Masaje del tejido conjuntivo

Masaje del tejido conjuntivo
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Dicke, fisioterapeuta alemana (1884-1952) se había diplomado hace dos años cuando sufrió en 1929 una grave enfermedad circulatoria en su miembro inferior derecho. La extremidad estaba fría y los dedos de los pies estaban al borde de la necrosis; los médicos hablaban de la necesidad de amputar. Con este pronóstico y tras 5 meses de encamamiento comenzó a notar cierto alivio gracias a una automasaje en la región del sacro y de las crestas ilíacas.

Empezó, pues, a trabajar la zona sacroilíaca repartiendo la tensión que allí notaba mediante suaves líneas; poco a poco pudo rebajar la tensión del tejido percibiendo un agradable calor en la zona tratada, sus molestas se iban reduciendo cada vez más, primero localmente y al cabo de varias semanas apareció un hormigueo acompañado de olas de calor que se extendieron hacia todo el miembro inferior afecto.

Este tratamiento consiguió remitir su grave enfermedad en 3 meses; una colega suya continuó tratándola bajo sus indicaciones y poco a poco fue desarrollando un protocolo de tratamiento sistemático. Tras su protocolización descubrió los trabajos del neurólogo inglés Head que describía las relaciones de las zonas en la piel y sus órganos correspondientes, así como el reflejo cutaneovisceral. Esto fue lo que confirmó su método y aportó la primera base científica.

En definitiva, Dicke desarrolló un método terapéutico reflejo dérmico basado en el hecho de que un órgano enfermo puede manifestarse en la periferia del cuerpo en forma de síntomas reflejos y álgidos a través de un reflejo vísceramúsculo- cutáneo.

Efectos fisiológicos

El masaje reflejo del tejido conjuntivo es una terapia neural. Dado que todo órgano enfermo puede proyectarse a la periferia del cuerpo por medio de las vías nerviosas reflejas en los segmentos correspondientes y bajo la forma de distintos síntomas: hiperalgias, tensión tisular, alteraciones vasomotoras, etc. La terapia neural actúa de la periferia del cuerpo a través de las vías nerviosas reflejas y llega al órgano a través del reflejo víscera-músculo-cutáneo.

Dicke, en sus publicaciones ratificadas años más tarde por diversos investigadores, destacó como efectos más importantes del masaje del tejido conjuntivo los siguientes:

  • Efecto local: Se puede influir directamente sobre un tejido, sobre cicatrices, trastornos circulatorios locales, sobre tejidos con funciones restringidas, etc.
  • Efecto reflejo víscera-músculo-cutáneo: Desde la zona tratada se puede influir en órganos internos que pertenezcan al mismo segmento, tanto en su acción motora como en su riego sanguíneo, siendo esto último uno de los principales efectos.
  • Efecto general: De la misma manera que se influye sobre órganos del mismo segmento se puede llegar a influir en otros segmentos a través de reflejos que recoge el sistema vegetativo simpático. De esta manera, un paciente puede empezar a tener una fuerte transpiración o una hiperemia que sobrepasa la zona tratada. Se puede influir y regular a través de la movilización mecánica al trabajar el tejido conjuntivo subcutáneo, tanto el riego sanguíneo local como la liberalización de materias propias del metabolismo celular, primero localmente y después de manera general. Se influye pues, sobre el sistema vegetativo, humoral y endógeno.

Técnica del masaje del tejido conjuntivo

Antes de entrar en la descripción de la técnica, es necesario conocer los

Principios del método Dicke

No trabajar sobre una metámera afectada

  • Superficialidad: trabajando sobre una metámera actuamos sobre todos los elementos de la misma: nervios, piel, tendones, músculos, órganos internos, receptores cutáneos, nociceptores y mecanorreceptores. El trabajo inicial es esencialmente dérmico y será tanto más superficial y lento cuanto más adherentes sean los tejidos y cuanto mayor sea la acción sedativa que se desea obtener.
  • Respetar a cada individuo: debemos evaluar el límite de la reacción del órgano interno (umbral) y respetar este umbral individual para cada sujeto pues, de lo contrario, alteraremos el sistema neurovegetativo, obteniendo una respuesta agresiva y poco terapéutica a nuestro tratamiento. Trabajaremos cada capa de tejido de marea individual comenzando

Proyecciones de órganos

Zonas reflejas de órganos pares

Pleura y pulmón D3-D10

Riñón y uréter D9-D12

Gónadas D1-L1

Órganos impares del lado derecho

Duodeno D6-D10

Íleon D8/9-D11

Hígado y vesícula D6-D10

Apéndice y colon ascend. D9-D12

Órganos impares del lado izquierdo

Corazón D1-D8

Estómago D5-D9

Yeyuno D8-D11

Bazo D9-L1

Colon des. y sigmoideo D9-L1 por la más superficial.

  • Trabajo preliminar de las regiones sacra y lumbar, que permite el reequilibrio neurovegetativo y la liberación de acetilcolina. Desde estas regiones básicas se puede llegar a través de los reflejos hacia las zonas más craneales sin poner en peligro al paciente.
  • Nunca se deben sobrepasar las 20 sesiones consecutivas: si a la quinta sesión de tratamiento hay ninguna mejoría, se debe interrumpir el mismo.

Continuamos vistos estos principios con la:

Descripción de la técnica

La técnica es a la par terapéutica y diagnóstica, se realiza a base de trazos (2 ó 3) en la piel, cuyo estiramiento provoca la estimulación del sistema neurovegetativo. Se aplican los trazos sobre las metámeras sanas y nunca deben provocar una sensación desagradable.

