La costumbre de vivir
La costumbre de vivir. Ahora parte de 1954, cuando todo estaba por vivir y por escribir. En realidad, comienza a desenredar el ovillo en el instante en el que llega a Madrid. Ahí comienza una descripción apasionante de la gente que conoce y a la que trata, los descubrimientos y miserias de la vida literaria española y de sus protagonistas hasta las mismas vísperas de la muerte de Franco. Caballero Bonald no olvida nada, no justifica nada, no perdona nada. Y menos que a nadie, a sí mismo.
Sinopsis
Llega el segundo volumen de las memorias de José Manuel Caballero Bonald, después de Tiempo de guerras perdidas (1995).
Argumento
Un recorrido apasionante y revelador por el mundo de las letras y los libros que tendremos el privilegio de seguir a través de los recuerdos de un personaje capital en el panorama cultural de nuestro país.
Datos del autor
José Manuel Caballero Bonald estudió Náutica en Cádiz y Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, estudios que finalizó en la de Madrid. Fue secretario y subdirector de la revista Papeles de Son Armadans, colaborando con Cela.
En 1959 se trasladó a Bogotá, donde durante cuatro años fue profesor de Literatura Española y Humanidades en la Universidad Nacional de Colombia, marchando posteriormente a Cuba y viajando después por varios países europeos. Desde 1971 a 1975, colaboró nuevamente con Cela en el Seminario de Lexicografía de la Real Academia Española; a continuación, fue profesor durante otros cuatro años de Literatura Española Contemporánea en el Centro de Estudios Hispánicos del Bryn Mawr College.
Continuó desde entonces con viajes por todo el mundo y con su carrera literaria. A lo largo de su trayectoria recibió numerosos premios, tales como el de la Crítica en los años 1963, 1974 y 1977, el Premio Ateneo de Sevilla en 1981, el Premio Nacional de las Letras Españolas en el 2005 y el Premio Nacional de Poesía al año siguiente.
En 2012 fue galardonado con el Premio Cervantes, merecido homenaje a toda su carrera. También cosechó otros galardones como el Francisco Umbral al Libro del Año, que le fue entregado en 2016 por el poemario Desaprendizajes.