Funciones de los principales elementos del aparato de la visión

Funciones de los principales elementos del aparato de la visión
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Córnea

La córnea, primer medio refringente del ojo, por carecer de vasos sanguíneos se nutre, por medio del sistema de conductos linfáticos, del humor acuoso y el oxígeno del aire con el que está en contacto. El endotelio corneal es de gran importancia en este sentido.La membrana corneal es transparente y a través de ella pasan los rayos de luz destinados a la retina; su poder refractivo es de 43,00 dioptrías.

Humor acuoso

El humor acuoso es el segundo medio refringente del ojo. La luz lo atraviesa desde la pared posterior de la córnea, pasando por la pupila, hasta la cara anterior del cristalino. Su índice de refracción, comparado con el aire, es de 1,336, según Helmholtz.

Iris

El iris es el responsable del color de los ojos, y dicho color depende, en gran parte, del pigmento de las células de su estroma, que es variable y, en parte, de las células de la capa retiniana que es constante; por medio de su agujero central (la pupila), regula la cantidad de luz que penetra en el interior del ojo y excluye los rayos periféricos que afectan la nitidez de la imagen retiniana. Su función se compara con la del diafragma de una cámara fotográfica.

Cuerpo ciliar

Sus dos partes componentes: los procesos ciliares y el músculo ciliar, tienen diferentes funciones. Los procesos ciliares sirven para la secreción del humor acuoso, mientras que el músculo ciliar, cuando se contrae, lleva hacia delante y hacia adentro los procesos ciliares y la coroides, lo que provoca una relajación del ligamento suspensorio del cristalino, que le permite a éste aumentar su convexidad; este mecanismo es el proceso llamado acomodación.

Cristalino

El tercer medio refringente del ojo es el cristalino. Su índice de refracción es de 1,440, según Helmholtz, y su poder de refracción varía desde 19,11 dioptrías (cuando está enfocando objetos distantes) hasta 33,06 dioptrías (para los objetos cercanos). El cristalino depende para su nutrición del humor acuoso con el que está en contacto, el cual transita rápidamente a través de este medio, gracias a la semipermeabilidad de la cápsula del cristalino. Si se rompe esta, todo el tejido cristalineano, al igual que la córnea, absorberá líquido y se opacificará. La lente del cristalino, al aumentar su poder de convergencia ante los rayos de luz, contribuye fundamentalmente al mecanismo de la acomodación.

Cuerpo vítreo

El cuerpo vítreo es el cuarto medio refringente del ojo. Los rayos de luz lo atraviesan antes de impresionar la retina. El cuerpo vítreo no tiene vasos sanguíneos, por lo que recibe su nutrición de los tejidos próximos: coroides, cuerpo ciliar y retina.

Retina

La acción de la luz inicia en la retina una cadena de reacciones fotoquímicas en la que intervienen la rodopsina o púrpura visual contenida en los segmentos externos de los bastoncillos–, la vitamina A y las células pigmentarias. Los bastoncillos y los conos son elementos visuales terminales, reciben las ondas luminosas que caen sobre la retina y convierten las vibraciones de estas ondas en impulsos bioeléctricos que pasan a través de las células bipolares ganglionares y que luego son transportados al cerebro por el nervio óptico, las cintillas ópticas y las radiaciones ópticas, donde se produce la sensación de luz.

Motilidad extrínseca ocular

El ojo es movido por 6 músculos extrínsecos, que son los 4 músculos rectos y los 2 oblicuos. Definiremos como campo de acción de cada músculo aquella dirección de la mirada en la que su acción principal es mayor, por actuar en cada movimiento del ojo varios músculos. Reviste gran importancia el conocimiento de los campos de acción de cada músculo para el diagnóstico de las parálisis musculares. En la figura 2.13 se muestran los campos de acción principales de cada músculo en las seis direcciones cardinales.

Visión

Cuando la luz impresiona la retina, estimula conos y bastoncillos que actúan como terminaciones nerviosas sensoriales. Así como el contacto de la piel con una sustancia extraña provoca la sensación táctil, la estimulación de la retina por la luz provoca sensaciones visuales. Por medio de estas células sensitivas se enfocan las imágenes de objetos del mundo exterior a través del sistema dióptrico ocular, constituido por la córnea, el humor acuoso, el cristalino y el cuerpo vítreo. Los rayos que llegan al disco óptico o papila no provocan sensación visual, por lo que este lugar se ha denominado mancha ciega de Mariotte.

Sensaciones que se producen al estimular la retina con la luz son de tres clases de luz, forma y color.

  • La sensación a la luz nos permite percibir este fenómeno como tal, en todas sus gradaciones de intensidad. Los bastoncillos son mucho más sensibles a la poca iluminación que los conos, por lo que en la oscuridad vemos con nuestros bastonci llos (visión escotópica); los conos actúan con iluminación brillante (visión fotópica).

Los animales nocturnos, como el murciélago, tienen pocos conos o ninguno; los animales diurnos, como la ardilla, no tienen bastoncillos; el hombre posee gran cantidad de ambos.

