Leyenda la Pisadeira

Leyenda la Pisadeira
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Leyenda
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habla de la criatura conocida como la Pisadeira, representación física de las pesadillas.
Es originaria de:Es una de las leyendas de Bandera de Brasil Brasil

La Pisadeira es en algunas historias y leyendas de Brasil, sobre todo en los estados de São Paulo y Minas Gerais, una espeluznante figura femenina, una mujer anciana de aspecto desmadejado a la que se considera como la materialización misma de las pesadillas.

Origen

En la edad media, describían a este ente como un demonio, en el caso de los que se ponían sobre las mujeres lo llamaban Incubo (incubus) y en el caso de un ente femenino que se acostaba sobre un hombre Súcubo (sucubus), hacían esto para tener relaciones con la persona dormida, la cual podría quedar embarazada (como la leyenda de Merlín), enfermar por desgaste o incluso morir. En Brasil este ente conocido como la Pisadeira siempre es femenino, su aspecto es la de una anciana de aspecto descuidado, como si las pesadillas hubieran tomado una forma física, se la describe con el cuerpo extremadamente delgado, una largo cabello descuidado, despeinado y sucio, con unas manos que parecen garras afiladas con las uñas amarillentas, mostrando también unos dientes putrefactos.

No habla pero, emite una oscura carcajada o risas con sonidos graves que surgen de su boca la que siempre mantiene abierta, las personas que no son de su interés no la pueden percibir, solo a quien ella ha elegido puede darse cuenta de su presencia.

Leyenda

Cuentan los brasileños que esta Pisadeira es un demonio femenino, con la forma de una anciana de largo cabello enmarañado, cuerpo esquelético y uñas largas, que entra por las noches para sentarse encima de las personas y provocarles pesadillas. Le encanta hacerlo para alimentarse del miedo de la gente y si uno no tiene cuidado, puede llegar a morir debajo de ella.

La creencia general es que la Pisadeira ronda los techos en la noche buscando un recoveco, una ventana abierta o cualquier otro medio para ingresar a la casa y atacar a sus desprevenidas víctimas. Le gusta hacerlo después de que la persona cena, cuando la somnolencia embriaga a la futura víctima y por ende el despertarse y darse cuenta de lo que le está pasando es casi imposible.

Cuando la persona duerme, la Pisadeira trepa y se coloca sobre el vientre y pecho de la víctima y oprime con todo su peso causando que poco a poco la víctima se asfixie, de esta manera la victima queda paralizada sin fuerzas para reaccionar, aun después de darse cuenta que le está pasando y solo sea un observador indefenso. La mayoría de veces, las victimas se encontraran acostadas dando a impresión como si hubieran muerto durante el sueño, pues este método es casi infalible y la Pisadeira no recurrirá a la violencia a menos que sea imprescindible.

A pesar que la Pisadeira tiene un cuerpo esquelético y aparenta ser una anciana, su fuerza es de lejos superior a la del promedio humano, pues esta se alimenta del miedo y mientras más víctimas tenga más fuerte se hace, aun si no las matara, pues el hecho de que sus víctimas sean conscientes que están siendo asfixiados dejan salir su miedo que es con lo que la Pisadeira se alimenta. No es raro que se presente varias veces a una misma persona, sus ataques pueden durar desde unos pocos minutos hasta varias horas, todo depende que tan entretenida esté con la víctima y cuanto miedo sienta en ella.

Mito o realidad

Producto de su gran popularidad y varios testimonios sobre la existencia de la Pisadeira se ha intentado dar una explicación lógica al fenómeno. En este contexto se afirma que la Pisadeira es producto de un estado conocido como parálisis del sueño. Este se caracteriza por la alteración de funciones motoras perceptivas, emocionales y cognitivas, tales como la incapacidad para realizar movimiento voluntarios, alucinaciones y sentimientos de presión en el pecho, delirios sobre una presencia aterradora y en algunos casos miedo a una muerte eminente. Las diferentes culturas interpretan esta parálisis del sueño desde una mirada paranormal, ejemplo en México se le conoce con la expresión "se me subió el muerto", en cultura afroamericanas se le dice "se me subió el diablo" y en regiones como Brasil se le conoce como la Pesadeira.

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