Juan Crisóstomo (santo)

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Juan Crisóstomo
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Patriarca y Padre Griego, proclamado Doctor de la Iglesia el 20 de septiembre de 1568 por el papa San Pío V
NombreSan Juan Crisóstomo o Juan de Antioquia
Nacimiento347
Antioquia, Bandera de Siria Siria
Fallecimiento14 de septiembre de 407
Comana Pontica
Causa de la muerteestrangulamiento
Nacionalidadsirio
Otros nombresSan Juan Crisóstomo o Juan de Antioquia
TítuloDoctor de la Iglesia

Juan Crisóstomo. Fue un religioso cristiano, patriarca de Constantinopla, es considerado por la Iglesia católica uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia del Oriente. En la iglesia ortodoxa Griega es uno de los más grandes teólogos y uno de los tres Pilares de la Iglesia, juntamente con Basilio y Gregorio.

Excelso predicador que por sus discursos públicos y por su denuncia de los abusos de las autoridades imperiales y de la vida licenciosa del clero recibió el sobrenombre de "Crisóstomo" que proviene del griego chrysóstomos (χρυσόστομος) y significa ‘boca de oro’ (chrysós, ‘oro’, stomos, ‘boca’)

Biografía

Nació en Antioquía, Siria, en el año 347. En aquel entonces, dicha ciudad era la segunda más importante del Imperio Romano de Oriente. El padre de Juan, Secundo, era un alto oficial del ejército sirio y murió poco tiempo después del nacimiento de Juan por lo que su hermana mayor y él quedaron totalmente a cargo de Antusa, la madre cristiana de ambos.

Juan fue bautizado en 370, a la edad de 23 años y fue ordenado lector (una de las órdenes menores de la Iglesia). Comenzó estudios con el filósofo Andragatio y continuó con Libanio, que entonces era un famoso orador y el más ferviente partidario del feneciente paganismo romano.

Libanio quedó maravillado con la elocuencia de su discípulo y previó para el mismo una brillante carrera como estadista o legislador. Sin embargo, un encuentro con el obispo Meletio resultó decisivo en la vida de Juan, quien comenzó a estudiar teología con Diodoro de Tarso (uno de los líderes de la antigua escuela de Antioquía) mientras mantenía un ascetismo extremo.

No obstante, las ansias de una vida más perfecta lo llevaron a convertirse en un eremita (alrededor de 375) condición en la que permaneció hasta que su quebrantada salud por excesivas vigilias y ayunos durante el invierno lo obligaron a volver a Antioquía donde retomó su actividad como lector. Crisóstomo fue siempre un admirador de un monasticismo activo y utilitario y se pronunció contra los peligros de una contemplación ociosa.

En 381 fue ordenado diácono por Meletio de Antioquía y en 386 fue ordenado sacerdote por el obispo Flaviano I de Antioquía. Al parecer fue éste el momento más feliz de su vida. Su principal tarea durante doce años consistió en predicar. Adquirió gran popularidad por su elocuencia. Dignos de mencionar son los comentarios que hizo a pasajes bíblicos y la exposición de enseñanzas morales muchas de ellas recopiladas en sus Homilías.

Con el transcurso del tiempo Crisóstomo llegó a ser el sucesor de Flaviano I. Durante su misión como obispo mostró gran preocupación por las necesidades espirituales y materiales de los pobres. También se pronunció en contra de los abusos de los poderosos y de la propiedad personal. Su interpretación directa de las Escrituras (en contraste con la tendencia de Alejandría donde se recurría a una interpretación alegórica) lo condujo a seleccionar para sus charlas temas eminentemente sociales que explicaban el concepto de la vida cristiana.

A la muerte de Nectario el 27 de septiembre de 397 fue instituido de cierta forma en contra de su voluntad como metropolitano de Constantinopla (por su calidad de villa imperial, el metropolitano de Constantinopla recibió posteriormente el título de Patriarca).

Para poder abandonar la ciudad de Antioquia, en donde era tan querido, una escolta militar tuvo que acompañarlo para así evitar la conmoción del pueblo. Quedó instituido como metropolitano el 26 de febrero de 398 por Teófilo, patriarca de Alejandría, quien con gran desgano llevó a cabo el pedido del emperador Arcadio.

