Museo y Centro Didáctico del Encaje de Castilla y León

Museo y Centro Didáctico del Encaje de Castilla y León
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Información geográfica
PaísEspañaBandera de España
Información general
ColeccionesSe exponen piezas de encajes y bordados, indumentaria, piezas litúrgicas, paños de ritual, ajuar doméstico.
Información visitantes
DirecciónCalle Carnicerías nº 6 47100 Tordesillas (Valladolid)

El Museo del Encaje de Castilla y León surgió de la inquietud por restituir los encajes históricos de esta región, que estaban en fase de extinción. La tarea fundamental del Museo del Encaje es la de mostrar aquellos encajes que tuvieron gran relevancia en otras épocas y que cayeron en el olvido, concienciando a la vez de lo importantes que fueron y son para la cultura tradicional de Castilla y León.

Descripción

Está situado en una casa del siglo XVII, restaurada para la instalación del Museo, en el casco histórico de Tordesillas. En la actualidad son muchas las personas interesadas en conocer y estudiar esta colección, resultado de un trabajo de treinta años de recopilación, investigación y restauración. Se trata de un museo vivo, ya que en las visitas didácticas muchas personas expresan su deseo de adentrarse en alguna de las múltiples e interesantes facetas que proporciona el ilimitado mundo del encaje, bien en su historia, diseño o técnica. Aunque la finalidad es recuperar y conservar todas las técnicas del encaje de Castilla y León, se elaboran en el Centro Didáctico todos los encajes europeos, particularmente aquellos que influyeron en los españoles. El museo cuenta con cinco salas abiertas al público en las que se muestra una parte de la colección, con una representación de encajes eruditos y populares, fundamentalmente elaborados en la región. Está complementado con piezas u obras de otros países, así como con utensilios de otras épocas para la transformación de textiles. Se exponen piezas de encajes y bordados, indumentaria, piezas litúrgicas, paños de ritual, ajuar doméstico, etc. Varios premios avalan el prestigio reconocido internacionalmente, siendo constantes las visitas de responsables de escuelas y museos de otros países, bien para conocer y analizar los encajes, o para asistir a cursos especializados. La extensa biblioteca, especializada en artes textiles e indumentaria, es otro de los instrumentos indispensables con los que cuenta el Museo para la investigación.

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Historia

El inicio del encaje en Castilla y León es muy oscuro, debido tal vez a que la palabra encaje sólo esté documentada desde el siglo XV. De cualquier modo, sabemos que el entrecruce de hilos procedentes de fibras, se remonta a las primeras civilizaciones. Con las Edades de los Metales se descubrieron las técnicas de estiramiento de los mismos, inventándose entonces los hilos de cobre y también de oro. Según investigadores competentes en esta materia, el encaje se realizaba ya en tiempos remotos, empleándose mallas para la caza y redes de pesca, pero aquí nos limitaremos exclusivamente a las referencias sobre el encaje castellano que conocemos a través de documentos y estudios acreditados. (En el año 1252 Alfonso X dictó una pragmática sobre el uso de ciertos adornos. Hacia los años 1330 Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, nos señala incluso que las mozas serranas usaban adornos en los cuellos.) En documentos de finales del siglo XV y también en los siglos XVI y XVII, aparecen términos que sin duda se refieren a las labores de encaje: deshilados, cayreles, randas, redecillas y rapacejos labrados. Así aparecen en los inventarios de la recámara de la Reina Católica del año 1505, que se guardan en el Archivo de Simancas. Tras la consulta de la relación de libros que pertenecieron a la Reina Juana I de Castilla, no se ha encontrado ninguno con modelos referentes a estos trabajos, pero en el inventario de los bienes, ropas, alhajas y muebles de los que se hacen cargo sus camareros desde el año 1509, aparece una colección de dechados. En España no existían en aquella época libros con patrones e instrucciones para realizar los encajes, pero en su lugar se utilizaban los dechados (muestrarios de labores). En el siglo XVI los encajes más abundantes fueron elaborados a la aguja. En la primera mitad del siglo XVII se trabajaron más los bolillos, teniendo estos últimos usos más generales. De los primeros tuvimos importantes focos en Salamanca y Valladolid.

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Muy abundantes fueron en Castilla y León durante estos siglos los encajes metálicos de oro, plata y sedas polícromas realizados con bolillos. Tenían generalmente dibujos geométricos, utilizando diferentes tipos de hebras en su elaboración. La técnica consistía en introducir entre el tejido, laminillas y torzales metálicos para realzar los relieves y dar mayor impresión de riqueza. En el siglo XVII se abusó del lujo y los encajes. Felipe II por este motivo dictó una pragmática restringiendo el uso de los encajes. Felipe III continuó con la misma política y en 1623 ordenó que los hombres utilizaran sencillos alzacuellos y que las damas usaran gorgueras y vueltas de puño sencillo sin adobo.

A finales del siglo XVII los encajes con características netamente castellanas decayeron adoptando influencias del exterior, realizándose en los siglos XVIII y XIX encajes impuestos por otros países o regiones.

Asociación Promotora del Encaje de Castilla y León

El Museo y Centro Didáctico del Encaje de Castilla y León alberga la sede de APECYL (Asociación Promotora del Encaje de Castilla y León), fundada en el año 1989 con el deseo de recuperar el arte del encaje en Castilla y León.

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Partiendo de este objetivo fundacional se desarrollan sus actividades dentro de diversos campos de acción: Estudio e investigación de los encajes históricos y tradicionales de Castilla y León, que se llevan a cabo mediante la recuperación de piezas antiguas, visitas a museos con piezas de encajes y búsqueda en archivos. Recuperación y aprendizaje de las diferentes técnicas encajeras (aguja, bolillos...), a través de seminarios y congresos dirigidos por especialistas en las diferentes materias. Con esta finalidad se edita la revista semestral El Husaño, que recoge todo el trabajo de investigación, creativo y educativo que la Asociación lleva a cabo.

Centro Didáctico del Encaje del Museo

En el aula didáctica del Museo del Encaje existe una enseñanza programada de cinco años. Los alumnos proceden generalmente de las distintas provincias de la comunidad de Castilla y León y asisten a clase un día a la semana. Las clases son impartidas por Dña. Natividad Villoldo Díaz y D. Juan Carlos Posada Pérez. Debido a la demanda desde hace unos años se han creado otros cursillos denominados módulos a los que asisten personas de otros lugares de España y de Europa.

  • Módulos: En los módulos se enseñan todas las técnicas de encaje: bolillos, malla, aguja, macramé, deshilados y bordados. Cada época y cada lugar poseen encajes y bordados con características propias. Se estudian los encajes creados desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Los programas abarcan el estudio de la historia del encaje, diseño, gráficos, catalogación y restauración. La enseñanza es individualizada, debido a la limitación del número de alumnos. La opción de enseñanza modular permite realizar dos módulos al año (20 horas cada módulo) y se suele realizar en fines de semana. Cada grupo fija las fechas del módulo siguiente. Existe una enseñanza permanente.

Fuente