Máquinas Bruñidoras

Máquinas Bruñidoras
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Máquinas bruñidoras. Estás máquinas usan el concepto de afilado y lo automatizan, dando como resultado una superficie interna precisa de cavidad circular. El sistema funciona bien con generadores neumáticos o hidráulicos. Las máquinas bruñidoras pueden manejar variados tamaños de piezas.

Bruñido

El bruñido es un proceso de acabado que mediante piedras abrasivas (llamadas también barretas) proporciona características específicas a las superficies de las piezas como tolerancias, rugosidad y canales unidireccionales

El bruñido es el último proceso al que se someten las piezas, principalmente cilindros, para darles un acabado superficial interno específico, que les permite retener mejor los líquidos de lubricación aplicados para su funcionamiento. Este procedimiento genera un rayado interior de la superficie para que en esas rayaduras sea retenido el aceite o lubricante que es aplicado en la pieza cuando está en funcionamiento, y así esta se deslice mejor donde es utilizada, por lo general son parte de un motor, por ejemplo un pistón.

El bruñido corrige redondez, paralelismo, rectitud y concentricidad, errores que pueden generarse en los diversos procesos de mecanizado previos a los que es sometida la pieza.

El bruñido es una operación de acabado de la superficie del producto, por lo que no es utilizado para la modificación de la geometría en bruto del mismo, aunque si es empleado para determinar o ajustar las medidas finales de la pieza.

Elección de la máquina y su herramienta

La máquina para realizar el bruñido varía de acuerdo a la pieza trabajada. En el mercado existen bruñidoras verticales y horizontales, también hay máquinas de mayores dimensiones que son especiales para trabajar tubos de tamaños superiores.

Las máquinas verticales, en el caso de las más robustas, manejan piezas de hasta 121,9 cm de largo. En cuanto al diámetro, las bruñidoras de este tipo pueden trabajar orificios desde 3mm hasta 20,3 cm con velocidades de husillo que van de 90 a 600 revoluciones por minuto (rpm). Ciertos modelos admiten piezas que pesen hasta 900 kilos.

En la actualidad existen bruñidoras verticales que ofrecen al industrial un motor para mover el cabezal y otro independiente para desplazar la carrera de la máquina, lo que las provee de mayor potencia para trabajar las piezas.

También hay equipos de tres cabezales con sistema CNC (Control Numérico Computarizado), que permiten realizar el bruñido en tres fases diferentes: desbaste, semiacabado y acabado. Las piezas que bruñen este tipo de máquinas son, por lo general, cilindros hidráulicos con diámetros entre 25 y 100mm, que tienen una longitud de entre 200 y 1000 mm.

En el caso de las bruñidoras horizontales, hay modelos estándar que bruñen piezas que miden hasta 400 mm de largo con diámetros entre 1,5 y 165 mm. Por lo general, la mayoría de versiones de máquinas de este tipo tienen una longitud de carrera de 6 mm y el motor del husillo puede llegar a una velocidad de 3700 rpm.

En el caso que el industrial realice bruñidos de productos de gran tamaño, hay máquinas horizontales que pueden trabajar piezas de hasta 10 metros de largo, con diámetros entre 40 y 500 mm. Las bruñidoras horizontales trabajan mayores tamaños porque en esa posición hay más estabilidad en la estructura de la máquina, lo que no sucedería si la estructura fuera vertical, debido a que tendría que ser excesivamente alta y esto afectaría la calidad del proceso.

Para realizar el bruñido, los equipos tienen una herramienta especial, similar a un escariador, llamada piedra abrasiva o barreta. Dicha herramienta va montada en un cabezal expansible con una rotación de izquierda a derecha y un avance con carrera vertical ascendente y descendente igual al largo del material a bruñir.

Los movimientos combinados evitan que la piedra abrasiva repita una trayectoria ya realizada sobre la superficie. Al producirse el cambio de sentido de la carrera se obtienen las marcas típicas de estrías cruzadas (rayaduras), que tienen las piezas bruñidas.

Las piedras de bruñir están fabricadas de óxido de aluminio, el tamaño de grano varía según el material que vaya a ser trabajado (aluminio, fundición, acero inoxidable, materiales templados). Los tamaños del grano para realizar el bruñido están entre 80 y 600. A medida que aumenta este número, el grano abrasivo es más fino.

Los abrasivos más empleados en la industria son el corindón o alundum (Al2O3), el carburo de silicio o carborundum (CSi), el nitruro de boro cúbico y el diamante natural o sinterizado.

Importancia del bruñido

El bruñido es aplicado en casi todos los sectores industriales, son sometidos al proceso los trenes de aterrizaje de diferentes modelos de aviones, lo que da cuenta de la magnitud de las piezas que pueden llegar a ser manejadas. Así mismo, el bruñido es utilizado en la industria petrolera y en la industria del gas, las cuales utilizan tubos de tamaños considerables para sus actividades y manejan maquinaria cuyas partes requieren del proceso para tener un rendimiento óptimo.

Otra industria que lleva a cabo el bruñido es la musical, dado que los tubos que utilizan instrumentos como saxofones, órganos, trompetas y similares, son sometidos al proceso de una forma especial, para que queden con tamaños y acabados según sea su fin específico.

Luego de ser bruñidas, las piezas presentan un endurecimiento mayor en su superficie debido a las dislocaciones generadas por la deformación causada en el proceso, hecho que mejora sus propiedades mecánicas y por ende extiende la vida útil de las piezas.

El bruñido también corrige los defectos de las piezas que hayan sido generados en las operaciones previas de mecanizado, como crestas y valle presentes en la superficie, entre otros; lo que permite que haya mayor resistencia al desgaste y se eviten los puntos donde pueden iniciarse grietas de fatiga y corrosión.

Las herramientas intercambiables utilizadas para bruñir, generan ahorro en tiempos de proceso, que se traduce en mayor productividad. Además brindan una precisión de centésimas de milímetro, factor importante debido a que la mayoría de piezas son acopladas a diversos sistemas y requieren una exactitud rigurosa.

Fuentes

  • N. N. Chernov. Máquinas herramientas para metales. Editorial MIR
  • [1]