Iglesia de la Santísima Trinidad
Iglesia de la Santísima Trinidad | |
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Fundación | 1 de junio de 1787 Santiago de Cuba. Cuba |
Iglesia de la Santísima Trinidad (Santiago de Cuba). Edificación que sus orígenes se remontan a 1730, cuando el benefactor santiaguero don Bernardo Portuondo Bravo, fue autorizado para la fabricación de un templo católico, tarea a la cual se dedicó hasta su muerte, y fue continuada por su esposa, doña Gabriela Rizo.
Ubicación
General Moncada no 259 entre José M. Gómez (Habana) y General Portuondo (Trinidad).
Reseña histórica
La edificación terminada el 1 de junio de 1787, se erigió en parroquia auxiliar en 1803 por autorización del arzobispo de la ciudad, y fue declarada como parroquia independiente a mediados de siglo XIX. Sus libros de bautizo recogen nombres de patriotas y personalidades ilustres como: Guillermón Moncada y su madre María Dominga Moncada, José Mayía Rodríguez, Pío Rosado y José Quintino Bandera Betancourt. La historia del templo se encuentra vinculada, a su vez, con la figura de San Antonio María Claret y Clará, y de la religiosa Antonia París, lo que basta para ser de esta iglesia un lugar privilegiado para los fieles y visitantes.
Arquitectura
Al trasponer el atrio, monumental en su altura, tenemos una fachada principal asimétrica, compuesta por tres grandes puertas españolas, con vanos rematados en arcos de medio punto enmarcados por pilastras adosadas y cornisas molduradas; cuyo petril de remate presenta un contorno mixtilíneo que rememora un barroco sencillo y popular. Sus fachadas laterales son sencillas, en la derecha se observan una puerta y varias ventanas protegidas por herrería. Su planta es rectangular y simétrica, con esquema de tres naves, determinadas por arcadas de madera que brindan la direccionalidad hacia el altar principal. En su interior se conserva la magia de los recintos religiosos, con una decoración sobria.
Sus techos muestran —como toda la estructura interior— el esplendor del trabajo en madera. Una armadura de pares y nudillos, con tirantes dobles y harneruelo decorado con bellas lacerías en forma de estrellas, certifican la persistencia de un modelo constructivo de evidente influencia morisca. Los colgadizos, que cubren los deambulatorios laterales, presentan idéntica filiación. El templo muestra un conjunto de altares de estilo barroco y neoclásico que complementan este interesante ambiente recreado por la arquitectura religiosa santiaguera.