nativo de un idioma. Las tres categorías de intuiciones lingüísticas que hemos seleccionado como relevante a nuestros objetivos son: #Buena formación (antónimo de malformación); #Estructura constituyente y #Relaciones lógico – semánticas.

  1. Buena formación. Se refiere a los juicios consistentes que los hablantes nativos de una lengua emiten acerca de si un grupo de palabras constituyen o no oraciones.

Incluso el presidente tiene libros. (Bien formada) Incluso el presidente tiene ideas verdes (Semánticamente mal formada) Incluso el presidente tengo libros (Sintácticamente mal formada)

  1. Estructura constituyente. Los juicios constituyentes que hacen los hablantes nativos acerca de qué elementos van juntos o combinados en una unidad. El director de la radio pensó que Rosa estaba presente. Las palabras el y director van juntas como una unidad, mientras que de y director no forman una unidad.

Al analizar una oración: La mujer compro un camión. Un hablante nativo podrá agrupar las palabras en constituyentes o unidades de mayor nivel (la mujer) y (compró) y (un camión). El lingüista representa estas intuiciones en lo que denomina una estructura de árbol. La estructura de superficie es lo que dice la mujer, la estructura profunda es lo que no se dice, pero está implícito. Es obvio que si compro el camión se lo compró a alguien y tuvo que pagarlo, con dinero o con cheque, pero hizo una inversión. ¿Qué son las trasformaciones? Los hablantes nativos reconocen que, a pesar de que estas estructuras de superficie son diferentes, el mensaje comunicado, es decir, la estructura profunda es el mismo. El proceso el cual estas dos oraciones son derivadas de una misma estructura profunda se denomina “derivación”. La mujer compro un camión. El camión fue comprado por una mujer. Cada una de estas transformaciones específica uno de los modos en que puede diferir el orden de las palabras y constituyen las denominadas “transformaciones de permutación”

  1. Relaciones lógicas – semánticas: Complejidad: Ante un verbo, somos capaces de determinar cuántas son conectadas o descritas por una relación verbal.

El verbo golpear implica una persona o casa que golpea, una persona u objetivo golpeado y un instrumento utilizado en la acción de golpear. Ambigüedad: Los hablantes nativos reconocen que una oración única del tipo: Arrendarle la casa a un delincuente puede ser peligroso. Puede tomarse en los sentidos siguientes: Arrendar una casa a un delincuente puede ser peligroso o arrendar la casa de uno a un delincuente puede ser peligroso. Sinonimia: Los hablantes nativos reconocen que las dos oraciones que aparecen a continuación tienen el mismo significado: Esto puede hacerse con rapidez. Esto se puede hacer con rapidez. Presuposiciones: Los hablantes nativos pueden determinar cuál es la experiencia del otro a enumerar una oración. Por ejemplo: Se me escapó el gato. El interlocutor tendrá derecho a creer (con razón) que es verdad que el otro tiene un gato, que está vivo y que es capaz de moverse.

Alteraciones de los índices referenciales

Capacidad de determinar si una palabra u oración alude a un objetivo particular de la experiencia. Por ejemplo: mi bicicleta, o si identifica una clase de objetivos: las bicicletas. Formular juicios acerca de si dos o más palabras se refieren al mismo objetivo. Por ejemplo Juan y por si solo en la oración: Juan se cambió por sí solo. Los índices referenciales, como su nombre indica, tiene que especificar claramente de qué se está hablando, pues, sino crea grandes confusiones que entorpecen la comunicación. Trasformaciones: Las transformaciones son alteraciones del índice referencial, las más frecuentes son: La eliminación, la nominalización y la generalización. Es necesario tener en cuenta estas transformaciones en la terapia, ya que, si en la familia se usan con frecuencias, van hacer originarias de trastornos en la interacción. Por ejemplo, se dice: Juanita hablo muchísimo con alguien. No se sabe si es bueno que hable, no se especifica mucho en relación con qué o con quien. ¿Se debe hablar mucho? ¿Se puede hablar mucho? ¿Hay dudas de si se estaba hablando con quien no debe o no puede? Toda la confusión se debe a que existe falta de índice referencial. Si se dice “Pedro se rió”, la confusión es también posible: ¿Se rió solo? ¿Se rió de quién? ¿Se rió por qué?

Uso terapéutica del lenguaje

Cuando una persona acude en busca de terapia, suele llegar con algún tipo de sufrimiento, sintiéndose paralizada, incapacitada para vivenciar alternativas. Lo que hemos descubierto no es que el mundo sea demasiado limitado o que no haya alternativas posibles, sino que estas personas bloquean su capacidad de ver alternativas posibles, sino que estas personas bloquean su capacidad de ver las alternativas y las pasibilidades que se les abren, por qué no están presentes en sus modelos del mundo. Mientras algunas personas son capaces de atravesar estos períodos de cambio con facilidad, viviéndolos como períodos de intensa energía y creatividad, otras las vivencian como parte de terror y sufrimiento. El problema no está en que el individuo elija mal o equivocadamente, sino que no tiene suficiente alternativas, no tiene una imagen del mundo rica y compleja. La paradoja más común a la condición humana, es que los procesos que nos habilitan para manejar símbolos (es decir, para crear modelos) y que nos permitan sobrevivir, crecer, cambiar y disfrutar son los mismos que nos mantienen un modelo empobrecido del mundo. Los terapeutas llegan a conocer y comprender a sus pacientes a través del habla. Usamos el lenguaje en dos formas: Para representar el mundo (pensar, fantasear, razonar etc.); para comunicarnos unos con los otros nuestra representación del mundo (hablar, discutir, escribir, contar, etc) Al emplear el lenguaje como sistema representacional, estamos creando un modelo de nuestra experiencia, de nuestra percepciones y estas también están determinadas por el modelo o representación del mundo. Nuestras representaciones lingüísticas y las de los pacientes están sujetas a las leyes del modelaje humano: la generación, la eliminación y la distorsión. Generalización: Es el proceso mediante el cual elementos del modelo se desprenden y llegan a representar la categoría total, de la cual la experiencia es sólo un caso particular. Nuestra capacidad generalizadora es imprescindible para encarar al mundo (sobre todo si se hace sobre el análisis, síntesis y abstracción de las propiedades esenciales del objeto o fenómeno) La generalización inadecuada se pone de manifiesto cuando usamos palabras como siempre, nunca, todo, nada, ya que son demasiados absolutas y pueden establecer criterios erróneos. Palabras comparativas como mucho, muy, poco, etc., tienen que referirse a algo concreto y no dejar lugar a dudas. Eliminación: Proceso mediante el cual prestamos atención selectivamente. Un ejemplo es la capacidad que tenemos de filtrar los ruidos en una sala llena de personas para escuchar al expositor. Usamos el mismo proceso que no son importantes. Distorsión: Proceso que nos permite hacer cambios, en nuestra experiencia, de los datos sensoriales. Ejemplo: La fantasía o imaginación. Este tipo de distorsión ha hecho posible las creaciones artísticas y los grandes inventos. Si un científico no se hubiese imaginado la televisión, la radio, etc., no se habrían creado estas maravillas. Pero si fantaseamos o imaginamos sentimientos o mensajes negativos de personas significativas, entonces la comunicación es disfuncional. Por tanto, un buen terapeuta debe ser un buen interlocutor y para ello debe estar atento a estos mapas del mundo de los participantes en la terapia y a las leyes del modelaje humano.

Fuente

  • Levy, A.: Le dialogue Psychoanalytique, Flammarion, Paris, 1963
  • Zaldívar, D.: Alternativas en Psicoterapia, Editorial Academia, La Habana, 1998