Maniquí (Modelo articulado)

Maniquí
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Figura articulada de tamaño natural usada específicamente para exhibir ropa en el escaparate o en el interior de un establecimiento comercial. Estos modelos sirven especialmente para demostrar el arreglo de la ropa.

Maniquí. Modelos utilizados especialmente para demostrar el arreglo de la ropa. Figura articulada de tamaño natural usada específicamente para exhibir ropa en el escaparate o en el interior de un establecimiento comercial.

Origen

Tuvo su origen en el antiguo Egipto, cuando un súbdito del faraón con una complexión similar posaba durante días hasta que elaboraban las prendas del tamaño correcto. En la Edad Media se idearon las primeras maquetas que simulaban un torso humano, normalmente hechas de varillas. Hasta comienzos del siglo XVII no se desarrollaron los primeros maniquíes modernos, construidos en madera y yeso, pero solo se usaban para confeccionar prendas.

Nacieron los muñecos de madera articulados que servían a los pintores como modelo, y solo con la Revolución Industrial el maniquí llegó a los escaparates. En París, en 1870, Alexix Marie Lavigne los utilizó para vender crinolina, un tipo de tela elaborada a partir de cerdas entretejidas. Unas décadas antes, en 1856, el rey de la moda francesa, Chales F. Worth, empezó a utilizar modelos vivos que exihibían sus chales de cachemira. El criterio con el que las seleccionaba era sencillo: tenían que ser guapas, con buen tipo y, sobre todo, parecerse a las clientes de Worth.

La civilización egipcia sería según Paglia la convergencia perfecta de la tendencia dionisíaca (ligada al placer, al caos, a las fuerzas ocultas que nos atraen hacia la naturaleza) con la tendencia apolínea (el orden, la geometría, el control: la lucha desesperada contra una tierra dominante). Nefertiti, en este fértil entorno, representa la victoria de la racionalidad. Con su cabeza hiperdesarrollada y sus facciones trazadas a escuadra y compás, establece el criterio de la perfección.

Efectivamente, es sorprendente lo mucho que este mítico busto nos recuerda a los maniquíes que habitan hoy los escaparates. Como escribe Paglia: “El rostro de Nefertiti es el sol de la conciencia alzándose en el horizonte, el marco o la cuadrícula matemática de la victoria del hombre sobre la naturaleza. La cosificación idólatra del arte occidental es un hurto a la autoridad de la madre naturaleza.”

Etimología

Maniquí o maniquíes en plural (del holandés manneken, que significa 'hombre pequeño') es un modelo articulado del cuerpo humano usado por los artistas y por los ecaparatisitas.

Vida secreta de los maniquíes

En la literatura latinoamericana los maniquíes representan el enigma, en el campo del emprendimiento estos pueden pasar a ser oportunidades y transfiguraciones de un futurismo que exige la presencia de seres inertes semejantes al hombre. Es gracias a este fenómeno, presente en el mundo con mayor fuerza desde 1920, que la ciencia ha dado paso a la robótica con la intención de depositar, en la materia inanimada, parte de las funciones terrenales de los humanos.

Con razones exclusivas también se han creado los maniquíes, modelos articulados al ser humano que cumplen diferentes funciones en varias ramas del conocimiento. Lo que buscamos es que cuando una mujer vea una prenda sobre un maniquí realmente pueda imaginarse cómo puede llegar a verse con ella puesta.

Proceso artístico

Darle forma y aspecto humano a un maniquí, más que una labor de fabricación es todo un proceso artístico donde se pone a prueba la capacidad humana de replicarse a sí mismo a imagen y semejanza.

Una vez unidos y para complementar la idea de negocio, organizaron un portafolio de servicios que actualmente ofrecen a sus clientes y en el que brindan opciones de fabricación de maniquíes tradicionales, maniquíes elaborados según las necesidades del cliente y servicio de ‘vitrinismo’, es decir, la organización y adecuación de un maniquí dentro de un espacio determinado y específico.

Así mismo, dentro de esta serie de propuestas innovadoras, Real Dimension ofrece a las empresas compradoras la posibilidad de replicar la imagen de sus marcas en un maniquí, permitiéndole a aquellas marcas que tienen una modelo como imagen publicitaria, contar con un maniquí idéntico a ésta.

Fibra de vidrio

La fibra de vidrio es el principal material con que se fabrican los maniquíes. Estos, antes de adquirir forma humana, son precedidos por un proceso que consiste en: hacer una estructura básica del maniquí con varillas; rodear la figura con poliuretano, proceso que casualmente es denominado como “ponerle el alma al maniquí”; moldear el cuerpo con plastilina y, por último, vaciar la fibra de vidrio. La plastilina y el alma son removidas y reutilizadas posteriormente.

Una vez la fibra de vidrio ha tomado forma de mujer o de hombre, se procede a pintar con aerógrafo, pulir las partes y darle vida al rostro del maniquí.

Utilidad del maniquí

Un maniquí, en la cultura, sirve de decoración y tiene como objeto principal ser portador de prendas de vestir que se exhiben para ser vendidas. Con este mismo objetivo, en Francia, por ejemplo, los artistas usan especialmente estas réplicas del ser humano para demostrar el arreglo de la ropa.

Otro de los campos donde tradicionalmente son usados los maniquíes es la medicina, donde se entiende por maniquí cualquier objeto utilizado para simular la presencia o características de una persona, por ejemplo, existen maniquíes con vías respiratorias que son ideales para la enseñanza de primeros auxilios. Así las cosas, estos pueden ser de una parte o de todo el cuerpo a representar.

Estos objetos inanimados también son de ayuda en la realización de simulacros y en la representación de escenas ficticias de ciertas situaciones humanas.

Fuentes