Fundación del poblado Quince y Medio
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Fundación del poblado Quince y Medio. Proceso a través del cual se desarrollan la neocolonización: cultural, económico y social, apoyadas por la empresa yanqui, en el Municipio Venezuela.
Sumario
Un alza en el nivel educacional.
Para las compañías americanas se hacía necesario lograr un alza en el nivel educacional, de modo que la mano de obra nativa fuera capaz de enfrentarse con eficiencia a las nuevas tecnologías que se utilizaban para aumentar las ganancias y disminuir los costos de producción. Es por ello que brindaron algún apoyo a la construcción de un número reducido de escuelas en los bateyes de los centrales. Al elevar el salario a su “aristocracia” estos podían mandar a sus hijos a escuelas de mayor categoría, así como algunas privadas que funcionaban en el batey y la ciudad de Ciego de Ávila, incluso a costear la enseñanza universitaria, en muy pocos casos.
La posición alcanzada por algunos trabajadores beneficiados con esa práctica los obligaba a superarse autodidácticamente, pues de lo contrario perdían la oportunidad. Sin embargo, en las áreas cañeras era todo lo contrario. Mientras más bruto, mejor.
Las escuelitas rurales surgían cuando algún colono las edificaba con la finalidad de que sus hijos asistieran a las mismas o en algunas campañas electorales a través de la demagogia. No había en tal sentido, una política estatal.
Así se desarrolla la neocolonización cultural apoyada por la empresa yanqui, que sirvió para inculcar la falsa superioridad de los EEUU como nación, del modo de vida yanqui y las supuestas ventajas que traería al país su acercamiento a la Roma Moderna. En la llamada aristocracia obrera no existían negros y sólo quedaba para ellos los trabajos peor remunerados.
Inaugurado oficialmente el Club Social del central Stewart.
A través de la familia del administrador, esposa e hijos, se desplegó una febril actividad dirigida a la fe religiosa mediante la celebración de fiestas de Navidad, misas dominicales y otras manifestaciones, en apoyo al clero e incluso a la construcción de la capilla católica del batey.
El 14 de diciembre de 1927 fue inaugurado oficialmente el Club Social del central Stewart, sólo para blancos, donde comenzó a asociarse lo más selecto y los empleados de confianza. Este Club sólo asociaba a blancos de prestigio y el mecanismo para la asociación consistía en que el interesado hiciera una solicitud por escrito. La directiva se reunía, lo analizaba y entonces emitía un dictamen denegando o aceptando la petición. En ello entraba a jugar desde la posición política y económica hasta la forma de la nariz, color de la piel y el pelo. Si existía sólo un vestigio físico que ponía en duda el origen de la raza blanca, era denegada de inmediato la solicitud de ingreso. Se realizaban investigaciones profundas en el árbol genealógico de las personas.
Creación del Poblado.
Fue precisamente en el propio 1927 que se funda en el poblado del Quince y Medio la Sociedad Mariana Grajales, sólo para negros, utilizando como local la sucursal bancaria que había desaparecido a inicios de la década. Pasó más tarde al sitio que hoy ocupa la escuela Rafael Guerra Vives. A ella se incorporaron la mayoría de los negros residentes en el Quince y Medio y el batey del central, y se regía también por una directiva que era la encargada de dar el visto bueno a las solicitudes. Esta sociedad, desde su fundación, se dedicó a enaltecer y destacar la figura de Antonio Maceo y convirtió en una tradición efectuar veladas cada 7 de diciembre (aniversario de caída en combate del Titán), amén de las actividades propias que como sociedad de recreo brindaba a sus socios, destacándose los bailes de salón, juegos pasivos y otras manifestaciones sociales.
Es decir, ya en 1927, existían tres sociedades dividas por el color de la piel y posición social. Se daban pasos para fundar el Club del central Jagüeyal que ocurrió años más tarde y en Júcaro se comenzaban a desarrollar algunas actividades de tipo social patrocinadas por el gremio de esa localidad.
La Liga Azucarera de pelota del central Stewart.
