Jorge Ruiz Ramírez

Jorge Ruiz Ramírez
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Mártir revolucionario cubano.
NombreJorge Ruiz Ramírez
Nacimiento8 de septiembre de 1918
Sagua la Grande, Villa Clara, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento24 de octubre de 1957
Jíquima, Sancti Spíritus, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinado
NacionalidadCubana
PadresJosé Ruiz Rubio

Jorge Ruíz Ramírez. Hijo de un mambí veterano de la guerra de independencia y sobrino de dos tíos de igual condición. Llega a consultar gratuitamente y a regalar el dinero necesario a sus pacientes para que puedan adquirir los medicamentos necesarios, dona su propia sangre para salvar la vida de un niño y transporta en su auto hasta la capital a varios pacientes para que sean mejor atendidos. Fue asesinado cuando trataba de salvar la vida de un herido de bala. Su asesinato fue ampliamente repudiado por tratarse de un médico, al que torturaron, golpearon atrozmente y balearon por el único delito de salvar vidas humanas.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nació el 8 de septiembre de 1918 en Sagua la Grande, Villa Clara, Cuba.

Poco tiempo después esta familia decide mudarse a la capital, y residen en la zona de Santo Suárez de la Ciudad de La Habana, aquí Jorge culmina todos sus estudios y comienza a trabajar para poder pagarse los estudios de medicina que realizaba de forma simultanea. Después de

Vivienda

graduado es invitado por un primo comerciante José Ruiz Pina, que residía en ese entonces en la capital, para que lo acompañara en un viaje por el interior del país, hasta la localidad de Taguasco donde residían varios primos y tíos.

El médico recién graduado acepta la propuesta del primo y visita Taguasco en ese año 1947. Tanto queda impresionado por el lugar, que rápidamente se instala, junto a su joven esposa. Establece su consulta permanente en un local arrendado.

Se apoya en parte de su familia residente en la localidad y con cierta solvencia económica, para conseguir el financiamiento inicial de su residencia y consulta.

Era aficionado al deporte, participaba activamente en las actividades del club de pescadores de Taguasco; en una ocasión y de regreso a Taguasco, después de concluir una pesca en Ciego de Ávila, el camión que los transportaba fue detenido y todos los pescadores apresados por considerarlos revolucionarios. Muy fanático al béisbol y muy defensor de su territorio, acompañó a su equipo en casi todos los campeonatos, transportándolos, pagándoles bebidas y comidas, además de filmándoles películas cuando jugaban.

Siendo presidente de la Colonia Española de Taguasco, puso en práctica un proyecto de construcción de un área de recreo que incluía una piscina y una edificación.

Según vecinos, le gustaba mucho bailar e invitaba a amigas y amigos para públicamente enseñar y aprender de esta actividad. Dicen además que era muy entregado a su esposa e hijos, querido por todos y bien llevado, que no tenía enemigos, que era generoso y acostumbraba a prestar y regalar dinero sin interés alguno, muy humano, que empleó en su casa a un pobre haitiano (Bernardo) al que vestía como rico y se paseaba en sus mejores caballos.

Trayectoria profesional

Aunque tenía a su disposición un local fijo para su consulta casi en el centro del pueblo, nunca dudó en salir y socorrer a cualquier paciente que lo necesitara. No negoció sus servicios, o sea, lo primero era el paciente, si traía dinero lo atendía y si no lo atendía igual y en repetidísimas ocasiones después de culminada la consulta era el propio galeno quien le regalaba a su paciente el dinero para que este pudiera adquirir los medicamentos que necesitaba y realizara su tratamiento y cura lo más rápido posible.

Muerte

Muere el 24 de octubre de 1957 en Jíquima, Sancti Spíritus, Cuba. No era un hombre médico que desde la clandestinidad tomaba un arma y se batía a tiros con sus enemigos, no era un médico que desde una trinchera y portando un arma defendía una determinada posición militar o trataba de conquistar otra. Era un simple hombre, civil, desarmado que tenía un título y una profesión con un juramento de salvar vidas humanas en las condiciones que fueran necesario, como acostumbraba él a hacerlo.

Su sentido del deber, su respeto por su trabajo y la gran humanidad que existía en su interior lo llevaron a actuar en contra de los muchos consejos que le dieron amigos y familiares: el acompañamiento de un paciente herido de bala, Pedro María Rodríguez Rodríguez (el Palmerito) al hospital de Sancti Spíritus. Con el valor necesario para asumir un tipo de acción cómo esta, localizó a su amigo Agapito Moya y lo comprometió a que le sirviera de chofer para transportar al herido, confiado quizás en que todos eran civiles desarmados y que por su condición de médico sería considerado y respetado según los acuerdos de tratados internacionales al respecto ejecutó dicha acción.

El capitán de la dictadura batistiana Ramón Mirabal encolerizado por los hechos acontecidos anteriormente en Taguasco protagonizados por el Palmerito, descargó toda su furia e instintos torturadores sobre el propio Palmerito, Agapito Moya y Jorge Ruiz Ramírez. El cuerpo del doctor Jorge Ruiz Ramírez, según sus familiares y testigos oculares presentaba múltiples quemaduras, huesos rotos y heridas de bala.

Dichos cadáveres fueron botados cerca de Jíquima, Cabaiguán, y luego trasladados hasta el cementerio de Zaza del Medio; el del médico se llevó hasta Taguasco donde permaneció pocas horas en la casa de su primo hermano Rafael Ruiz Pina (Felo), pues la esposa del médico y su madre decidieron de mutuo acuerdo trasladarlo para la capital donde residía su padre y brindarle allí los cortejos fúnebres en su honor.

Fuentes

  • Revista Bohemia. No 27. Fecha: 2 de julio de 1982.
  • Documentos, testimonios, anécdotas ofrecidas por Carlos Ramón Ruiz Sánchez (primo de Jorge Ruiz Ramírez) y otros familiares y amistades.