Manolito Aguiar

Manuel Aguiar García
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NombreManuel Aguiar García
Nacimiento25 de enero de 1940
Marianao, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento1 de noviembre de 1958
Marianao, Bandera de Cuba Cuba

Manuel Aguiar García (Manolito Aguiar). Joven revolucionario cubano asesinado durante la tiranía de Fulgencio Batista.

Síntesis biográfica

Infancia y Juventud

Nació el 25 de enero de 1940 en Marianao, Ciudad de La Habana. De origen humilde, vivía con su familia en Buenavista. El padre trabajaba de guagüero (chofer de ómnibus); la madre tenía una vidriera, una especie de quincalla, en el barrio. Los dos tenían mucho afán de que él estudiara y lo habían matriculado en una escuela privada, sus amigos de adolescencia aseguran que no se sentía bien en aquella escuela con tanta gente de dinero, les chocaban las pepillas y los bitonguitos de la oligarquía, y se fue para el Instituto de Segunda de Enseñanza de Marianao.

Trayectoria revolucionaria

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Con cientos de sueños e ideas ingresa al Instituto de Segunda de Enseñanza de Marianao. Desde los inicios, manifestó su oposición a la dictadura batistiana y sus condiciones humanas lo señalan para la presidencia de la Asociación de Estudiantes.

Su corta vida la puso en todo momento al servicio de sus ideales de liberación y el Instituto se convirtió en su más cercano terreno de enfrentamiento contra la dictadura. En el curso 1954-1955 estando en tercer año es elegido candidato a delegado de ese año para la Asociación de Estudiantes, por su posición revolucionaria, contraria a la tiranía. Saliendo elegido entre los tres delegados de su aula. En ese curso la tendencia revolucionaria llegó a sacar 66 de los 72 delegados de todo el Instituto.

Estando en cuarto año se le promovió a vicepresidente. En las manifestaciones, huelgas y todas las actividades estudiantiles siempre se podía contar con él, tenía la disposición de enfrentarse a la tiranía por cualquier medio y en primera fila.

Su labor movilizativa fue determinante para que los del Instituto de Marianao se solidarizaran con la manifestación que José Antonio Echeverría y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) organizaron contra el director del Instituto del El Vedado, que había implantado en ese centro una disciplina fascista.

A finales de 1957, el prestigio de Manolito como estudiante serio y disciplinado, sus condiciones humanas, sus magníficas relaciones con todos los compañeros y su vertical posición contra la dictadura, hicieron posible su elección como Presidente de la Asociación de Estudiantes, la que tuvieron que aceptar las autoridades del plantel.

En el Cuartel de Columbia, la principal fortaleza militar de Cuba y sede de la jefatura del ejército, tenían emplazada una ametralladora calibre 50 hacia la puerta principal del Instituto de Segunda Enseñanza de Marianao, sito a escasos 30 metros de distancia. Pero no era esa fortaleza (hoy Ciudad Libertad) el único vecino tenebroso del plantel. Cerca también radicaban la 16ª estación de policía, el Buró de Represión Anticomunista (BRAC) y el Servicio de Inteligencia Militar (SIM).

El director de dicho Instituto era amigo personal de Fulgencio Batista, Esteban Ventura y otros asesinos a sueldo. Pero tales inconvenientes no frenaron las ideas revolucionarias del joven estudiante Manolito Aguiar García.

En 1957, con motivo del asesinato del estudiante Conrado Duany por los esbirros del gobierno, Manolito irrumpió en el centro y convocó a una manifestación por tal crimen. Para hacer pública la denuncia el alumnado salió a la calle. No hubo temor por estar centrados entre mirillas de ametralladoras, represores anticomunistas y agentes de Inteligencia. Manolito encabezó la huelga con el revólver del director del colegio apuntándole al pecho para que desistiera de continuar con la protesta.

Como resultado de la manifestación el líder estudiantil fue expulsado del Instituto y arrestado por la policía, continúa estudios en una academia privada de Comercio. Las torturas y amenazas no lo doblegaron.

Expulsado del centro por sus constantes actividades revolucionarias. A partir de ese momento su incorporación a actividades conspirativas se incrementa, y es designado jefe de una zona con el grado de capitán de milicias.

Hacia los finales del año 1958, los sicarios de Batista comienzan a inquietarse por la situación reinante y la represión no se hace esperar en las calles cubanas. Muchos jóvenes encuentran entonces la muerte, entre ellos Manolito.

Su muerte

Manolito aguardaba tranquilamente a un compañero, su contacto con la Dirección del Movimiento 26 de Julio en la capital, mientras tomaba un refresco en el Bar Encanto, en 100 y 51, Marianao.

Era el 1 de noviembre de 1958. La gente caminaba con tensión por la calle. La tiranía batistiana había convocado para dos días después a una farsa electoral de la que ya se sabía que el ganador iba a ser el amigo íntimo del dictador. Pero todos también sabían que los revolucionarios iban a sabotear los fraudulentos comicios.

Ya el contacto tardaba demasiado. Un auto frenó. De él descendieron precipitadamente Ramón Calviño Insua, Riverito y Ariel Lima, traidores del Movimiento, devenidos notorios torturadores y asesinos a las órdenes de la dictadura. Manolito los reconoció enseguida y desenfundó su pistola. Calviño lo hirió gravemente en el cuello.

Los tres traidores se acercaron al caído. Calviño iba alardeando de su puntería, con ademanes de actor secundario de algún filme de vaqueros de Hollywood. Ante la mirada aterrada de los comensales y dependientes, remató a Manolito de un tiro en la sien.

Inmerso en las luchas revolucionarias contra el sistema imperante, la muerte lo sorprende al atardecer del 1 de noviembre de 1958 cuando, junto a otros jóvenes compañeros, se preparaba para denunciar la farsa electoral para extender el régimen de Fulgencio Batista.

Fuentes

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