  • La sensibilidad a la forma nos permite percibir la figura de los objetos; aquí es donde los conos tienen una función principal, que es más intensa en la fóvea, donde están más cerca unos de otros y son más diferenciados.
  • La sensibilidad al color nos permite distinguir colores y tonos de color. La apreciación de los colores se lleva a cabo solamente en visión fotópica. Existen tres colores primarios: el rojo, el verde y el azul. La luz blanca puede obtenerse por la combinación de todos y los secundarios, por la combinación de dos de ellos.

Desarrollo de la visión

El desarrollo de la visión tiene lugar durante los primeros 5 años de vida, y su estabilización ocurre entre los 5 y 8 años de nacido el ser humano. El recién nacido reacciona a la luz intensa; a los 2 meses el niño sigue con sus ojos a una persona; a los 3 meses sigue el movimiento del dedo y mueve la cabeza.

  • A los 4 meses mira su mano y coge los objetos; a los 6 meses puede observar un objeto, con detenimiento, 1 o 2 min.
  • Al año tiene aproximadamente 0,2 de agudeza visual; a los 3 años alcanza 0,7 y a los 5 años o antes, la visión normal es de 1,0. A partir de esta edad se inicia el proceso de estabilización, que culmina a los 8 años de edad. Cualquier perturbación ocurrida antes, puede desvalorizar la agudeza visual del niño y requiere una atención rápida y eficaz por el oftalmólogo.

Mecanismo de la visión binocular

En condiciones normales, en el acto de la visión se emplean los dos ojos, que se ajustan involuntariamente, de manera que la imagen de un objeto se enfoca sobre la mácula de cada ojo.Las dos imágenes son fusionadas en una sola, por el acto de percepción cortical. Esta facultad constituye la visión binocular única, regida por la capacidad de fusión que tiene como origen el impulso del centro de fusión cerebral.

La fusión se divide en tres grados

  • Percepción macular simultánea.
  • Visión simultánea con fusión. f
  • Fusión con percepción de profundidad (visión estereoscópica).Producción, circulación y excreción del humor acuoso.

El humor acuoso es producido por lo procesos ciliares, circula entre el iris y el cristalino y abandona la cámara posterior a través de la pupila; ya en la cámara anterior, una parte de este líquido se desliza por el sistema trabecular del ángulo iridocorneal, llega al conducto de Schlemm y luego, por los conductillos colectores y as venas acuosas, alcanza las venas ciliares anteriores (Fig. 2.14). Una parte del humor acuoso es absorbida por mediación de los vasos iridianos en los espacios del estroma del iris y otra porción abandona el ojo por las vías de desagüe posterior.

Tensión endocular

La tensión endocular está dada por la rigidez relativa de las paredes del ojo, la presión de los capilares de éste a través de los cuales se efectúa la transferencia de líquidos, la relación entre la cantidad de humor acuoso formado y lo fácil de su drenaje, así como por la presión de las venas episclerales.

La tensión resultante dentro del ojo, varía normalmente entre 15 y 20 mmHg; se mide con un aparato de uso corriente llamado tonómetro.

Reflejos pupilares normalesn

La pupila normal es circular y regular en sus contornos, y mide de 3 a 4 mm de diámetro; es mayor en las personas jóvenes y menor en los viejos. Debe tener el mismo tamaño en ambos (isocoria) y responder con la misma reacción en los dos cuando se le somete a cambios en la intensidad de la iluminación. Contrariamente, si las pupilas tienen diámetros distintos, se le llama anisocoria.

Los movimientos de la pupila consisten en

  • Contracción (miosis) y dilatación (midriasis) (Fig. 2.15).

La punta se contrae al ser expuesta a la luz, en la acomodación y en la convergencia. La contracción ante la luz puede ser directa o consensual.

Los reflejos dilatadores de la pupila (tanto directos como consensuales) se observan al dar sombra a un ojo y al mirar a un objeto distante. La exploración de los reflejos pupilares reviste gran importancia en la clínica.

Mecanismo de acomodación-convergencia

La acomodación es el mecanismo por el cual el ojo modifica la posición del foco, de manera que los rayos divergentes (procedentes de un objeto situado a menos de 6 m de distancia) sean enfocados sobre la retina. El cristalino posee una estructura elástica, y durante la acomodación, el músculo ciliar se contrae, atrae hacia delante la coroides y provoca la relajación del ligamento suspensorio; esta acción disminuye la tensión de la cápsula del cristalino y le permite a este aumentar su convexidad. El cambio de curvatura afecta, sobre todo, la cara anterior del cristalino. Este mecanismo puede compararse al acto de enfocar la imagen de una diapositiva que proyectamos en una pantalla y que al notar que aquélla es borrosa, accionamos el mecanismo de la lente para reenfocar la imagen, hasta verla nítidamente.

La convergencia es la facultad de dirigir los ejes visuales de los ojos sobre un punto próximo, en el cual los objetos cercanos son enfocados nítidamente. Ambos mecanismos operan simultáneamente en el acto de la visión.

Fuente

Alemañy Martorell Jaime Oftalmología/Jaime Alemañy Martorell, Rosendo Villar Valdés...[y otros]. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2003 284p. Ilus