Huracán Michael

Huracán Michael
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Categoría 3  (EHSS)
Huracan Michael.JPG
Duración6 de septiembre de 2012
Vientos máximos185 km/h (durante 1 minuto)
Presión mínima115 mph
Áreas afectadasPaíses del área caribeña, principalmente Cuba.

Huracán Michael. El 6 de septiembre de 2012 se convirtió en el primer huracán de categoría tres en la escala Saffir-Simpson de la temporada ciclónica en el Océano Atlántico, al aumentar sus vientos máximos sostenidos a 185 kilómetros por hora.

Cuba

Exactamente un mes después de la Conferencia sobre Ecomateriales para la Prevención y el Alivio de Desastres celebrada en Santa Clara, Michelle, el huracán más devastador que pasa por Cuba en décadas azotó fuertemente la isla. La provincia de Villa Clara fue una de las zonas más duramente golpeadas.

Debido a la intensidad de sus vientos y a su extensión de 500 kilómetros, desde 1952 no sucedía un evento de esa magnitud, también con categoría 4 pero con menos extensión que Michelle. En aquel momento no existían presas para evitar inundaciones ni organizaciones para proteger a la población.

La vasta experiencia de Cuba en la preparación para desastres durante las 4 décadas pasadas se hizo evidente durante el huracán Michelle.Al detectar un huracán el país rápidamente da pasos preparativos. Mientras se sigue la trayectoria del ciclón se prepara a toda la población a través de la radio y la televisión y las organizaciones de la comunidad activan sus planes de contingencia. Es mediante esta manera de actuar que fue posible evacuar cerca de 700,000 personas varias horas antes de que Michelle golpeara la isla.

Las experiencias de años pasados han revelado que es conveniente cortar el fluido eléctrico una vez que los vientos han alcanzado una intensidad de 70 km por hora. Esto se hizo desde Pinar del Río hasta Ciego de Avila para proteger tanto a la población como a las instalaciones.

Los sistemas de aliviaderos de agua se han convertido en un componente esencial en la prevención de desastres durante el paso de huracanes en las últimas décadas. Es un factor e tener en cuenta en todos los asentamientos humanos y áreas agrícolas en Cuba.

La organización de la comunidad en lo referido a la Defensa Civil constituye otro aspecto clave. Como se menciona anteriormente, la población recibe una información rápida y constante sobre la aproximación del huracán. Esto permite a las organizaciones actuar en conjunto y crear conciencia en la población sobre la importancia de llevar a cabo los pasos requeridos en tal situación.

Algunos de esos pasos son tan simples como asegurase de que todos los recipientes estén llenos con agua potable para enfrentar el corte del suministro de agua. Esto realmente sucedió durante el huracán Michelle puesto que el abasto de agua fue interrumpido, principalmente debido al corte de la electricidad. Cerca del 90% del agua es bombeada con motores eléctricos y en la medida en que el flujo de electricidad fue re-establecido, la distribución de agua se normalizó.

Durante este periodo el uso de electricidad está siendo reajustado y lo que se persigue es restringir el consumo en ciertas instalaciones comerciales y públicas, ciertas tiendas, y otros, hasta que el sistema nacional sea restablecido totalmente. De manera general, el huracán Michelle no trajo consigo lluvias torrenciales, pero en algunos lugares cayeron 165 mm en un período de dos horas, el nivel que cae en todo el mes de Julio, y en otras áreas cayeron 293 mm en 24 horas, una cantidad de dos meses en sólo un día.

Sin embargo, los servicios de salud pública nunca se interrumpieron y fueron ajustados a los planes de contingencia para tales circunstancias. El centro de los planes de salud emergente fue evitar, por todos los medios, enfermedades que pudieran ocurrir a partir de situaciones sanitarias y de higiene, tales como la recogida de basuras. El agua es tratada y se llevan a cabo campañas de vacunación y anti-mosquitos, entre otras medidas.

Después que el huracán había pasado, fue posible retornar a las actividades normales en el campo de la salud. Aquellos que asistieron a la Conferencia de Ecomateriales y visitaron la ciudad de Sagua La Grande y el poblado de Isabela de Sagua, se alegrarán de saber que a pesar de que ocurrieron muchos daños (unas 27 casa en Isabela fueron totalmente destruidas y unas 60 semi-destruidas) CIDEM puede informar acerca de ciertos signos positivos. De las casas cubiertas con tejas de micro-concreto, ningún techo fue destruido. De hecho, sólo una teja fue rota al ser golpeada por un objeto volante.

Fuentes