Hepatitis B


Hepatitis B
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La Hepatitis B es una enfermedad que afecta directamente al hígado por lo que es un factor de riesgo para padecer de cáncer de Hígado.

Hepatitis

Tan importante como protegerse del SIDA es cuidarse del contagio de las enfermedades hepáticas, que muchas veces transcurren sin presentar síntomas, razón por lo cual la llaman también “enfermedad silenciosa”. En oportunidades se detecta por exámenes de Sangre, como parte de un chequeo físico de rutina.

Aunque el Virus que lo ocasiona se encuentra en la mayoría de los líquidos corporales, sólo se transmite por la sangre, la saliva, el líquido seminal y las secreciones vaginales.
La mayoría de las veces el contagio se debe a relaciones sexuales desprotegidas, pero también puede pasar de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia y por las transfusiones de sangre o uso de hemoderivados infectados.
Se incuba entre los 50 y 180 días. Luego se presenta fiebre moderada, un síndrome gripal e ictericia de intensidad variable, que desaparece sin secuela en los seis meses siguientes a la infección. No existe cura todavía para esta enfermedad, pero si se acude al especialista lo antes posible podrá garantizarse una recuperación rápida.
Cuando la persona infectada no recibe un tratamiento aumenta la posibilidad de transmitir el virus a otras parejas, puede producir cirrosis hepática y hasta convertirse en una hepatitis activa crónica o una necrosis hepática aguda.

La hepatitis B es un factor de riesgo para padecer de Cáncer de hígado.

Recuerde: Es imprescindible acudir a un especialista ante la sospecha de tener una infección de transmisión sexual. También para el uso de cualquier medicamento, aún con la nueva clase de antivirales orales, el Adefovir para el tratamiento de la hepatitis B crónica, que por su seguridad y eficacia clínica ofrece importantes beneficios.

Síntomas

Persona con Hepatitis

Los síntomas generales son fatiga, falta de apetito, náuseas, vómitos. Puede aparecer fiebre, dolores abdominales, coloración amarilla de la piel y las mucosas (íctero). Debo subrayar que existe un gran abanico en esas manifestaciones, que transitan desde formas asintomáticas, hasta las llamadas fulminantes o graves.

Vías de transmisión

En la A y la E la transmisión es fecal-oral, directamente al contacto entre una persona y otra, o indirectamente por las aguas y alimentos contaminados. La B tiene varias vías, que son la sanguínea, la sexual y la llamada perinatal (antes, durante o después del parto). La C, D, G, TTV y SEN-V, también son sanguíneas.

Clasificación

La Hepatitis A es benigna, nunca evoluciona a la cronicidad, como tampoco la E. De las que están bien caracterizadas, la B, la C y la D o agente Delta, pueden convertirse en crónicas. En cuanto a los de más reciente hallazgo, el TTV y el SEN-V, se han asociado a formas crónicas, aunque se encuentran aún en investigación.

Identificación

En nuestro medio se realizan los diagnósticos por infecciones de los virus B y C, y también estudios del A.

Tratamiento

Estará en dependencia de si es una hepatitis aguda o crónica. En la aguda, fundamentalmente reposo, dieta normal en proteínas, en grasas y carbohidratos; en la crónica, se llevará una vida normal en cuanto a la actividad física y la dieta, y sólo en períodos de agudización se establecerá el reposo y se emplearán o no Medicamentos antivirales, de acuerdo en cada caso con el criterio médico.

Prevención mediante vacunas

Vacuna para la Hepatitis B

La vacuna contra el virus de la Hepatitis_B inmuniza también contra el D, pues éste necesita de la presencia del B para reproducirse. Como se sabe, en Cuba toda la población menor de 20 años se encuentra protegida contra la hepatitis B, y de hecho la D, con una vacuna cubana obtenida por técnicas de ingeniería genética.

Hagamos punto y aparte en las siguientes preguntas para referirnos solo a la Hepatitis C, calificada por la revista médica británica The Lancet, como "el problema de salud pública más grave del mundo". ¿Avizora la ciencia alguna vacuna para esta hepatitis?

Al menos a corto plazo no se vislumbra una vacuna contra el virus C, que presenta una estructura mutante, cambia con facilidad para seguir sobreviviendo.

Incidencia en Ciba del virus de la hepatitis C

Infecta alrededor del 1 por ciento de la población en la mayoría de los países desarrollados. Hay países con una baja prevalencia (0-05 por ciento), intermedia (05-1 por ciento) y con alta prevalencia (más del 1 por ciento). Egipto, por ejemplo, parece tener una de las tasas de infección más elevadas con cerca del 15 por ciento de la población. Por estudios realizados en nuestro medio, Cuba se sitúa entre los países de prevalencia intermedia.

Contagio

Principalmente por vía sanguínea, aunque es posible también que el virus de la hepatitis C se trasmita a través del instrumental quirúrgico, o inyecciones, cuchillas de afeitar o cepillos de dientes compartidos. En Cuba es prácticamente inexistente la trasmisión por transfusiones, atendiendo a que las donaciones se pesquisan en los Bancos de Sangre en un ciento por ciento, y las positivas al virus C, como al B o al del SIDA, son excluidas.

Síntomas

En general, la hepatitis C cursa sin síntomas. El mayor peligro de este agente viral es que se convierte en crónica en alrededor del 80 por ciento de los pacientes que contraen la enfermedad. En la Hepatitis_B, la evolución hacia la cronicidad es de apenas un 10 por ciento.


Fuentes