Obispo de Constantinopla

Relieve bizantino de Juan Crisóstomo (Siglo XI) en el museo de Louvre

Constantinopla, construida por Constantino en 330 en el lugar de Bizancio, al convertirse en la capital del Imperio Romano de Oriente pasó a ser la principal sede episcopal del Oriente y se convirtió en el centro de la teología oficial, las intrigas palaciegas y las controversias teológicas. A Crisóstomo le desagradaban los privilegios que le habían sido conferidos por su condición de metropolitano. Durante su mandato se negó a ofrecer recepciones suntuosas y criticó el alto nivel de vida que llevaba el clero. Sus esfuerzos por reformar la Iglesia de Constantinopla chocaron con la oposición de los poderosos y del clero corrupto y tuvieron poco éxito aunque incrementaron su popularidad entre las personas comunes. Su estancia en Constantinopla resultó muy difícil.

Teófilo, el patriarca de Alejandría, quería someter a Constantinopla a su poder y se opusó al liderazgo de Crisóstomo. Como era un fuerte oponente de las enseñanzas de Orígines, Teófilo acusó a Crisóstomo de parcialidad ante las enseñanzas de ese maestro y sacó provecho del episodio de los cuatro monjes de Egipto a quienes había condenado por su apoyo a las teorías de Orígenes. Dichos monjes huyeron de la represalia de Teófilo y fueron acogidos por Crisóstomo en Constantinopla. Además Crisóstomo se ganó a otro enemigo en la persona de la emperatriz Eudoxia, esposa de Arcadio, que se vio identificada con las críticas del metropolitano contra las extravagancias en el vestir de las mujeres.

Se puede decir que Crisóstomo se caracterizó por la falta de tacto y temeridad al denunciar las ofensas de las instancias superiores y su actidud condujo a que se creara una alianza en su contra entre Eudoxia, Teófilo y el clero molesto quienes convocaron un sínodo en 403 y acusaron a Crisóstomo de favorecer las enseñanzas de Orígenes. El sínodo (llamado "de la Encina") se pronunció por la deposición de Crisóstomo.

Sin embargo al poco tiempo fue restituido por Arcadio temeroso de la ira del pueblo y porque un incidente que ocurrió en palacio la emperatriz lo atribuyó a la ira de Dios. Sin embargo la paz fue corta. Una estatua de plata que Eudoxia se hizo erigir frente a la catedral fue denunciada por Crisóstomo y una vez más fue suspendido y enviado a una región lejana en la frontera con Armenia.

Cuando el papa Inocencio supo las circunstancias de la deposición de Crisóstomo presentó su protesta pero no fue escuchado. Crisóstomo continuó escribiendo cartas que resultaban de gran influencia dentro de Constantinopla y como su vida se prolongaba más de lo deseado por sus adversarios, se determinó desterrarlo a un extremo fronterizo cerca del Cáucaso. No obstante este nunca llegó a su nuevo destino porque murió en el viaje el 14 de septiembre de 404.

Sus últimas palabras fueron: Doxa to theo panton eneken (Gloria a Dios por todo) [Palladius, xi. 38]. El 27 de enero de 438 su cuerpo fue trasladado a Constantinopla y enterrado en la Iglesia de los Apóstoles donde yacía Eudoxia desde el 404.

Las frecuentes deposiciones de las que fue objeto demuestran la influencia del poder temporal sobre la Iglesia de Oriente en dicho período a la par de la rivalidad entre Constantinopla y Alejandría por ser reconocidas como la sede principal del Oriente. Las hostilidades entre los patriarcas de ambas orbes fueron causa de grandes sufrimientos y rupturas dentro de la Iglesia.

Importancia para la iglesia

Fue apodado Crisóstomo que significa boca de oro por su excepcional elocuencia que le ayudo a que muchos cristianos siguieran su ejemplo y otras tantas personas se convirtieran al cristianismo. Primero fue sacerdote en Antioquia y más tarde arzobispo de Constantinopla donde demostró que lo importante no eran las riquezas si no ayudar a los que más lo necesitan.

Fuente