Mastoiditis

Mastoiditis
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Mastoiditis

La mastoiditis es la inflamación, normalmente por un proceso infeccioso, del hueso mastoideo que es parte del hueso temporal, situado detrás del pabellón auricular.

Causas

La mastoiditis es usualmente consecuencia de una infección del oído medio (otitis media aguda). La infección se puede diseminar desde el oído hasta el hueso mastoideo del cráneo, el cual se llena de materiales infectados y su estructura en forma de panal se puede deteriorar. La mastoiditis afecta más comúnmente a los niños. Antes de que existieran los antibióticos, esta enfermedad era una de las causas principales de muerte infantil, pero en la actualidad es relativamente escasa y mucho menos peligrosa.

Síntomas

  • Dolor o molestia en el oído
  • Hinchazón detrás del oído que puede hacer que éste sobresalga
  • Enrojecimiento del oído o en la parte posterior de éste
  • Fiebre que puede ser alta o incrementarse súbitamente
  • Dolor de cabeza
  • Secreción del oído

Tratamiento

El tratamiento para la mastoiditis puede resultar complicado debido a la dificultad para que los medicamentos lleguen a la profundidad suficiente dentro del hueso mastoideo y se puede requerir un tratamiento repetitivo o prolongado. Para tratar la infección, se aplican los antibióticos por medio de inyección y luego se administran los antibióticos orales.

En caso de que la terapia con antibióticos no sea efectiva, es posible que se necesite una cirugía para extraer parte del hueso mastoideo y drenarlo (mastoidectomía). Para el tratamiento de la otitis media subyacente, puede ser necesario un drenaje quirúrgico del oído medio a través del tímpano (miringotomía).

Complicaciones

  • Pérdida de la audición parcial o completa
  • Destrucción del hueso mastoideo
  • Parálisis facial
  • Meningitis
  • Diseminación de la infección al cerebro o en todo el cuerpo
  • Absceso epidural

Prevención y cuidado del oído

Para evitar infecciones graves como la mastoiditis, es necesario tratar y curar adecuadamente todos los problemas de oídos, especialmente las otitis medias o recurrentes. Además, es recomendable seguir una serie de pautas en la higiene y protección de los oídos

  • Para mantener sus oídos limpios, basta con pasar el pico de una toalla o de una gasa humedecida por el pabellón auditivo, sin frotar y sin olvidar la parte de los pliegues detrás de las orejas.
  • La zona interna del oído no se debe limpiar con bastoncillos ni se deben introducir en el conducto auditivo bajo ningún concepto, ya que pueden producir lesiones en la zona y/o provocar una inflamación.
  • La cera de los oídos va saliendo por sí sola; no debe intentar sacarse con nada.
  • Evita que le den corrientes de aire, sécale bien los oídos después de bañarle y abrígale las orejas cuando salgáis de paseo en invierno.
  • Puedes utilizar un difusor de agua marina que permita limpiar tanto el oído externo como el interno de forma delicada y segura. El uso continuado de estos difusores previene de problemas auditivos, como los tapones de cera, y mantiene los oídos sanos.
  • Evita los ruidos fuertes y la televisión o la música muy altas, su audición es más aguda y sensible que la de las personas mayores y podría dañarle.

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