Inmunidad de rebaño

Inmunidad de rebaño
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Concepto:La inmunidad de rebaño describe un fenómeno estadístico en el que se observa una forma indirecta de protección contra una enfermedad que se produce cuando una parte de la población ha sido vacunada o existen personas que son inmunes por contagio previo e interrumpen la cadena epidemiológica, previniendo así que personas no inmunizadas contraigan la enfermedad.

La inmunidad de rebaño, también conocida como inmunidad colectiva o inmunidad de grupo, se da cuando un número suficiente de individuos están protegidos frente a una determinada infección y actúan como cortafuegos impidiendo que el agente alcance a los que no están protegidos.

En las enfermedades que se transmiten de persona a persona, es más difícil mantener una cadena de infección cuando una gran parte de la población es inmune. Cuanta mayor es la proporción de individuos inmunes, menor es la probabilidad de que una persona susceptible entre en contacto con un individuo infectado.

Función de la vacunación

La vacunación actúa como una especie de cortafuegos para la diseminación de la enfermedad, ralentizando o evitando la transmisión de la enfermedad a otros individuos.

Los individuos no vacunados quedan protegidos de manera indirecta por los individuos vacunados, ya que estos últimos no contraerán la enfermedad de individuos infectados ni la transmitirán a los susceptibles. De esta manera, se puede asumir una política de salud pública de inmunidad de grupo para reducir la difusión de una enfermedad y proporcionar un nivel de protección a un subgrupo vulnerable y no vacunado. Ya que sólo se puede dejar a una pequeña parte de la población sin vacunar para que este método sea efectivo, se considera apropiado dejar sin vacunar a los que no pueden recibir vacunas, bien por una condición médica como una inmunodeficiencia o para los receptores de trasplantes.

En medicina humana se ha empleado para calcular qué porcentaje de personas debían estar vacunadas para erradicar la viruela. Se estimó que si se alcanzaba el 90% podría conseguirse detener la expansión del virus. Este valor, que se denomina “cobertura vacunal”, aunque alto, ni siquiera garantizaba que se pudiera detener por completo, y eso que la viruela tiene un aspecto fundamental a favor de su erradicación porque sólo se transmite a partir de personas con síntomas.

SARS-CoV-2

En el caso de la infección por coronavirus, al no disponer de vacunas, la esperanza es que con el tiempo llegue a haber tantos individuos que ya han superado la infección (de forma clínica o subclínica) que el virus no encuentre fácilmente personas susceptibles a las que infectar, por lo que se cortaría la transmisión.

En el caso de SARS-CoV-2 se ha estimado que esta inmunidad de rebaño surge cuando más del 70% de las personas están protegidas. Uno de los factores que afectan a este valor es el R0 (número reproductivo básico), que estima a cuántas personas puede transmitir un individuo infectado un determinado agente. Los R0 más altos son los del sarampión y el de la tos ferina, de 12 a 17 o 18. Esto implica que más personas tienen que estar protegidas (cerca del 94%, que sería el valor de la inmunidad de rebaño) para cortar la transmisión, que cuando el R0 es de 4 a 7, como en el caso de las paperas, en el que la inmunidad de rebaño es del 75 al 86%. En el caso de SARS-CoV-2, el R0 se ha estimado en 3,28, aunque puede variar dependiendo de múltiples factores.

Fuentes