Monumentos funerarios

Monumento Funerario
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Concepto:Es el monumento que se dedica a la conmemoración fúnebre

Monumento Funerario es el monumento que se dedica a la conmemoración fúnebre. Dependiendo de sus dimensiones y de que acojan o no un espacio interno, pueden considerarse arquitectura funeraria, que puede ser una tumba o sepultura, un mausoleo o un panteón o un un cenotafio.

Las tumbas

Puede ser una tumba o sepultura, si el monumento contiene la presencia de un cadáver (sus restos completos, especialmente si coincide con el lugar de la inhumación, parciales, si se ha producido un traslado o algún tratamiento intermedio -como la momificación-, o reducidos a cenizas si la técnica previa no ha sido la inhumación sino la cremación).La denominación tumba colectiva o enterramiento colectivo se reserva para otro tipo de enterramiento, bien no monumental o bien de otro contexto histórico-cultural, como los monumentos megalíticos.

Los panteones

Los monumentos que contienen varias tumbas se denominan panteón.

Los mausoleos

Mausoleo

El término mausoleo se usa para referirse a las tumbas construidas de forma esplendida con todo tipo de detalle y gran solemnidad, proviene de Mausolo, gobernador (sátrapa) de la provincia de Caria que falleció en el año 353 a.C.Su hermana (y a la vez esposa) Artemisia II asumió su cargo, mandando erigirle un monumental sepulcro y para ello reunió a los artistas griegos dedicados a la escultura y arquitectura más importantes de la época. Hasta allí se personaron Briaxis, Escopas, Leocares, Sátiros, Timoteo y Piteos, quienes diseñaron un templo funerario en Halicarnaso en el que colocaron la tumba rectangular de mármol y la rodearon de 36 columnas jónicas sobre las que descansaba un arquitrabe y sobre este una pirámide en la que colocaron un carro de bronce con las estatuas de Mausolo y Artemisa (que falleció un año antes de ser finalizada la obra).El 350 a.C el monumento estaba terminado, convirtiéndose en todo un símbolo que dio origen al término ‘mausoleo’. En 1404 fue destruido por un terremoto.

Los cenotafios

Si el monumento no contiene el cadáver, pero simula una tumba. Si únicamente es un lugar de recuerdo, sin referencia sepulcral, se suele denominar memorial (expresión no recomendada por la RAE, que prefiere "monumento conmemorativo"). Son muy habituales los denominados "monumento al soldado desconocido", que a veces sí incluyen los restos de uno de ellos (denominándose propiamente "tumba del soldado desconocido").

El primer monumento funerario de Cuba

Primer Monumento_Funerario_en_Cuba

La lápida erigida a doña María Cepero, muerta por un disparo de arcabuz, se condidera el primer monumento funerario de Cuba.En 1557, justamente en el sitio en que se edificara en el XVIII el Palacio de los Capitanes Generales, se encontraba allí la primera iglesia construida en la Villa San Cristóbal que contaba con dos naves, una sacristía y un cementerio. Las paredes de la iglesia eran de tierra y los arcos y columnas de piedra. En ella se rindió culto a San Cristóbal, patrón de la ciudad. La iglesia tomó el nombre de Parroquial Mayor.

Doña María Cepero, perteneciente a una de las familias principales de La Habana, vivía al cruzar la calle, en la esquina de Obispo y Oficios, en la casa donde hoy se encuentra el restaurante La Mina. La dama se encontraba en la Parroquia Mayor, en una fiesta religiosa organizada por ella misma cuando fue herida de un disparo de arcabuz de los que se hacían para solemnizar la fiesta. La dama habanera no pudo sobrevivir. En su honor se erigió una lápida, en latín cuyo texto en español reza: "Casualmente herida por un arma aquí murió Doña María Cepero. Año 1557. Padre Nuestro. Ave María". La lápida, es una tarja en forma de hornacina con una cruz, en altorrelieve y la inscripción latina se encuentra en la parte inferior a manera de pedesta.

Al ser demolida la Parroquial Mayor, la tarja estuvo instalada en un muro del Palacio de los Capitanes Generales, después en el patio del hoy Museo de la Ciudad y años más tarde, con las obras de restauración de la Calle Obispo, pasó a un muro de la casa de su familia, actualmente el Café Restaurante La Mina. Así culmina la historia referente al primer hecho trágico ocurrido en San Cristóbal de La Habana que ha quedado eternizado en una lápida.

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