Francisco Durán Castillo

Para el Director Nacional de epidemiología del MINSAP de Cuba, véase Francisco Durán.
Francisco Durán Castillo
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Doctor Francisco Durán Castillo (1988).jpg
En 1988
NombreFrancisco Durán Castillo
Nacionalidadcubana
EspecialidadPsiquiatría
OcupaciónMédico
CónyugeRosa García Lavandero (estomatóloga).
HijosFrancisco Durán García

Francisco Durán Castillo. Médico cubano en la especialidad de psiquiatría. Combatiente del Movimiento 26-7.

En la historia

El 26 de julio de 1953 Santiago de Cuba se estremeció por el asalto al cuartel Moncada.

La acción militar fracasó pero la mayoría del pueblo santiaguero se solidarizó con los jóvenes de la Generación del Centenario y les apoyó de diferentes formas: ofreciendo resguardo, ropas, alimentos, transporte, encubrimiento o atención médica.

“Se ha repetido con mucho énfasis por el gobierno que el pueblo no secundó el movimiento. Nunca había oído una afirmación tan ingenua y, al propio tiempo, tan llena de mala fe. Pretenden evidenciar con ello la sumisión y cobardía del pueblo; poco falta para que digan que respalda a la dictadura, y no saben cuánto ofenden con ello a los bravos orientales.”
Fidel Castro en su alegato de autodefensa "La historia me absolverá".
“No respetaron ni siquiera a los heridos en el combate que estaban recluidos en distintos hospitales de la ciudad, adonde los fueron a buscar como buitres que siguen la presa. (…) No pudieron hacer lo mismo en la Colonia Española, donde estaban recluidos los compañeros Gustavo Arcos y José Ponce, porque se los impidió valientemente el doctor Posada diciéndoles que tendrían que pasar sobre su cadáver.”
Fidel Castro en su alegato de autodefensa "La historia me absolverá".

El médico

Se encontraba de guardia, el día del asalto al cuartel Moncada, en la clínica santiaguera Colonia Española, donde era Médico. Estaba acostado y un enfermero que trabajaba en el turno nocturno lo llamó con urgencia:

José Ponce Díaz (izq.) y el Dr. Francisco Durán Castillo en 1988.
"Cuando salimos ya estaban llegando los heridos. Entre ellos había un joven blanco, vestido con uniforme de la Guardia Rural. (…) al acercarme para examinarlo me dijo muy bajito, que era de Artemisa y preguntó por el doctor Durán, el cual casualmente era yo mismo.”
Dr. Francisco Durán Castillo.

La referencia del asaltante sobre el Dr. Durán se debió a su vínculo con el revolucionario Eduardo García Lavandero, también artemiseño y cuñado del galeno.

Durán Castillo le indicó que no hablara más. Lo ubicó en un cuarto del pabellón Sagrado Corazón, para garantizar su protección. Después llamó al domicilio del director de la Colonia Española, el Dr. colombiano Alejandro Posada Recio al que informó de la situación y requirió su presencia. En el tránsito desde su casa hasta el hospital, el doctor Posada, recogió al también asaltante Gustavo Arcos Bergnes.

En el hospital se garantizó la atención médica de militares del ejército y de los revolucionarios. Posada junto a los trabajadores del centro impidieron que los soldados, por órdenes del coronel Alberto del Río Chaviano se llevaran a los asaltantes.

“El doctor Posada era un médico de mucho prestigio, respetado y querido por todos, y logramos un consenso de criterio entre los médicos, enfermeras, Hermanas de la Caridad –monjas que administraban el sanatorio- y los trabajadores, para impedir que se llevaran y asesinaran a los dos heridos. Como a las nueve de la mañana del 26 de julio, llegó un grupo de militares en un jeep para llevarse a los heridos, a los que el doctor Posada les manifestó que para ello había que pasar sobre su cadáver. Aquella actitud frenó a los esbirros y no se los pudieron llevar (…)”
Dr. Francisco Durán Castillo.

Durán Castillo les envió un telegrama a los familiares de José Ponce Díaz, en Artemisa.

El combatiente

Tras su modesta pero importante participación en los sucesos del 26 de julio de 1953 se vinculó al M-26-7 y participó en los preparativos del alzamiento del 30 de noviembre de 1956 organizado por Frank País García.

Colaboró en la compra y venta de bonos del Movimiento 26 de Julio para recaudar fondos y fue detenido en varias ocasiones por su labor revolucionaria.

Gracias a informantes de las fuerzas armadas conoció que estas tenían órdenes de asesinarlo, por lo que decidió exiliarse con su familia en Miami. Regresaron a Cuba a los pocos días, al conocer que la dictadura asesinó al revolucionario Eduardo García Lavandero, hermano de su esposa Rosa.

La pareja de galenos continuó colaborando con la Revolución; ella confeccionaba brazaletes del Movimiento 26 de Julio y él atendió a muchos heridos, entre ellos a Braulio Curuneaux quien posteriormente cayera en la batalla de Guisa en noviembre de 1958.

Tras el triunfo revolucionario

  • Después de 1959 se mantuvo al lado de la Revolución y desempeñó diferentes responsabilidades:

Fuentes