Monasterio de la Madre de Dios (Olmedo)

Monasterio de la Madre de Dios (Olmedo)
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Institución
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Los orígenes del convento se remontan al año 1528.
Tipo de unidad:Religiosa
País:España
Dirección:Olmedo (Valladolid), España.

El Monasterio de la Madre de Dios, es un monasterio de monjas dominicas fundado en 1528 como Beaterio.

Orígenes

El Monasterio comenzó su andadura el año 1527 cuando la generosa donante Dª Francisca de Zúñiga, viuda del Corregidor de la Villa, decidió dejar su casa y algunos bienes para fundar en ella un Monasterio de Monjas de la Orden de Santo Domingo, con el título de “Madre de Dios”.

Orígenesdel Monasterio

El edificio del Monasterio pertenece a la estructura de las casas señoriales de la época. Está situado frente a la Iglesia mudéjar de San Andrés, dentro de la “Ruta del mudéjar”. A lo largo del tiempo, sucesivas reformas para acomodarlo al uso conventual, como refectorio, dormitorios, iglesia… han hecho posible que en este vetusto edificio hayan podido habitar, en algunos años, casi un centenar de monjas y formandas.

El templo del Monasterio es sencillo, de una sola nave con retablo barroco. Destacan en su hornacina central la imagen de Santo Domingo, atribuido a Roque Muñoz. En el ático destaca una hermosa tabla de la Anunciación de la Virgen, exquisita obra de influencia flamenca, que se puede fechar a principios del siglo XVI.

Historia

Fundado en 1528, hacia 1830 adoptó el orden de clausura. Durante la primera desamortización, el monasterio a pesar de la prohibición del gobierno, siguió en activo en la figura de la priora Madre Isabel de Garcimartín, que junto con tres novicias con ropa de seglar, mantuvieron el monasterio hasta 1868, cuando retomó su condición religiosa, aunque con menos auge llegando casi a desaparecer en años posteriores. En la década de 1950, pidió ayuda a la Comunidad de Dominicas de Daroca (Zaragoza) la cual les remite tres monjas para continuar con la obra religiosa (entre ellas, Sor Teresita del Niño Jesús Pérez de Iriarte). El edificio actual data del siglo XVII y fue reconstruido en el siglo XIX.

La iglesia barroca que hoy posee sustituyó a la primitiva. De ladrillo y hormigón, consta de una sola nave entre contrafuertes cubierta de bóveda de arista y cañón con lunetos. En el crucero se eleva una cúpula sobre pechinas.

Interior de la iglesia

El retablo mayor contiene una escultura de Santo Domingo de Guzmán y una tabla de la Anunciación de finales del siglo XVI. Nunca este Monasterio había llamado por nada la atención: ni por su arte, ni por alguna vida santa que irradiase hacia afuera, ni por ninguna especialidad. Era un desconocido; uno de tantos.

No obstante, en 1972, una mujer dinámica y santa murió allí y cuyo liderazgo fue instrumental para que este monasterio floreciera. Ella atraería muchas vocaciones a este monasterio, jóvenes en su inmensa mayoría. En pocos años otras cinco fundaciones saldrían de este Monasterio, seguidas por cuatro más; para que esta vieja y pobre casa se haya convertido en una hoguera de vitalidad espiritual, de profundidad contemplativa, de estricta observancia claustral, de vivísimo sentido eclesial y por ende apostólico y misionero, de intensa vida litúrgica cultivada y gustada, un centro de trabajo, de austeridad, de silencio...

Interior del Monasterio

Un Monasterio donde se respira paz y alegría, donde la unidad de tantas monjas se palpa con las manos, fruto todo ello de la caridad, del amor. Se explica la afluencia de vocaciones, precisamente en esta hora de crisis vocacional, de crisis por la que atraviesa esta vida religiosa de oración y de contemplación, en esta hora de crisis de fe.

Pues bien, en los cimientos de este hecho, de este movimiento, nos encontramos con el nombre y la vida de una mujer, Madre Teresa María de Jesús Ortega Pardo. Quisiera acertar a trazar, ¡cosa muy difícil!, el perfil espiritual de la misma. Es para mí (Don Baldomero Jiménez-Duque, autor de esta semblanza espiritual) una suave obligación, ya que mi encuentro con Madre Teresa a lo largo de su vida lo ha hecho un deber ineludible.

Fuentes