Luz Isabel Cueva

Hermana Luz Isabel Cueva
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NombreMaría de la Luz Cueva Santana
Nacimiento30 de abril de 1923
Jalisco, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
FallecimientoMayo de 2014
San Salvador Bandera de El Salvador El Salvador
Residenciasalvadoreña
Nacionalidadmexicana
Otros nombresMadre Lucita
Ciudadaníamexicana
OcupaciónMonja
PadresLucio Cueva y Fermina Santana

Hermana Luz Isabel Cueva. Misionera de Santa Teresa, religiosa Carmelita, mexicana de nacimiento y salvadoreña de corazón. Fundadora del Hospital Divina Providencia (El Salvador) para los enfermos de cáncer que no tenían quien los cuidara. Fue la última sobreviviente de las monjas carmelitas que acompañaban al arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero al momento de su asesinato en 1980. Conocida como sor Lucita o madre Lucita, dedico su vida a los mas necesitados, murió a los 91 años en mayo de 2014.

Síntesis biográfica

María de la Luz Cueva Santana nació el 30 de abril de 1923 en Tecolotlán, un pequeño pueblo situado en el estado de Jalisco, México. Sus padres Fermina Santana, llevó el peso de la crianza de los ocho hijos de la pareja, cuatro y cuatro. Lucio Cueva, fue un esforzado agricultor que en el hogar se caracterizaba por ser estricto y protector en exceso con sus hijas. La infancia de Luz transcurrió en los años del México pos-revolucionario, marcados, entre otras cosas, por las tensiones entre la Iglesia católica y un Estado de vocación laica.

La Guerra Cristera, que en la segunda mitad de los años 20 enfrentó al Gobierno contra milicias que cuestionaban las medidas para restringir la autonomía de la Iglesia, tocó a la familia Cueva-Santana, Lucio sufrió persecución por sus simpatías hacia la causa cristera. Sin embargo, ni esta activa militancia logró que le entusiasmara la idea de que Luz y otra hermana menor quisieran ser monjas. Eran otros tiempos, antes del Concilio Vaticano II, y vestir un hábito era con frecuencia sinónimo de despedirse de por vida de la familia. Para evitarlo, Lucio hizo a un lado su faceta de sobreprotector y a las dos las envió a Tijuana, a casa de la hija mayor, casada ella, con la idea de que salir de Tecolotlán les hiciera abandonar su vocación.

Pero no se pueden burlar los planes de Dios –dice madre Lucita–, y allá adonde nos mandó para que conociéramos mundo, allá conocí la congregación.

Cerca de la casa de la hermana había un convento de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa, por lo que en poco tiempo sus deseos se materializaron y el 10 de marzo de 1952, a los 28 años de edad, María de la Luz Cueva se convirtió en la hermana Luz Isabel.

Trayectoria

Arribó a El Salvador en 1964. Las carmelitas de Santa Teresa atendían en esa época el Hospital San Rafael, en Santa Tecla y la hermana Luz Isabel se unió. En ocaciones no se sentía a gusto con la labor pasiva a la que relegaban a las monjas, en especial en la atención de los enfermos de cáncer, considerada en aquella época una enfermedad contagiosa.

Pronto sus sueños se materializaron y gracias al aporte de benefactores, a inicios de 1966 arrancó la construcción del que terminaría llamándose Hospital Divina Providencia. Ni siquiera esperaron a levantar por completo el edificio para recibir a los primeros pacientes, atendidos por un voluntarioso pero reducido grupo de carmelitas. La hermana Luz Isabel se convirtió en la madre Lucita. La obra le permitió además entrar en contacto con Monseñor Romero, con quien pronto entabló una relación de amistad y respeto mutuo. Eran dos personalidades fuertes que, a su manera, congeniaron.

Tras más de una década como superiora en el hospital, madre Lucita se embarcó, siempre bajo el paraguas de la congregación, en otro ambicioso proyecto de beneficencia, la construcción de un centro concebido en principio para los huérfanos que dejaba el cáncer. El Hogar para Niños Divina Providencia comenzó a recibirlos a mediados de los 80.

El hospital y el orfanato son hoy las dos principales cartas de presentación en El Salvador de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa. Madre Lucita nunca ocultó su satisfacción cuando los mencionaba, tal vez porque formaron parte de su vida, ni su avanzada edad fue un obstáculo para seguir pendiente de lo que ayudó a realizar. La osteoporosis le obligó los ultimos años de su vida a auxiliarse de una silla de ruedas para desplazarse, pero siempre mantubo su mirada poderosa y una lucidez envidiable.

Fallecimiento

Madre Lucita, murió el 6 de mayo de 2014 a los 91 años edad por causas naturales, en San Salvador, El Salvador. La religiosa anhelaba vivir más tiempo para ver la canonización del beato Romero, que está en proceso en el Vaticano desde 1994.

Fuentes

  • [1]. Consultado 03/04/2019
  • [2]. Consultado 03/04/2019
  • [3]. Consultado 03/04/2019
  • [4]. Consultado 03/04/2019