  • La técnica del trazado se compone de 4 fases: localización, tensión mística, trazo y relajación de la tensión. La ejecución manual se hace con los dedos corazón y anular, apoyándolos sobre la región subcutánea y presionando tangencialmente.

Es importante que el dedo que trabaja sea llevado tan lentamente que el tejido tratado por el trazo ceda delante del dedo, teniendo nosotros la impresión de que el líquido intersticial ha sido separado. El estímulo es un ligero estiramiento sobre la piel, sin presionar ya que disminuiríamos el efecto del estiramiento que es lo que buscamos. Los dedos se doblan para formar un ángulo de 45º con la piel. La profundidad de la fricción puede ser modificada al cambiar el ángulo de los dedos con la piel; un ángulo de 60º penetrará a más profundidad que uno de 45. Debería aplicarse suficiente presión para lograr un buen contacto de manera que la piel siguiera el movimiento de los dedos. En el curso de la fricción, la presión y la velocidad deberán permanecer constantes. Cuando se adapta y aplica la técnica correctamente habrá de experimentar el paciente una sensación de rasguño o de rascadura suave al término de la fricción.

Cada sesión individual comienza en el sacro y siempre se regresa a esta zona cuantas veces sea necesario, así como al final de cada sesión. Tras haber trabajado esta zona podemos pasar directamente al tratamiento en las extremidades inferiores. Para ir a las superiores es necesario realizar completa la construcción de base: o sea, tratar la región sacra, glúteos, zona paravertebral lumbar y duodécima costilla.

Si es posible se trata al paciente en sedestación, mientras el fisioterapeuta permanece sentado en un taburete tras el paciente; más adelante para tratar regiones craneales el fisioterapeuta se colocará detrás o al lado del paciente. Si no es posible la sedestación del paciente se le colocará en decúbito lateral o prono, a excepción de las extremidades inferiores que siempre se tratan en decúbito supino.

A continuación exponemos la realización de la construcción de base (rombo) en sedestación, normalmente tiene una duración de 8 a 10 minutos y se aplican 3 trazos cada vez, a excepción de la pelvis donde con dos trazos es suficiente:

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  • Rombo inferior derecho: 3 veces.
  • Rombo inferior izquierdo: 3 veces.
  • Rombo superior derecho: 3 veces.
  • Rombo superior izquierdo: 3 veces.
  • Primer trazo de la pelvis a la derecha: 3 veces
  • Segundo trazo de la pelvis a la derecha: 3 veces
  • Tercer trazo de la pelvis a la derecha: 3 veces.
  • Primer trazo de la pelvis a la izquierda: 3 veces
  • Segundo trazo de la pelvis a la izquierda: 3 veces
  • Tercer trazo de la pelvis a la izquierda: 3 veces.
  • Enganches a la columna lumbar: alternando de derecha a izquierda son 5: 2 veces.
  • Abanicos: se realizan 3 veces a cada lado, alternando.
  • Trazo subcostal a la derecha: 3 veces
  • Trazo subcostal a la izquierda: 3 veces
  • Equilibrantes sobre los pectorales: alternando los lados: 3 veces.
  1. Construcción de base
  • Rombo inferior e interglúteo bimanual o pequeño derivativo: 3 veces.

A esta primera construcción, luego le siguen varias diferentes según las zonas que queramos tratar y que obligan a “enganchar” el fin de una fase con el principio de la siguiente (al igual que en el DLM que para tratar miembros inferiores hay que hacer un drenaje de cuello y de abdomen previamente) y que por orden serían: zona intercostal, zona axilar y hombro, zona cervical, Miembros superiores (obligatorias las 3 fases precedentes) o Miembros inferiores (justo tras la construcción de base).

Exponemos a continuación los dibujos de cada una de estas fases:

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Indicaciones y contraindicaciones

Indicaciones

• Afecciones traumatológicas y reumatológicas: Periartritis escápulo-humeral, epicondilitis, lumbalgias, ciáticas, síndrome de Sudeck, Dupuytren, amputaciones, fracturas, etc.

• Afecciones neurológicas: Parkinson, esclerosis en placas, poliomielitis…

• Afecciones del aparato respiratorio: asma, bronquitis, enfisemas y alergias.

• Afecciones circulatorias: Varices, úlceras varicosas, hemorroides, claudicación intermitente, arterioesclerosis…

• Trastornos viscerales: Gastritis, úlceras, estreñimiento, vesícula biliar.

• Afecciones ginecológicas: amenorreas, dismenorreas, pre y postparto, menopausia, trastornos de la lactancia.

• Cefaleas, neuralgias, estrés, trastornos del suelo.

Contraindicaciones

Absolutas tenemos los tumores malignos, tuberculosis; de forma relativa debemos respetar infecciones (habrá que esperar a que ceda la fase aguda) y la menstruación (igualmente retrasaremos el tratamiento 2 ó 3 días).

No acabaremos este apartado sobre Masaje del tejido conjuntivo sin apuntar que existen otras técnicas particulares: masaje de los puntos nerviosos de Cornelius, masaje de Wetterwald, madaje de las zonas de helad y Von Puttmaker, masaje del periostio de Vogler, masaje de los puntos Knap; si bien algunos de ellos se basan más en la técnica refleja que en el tejido conjuntivo, la técnica de Dicke es la más avanzada y con la que mejores resultados se han obtenido.

Fuente

Libro:Manual de Terapia

Autor:Gajardo – Caballero

Enlaces Externos

http://www.terapiasi.com/que-es-masoterapia.html

http://www.abalnearios.com/masoterapia

http://www.publispain.com/balnearios/masoterapia.html

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