Aledaño al parque beisbolero del central Stewart se levantó el cine, en el que se proyectaban filmes los jueves y domingos, utilizándose, además, como centro o local para las prácticas religiosas del catolicismo al no disponer aún la comunidad de su iglesia o capilla.
El séptimo arte ya se conocía desde l917 en la localidad, pues existía una salita en el poblado del Quince y Medio. Era silente. (También aparecieron salas en Jagüeyal y en el Quince y Medio).
La Liga Azucarera de pelota marcaría un hito en la historia de los centrales y cada partido constituía todo un acontecimiento local, incluso se ponían trenes de unos centrales a otros para trasladar a los aficionados.
Los Tigres del Stewart, así se identificó la novena de este central que sería una de las más fuertes de la actual provincia avileña y de donde surgieron peloteros de la talla de Julio Trujillo, que algunos años más tarde se convertiría en una de las figuras del famoso Club Cienfuegos y compañero de batería del estelar Conrado Marrero.
El comercio
Al analizar el tema del comercio no puede dejarse de mencionar los establecimientos que para este fin fueron creados en los bateyes y colonias. Las bodegas comerciales eran establecimientos mixtos, es decir ropa, víveres y otros artículos de uso doméstico. Pertenecían las mismas o bien a los propietarios de los centrales y colonias o eran arrendadas a un dueño particular. Los trabajadores recibían los salarios en vales y fichas que estaban obligados a gastar en esas bodegas.
El sistema de pago en vales significaba una doble explotación porque los obreros estaban obligados a comprar en esos establecimientos y por otra parte los precios eran encarecidos por los dueños. Al finalizar la zafra el departamento comercial del central descontaba lo que el trabajador había gastado a través de los vales y por lo general los laborantes quedaban endeudados pues los gastos del crédito eran superiores al salario devengado.
Esa forma de crédito se realizaba únicamente con los trabajadores fijos, que vivían de forma permanente en el batey, lo que favorecía a la estabilidad de la fuerza laboral. A los eventuales no se les otorgaba crédito. El valor de los vales correspondía sólo al trabajo realizado. Ellos, venían a hacer solamente la zafra, se alimentaban en las fondas que había permitido establecer la compañía en sus predios, pues otros negocios jamás los autorizaron.
En Júcaro la situación era también terrible. El poblado permanecía estancado en su desarrollo. Los comerciantes daban cierto crédito que suspendían cuando el movimiento de barcos era escaso o se paralizaba el puerto. El gremio se veía obligado por la presión obrera a otorgar anticipos que se descontaban una vez reanimadas las actividades portuarias. Estos anticipos, por lo general, eran pequeños, a lo sumo cinco pesos, para los fijos, pues la organización obrera no disponía de amplios fondos monetarios.
Muchos portuarios se dedicaban a la pesca con fines de autoabastecimiento y venta, pero caían en manos de los intermediarios que pagaban precios irrisorios. Continuaba siendo el ferrocarril el principal medio de transporte y comunicación con la ciudad de Ciego de Ávila. La construcción de la famosa carretera de Júcaro a Morón seguía en el olvido y su presupuesto iba a parar a manos de los politiqueros.
Fuentes
- Archivo histórico del central Stewart y del autor. Datos estadísticos y compañías propietarias del central Stewart.
- Periódico El Pueblo. Diversas ediciones correspondientes a los años 1934 y 1925. En Biblioteca Provincial Roberto Rivas Fraga. Ciego de Ávila. Edición del ll de octubre de 1929, pág. 1.
- Archivos citados.
- Periódico citado. Edición 15 de diciembre de 1927. Sección Crónica Social.
- José Ballina P.: Testimonio ofrecido al autor en l985. Fue fundador del poblado del Quince y Medio. En: Archivos del autor.
- Emilio Contreras C.: Testimonio ofrecido al autor en l980. Trabajador cincuentenario y partícipe en los acontecimientos, en Archivo del autor.
- Museo Polivalente Municipal Venezuela: Documento original del bono entregado por la Comisión de Resistencia Antifascista por la entrega de dos fusiles Máuser a los patriotas españoles.
- Libro de Actas del Sindicato Azucarero del central Stewart correspondiente a los años de 1948-1949. En: Archivos del autor.
