Fly, la mosca viajera (cuento infantil)

Fly, la mosca viajera
Información sobre la plantilla
GéneroCuento

Fly, la mosca viajera. Cuento para niños mayores de cuatro años, sobre una mosca que se le gustaba viajar.

Autor

Silvia García Ruiz, Nació en 1984 y empezó a escribir desde su infancia. Vive en Málaga con su pareja, quien le anima a seguir escribiendo, compaginando la escritura con su trabajo habitual.

Pasear por la orilla del mar le inspira a crear nuevos personajes y tramas para sus novelas. Sus historias de amor son refrescantes y amenas, situadas cada una de ellas en diferentes lugares y tiempos históricos.

Obtuvo el Primer Premio Zafiro de la Novela Romántica en 012 con su obra Jugar con fuego. Desde entonces ha seguido publicando otras novelas románticas como Mi perfecto sapo azul, Hasta que el amor nos separe o Mi príncipe canalla.

Valores

El esfuerzo, coraje y aprendizaje

Cuento

Fly era una mosca a la que le encantaba viajar. Su hobbie favorito era colarse en los coches de la gente y aprovechar para trasladarse de un lado a otro. Era también algo vaga y, yendo escondida en los coches de la gente, evitaba tener que ir volando. Gracias a su habilidad para colarse por las ventanillas, había conocido muchas partes del mundo.

En la cabina de un camión llegó a la campiña francesa donde conoció a una familia de libélulas simpatiquísimas. En una furgoneta de reparto de pan llegó hasta la costa y, durante el trayecto, pudo degustar alguna miga que otra. Y en el maletero de una moto llegó a la montaña. La verdad es que ese fue el viaje que menos le gustó. En los coches iba mucho más calentita y cómoda que en aquella moto.

Cuando Fly cumplió 10 años ya había recorrido miles de kilómetros de incógnito. En todas sus aventuras, procuraba no alejarse demasiado para no perderse y poder volver a casa sana y salva. Cuando consideraba que ya había llegado demasiado lejos, aprovechaba cualquier ranura de la ventana para escaparse.

Un día, no lo tuvo tan fácil. Se había colado en el coche de una familia y, a mitad de camino, empezó a llover con mucha intensidad. Como consecuencia, nadie se atrevió a abrir las ventanillas y Fly no se pudo escabullir.

El coche siguió rodando y rodando y, cuando Fly pudo darse cuenta, estaban a 2.000 kilómetros de su casa. Nada más ver una puerta abierta, se puso a volar como loca. Le costó estabilizarse porque salió del coche algo mareada.

Cuando se alejó lo suficiente del coche, miró a su alrededor y comprobó que no tenía ni idea de dónde estaba. Voló y voló hasta que se encontró con unas mariposas que, amablemente, se ofrecieron a ayudarle. Le explicaron que estaba en Italia y que, en un par de horas, partía de la estación un tren de mercancías que la llevaría de vuelta a casa.

Fly voló lo más rápido que pudo para llegar a tiempo al tren. Pudo colarse en el último vagón justo cuando se escuchaba el pitido que recordaba que el tren estaba a punto de partir. En 20 horas estaba ya de nuevo en su casa recuperada del susto.

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/fly-la-mosca-viajera

http://www.lecturalia.com/autor/16550/silvia-garcia-ruiz