Menelik II de Etiopía
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Menelik II. Fue Emperador de Etiopía, llamada en aquel entonces Abisinia. Fue negus de Soa, en la Etiopía central, y emperador desde 1889 a 1909. Realizó transformaciones en el país convirtiendo una serie de estados semiindependientes, en una nación unida.
Síntesis biográfica
Trayectoria
Heredero al trono de Soa, fue secuestrado por el negus Teodoro II tras la muerte de su padre Haile Melekot, quien lo tuvo cautivo por diez años. Mas tarde defendió la autonomía de Soa junto al emperador Juan IV, a quien sucedió en 1889. Firma con Italia el tratado de Uccialli, en el cual parecía aceptar la protección italiana.
Años más tarde, estalla la guerra entre las dos naciones y en 1896 Etiopía se proclama vencedora y consolida su independencia. Obtuvo el reconocimiento internacional en 1906.
Durante su reinado fundó Addis Abeba, intentó abolir el comercio de esclavos, frenó la nobleza feudal, y dio a Francia la concesión del ferrocarril desde Djibouti y aplicó una política de modernización militar, económica y cultural que sentó las bases de un Estado moderno.
Anécdotas
Es de destacar las anécdotas que Gregorio Doval cita en su obra El libro de los hechos insólitos, donde Menelik convencido de que al comer páginas de la biblia sanaría, se come las páginas del Libro de los Reyes.
Poco después de que fuera probada con éxito la primera silla eléctrica de la historia, los fabricantes recibieron un pedido de tres sillas por parte de Menelik II. Cumplido el encargo, no pudo llegar a estrenarlas porque Abisinia no contaba con energía eléctrica. El emperador, utilizó aquellas sillas como tronos imperiales.
Se cuenta que Menelik dudaba de la solidez de un puente cuya maqueta le presentaron para su aprobación. El monarca se acercó a la maqueta y la golpeó con el puño, causando el natural estropicio en el modelo, lo que demostraba la falta de solidez del futuro puente. Sus consejeros prepararon un segundo modelo, esta vez con sólida madera que intentó aplastar y como no pudo, aprobó el proyecto.
El día que recibió los primeros aparatos de teléfono los hizo instalar en casa de su tesorero para poder comunicarse con él. El prodigio duró poco. El tesorero recibió una descarga eléctrica y fue quemado por los sacerdotes quienes consideraron el hecho diabólico.
Muerte
Muere en 1913 en Adís Abeba, de un segundo ataque de apoplejía. Ya desde 1906 su salud había comenzado a deteriorarse y años más tarde, afectado de parálisis nombra sucesor a su hijo Liy Yassu.
