Niños en la playa
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Niños en la playa, obra del pintor español Joaquín Sorolla y Bastida, atesorada por el Museo del Prado, corresponde a una de las etapas más fecundas y exitosas del autor y es representativa de uno de los temas más populares que cultivó Sorolla y donde se plasma lo mejor de su arte, la figuración de personajes al borde de la línea de olas de la playa.
Descripción
El cuadro Niños en la Playa, fue pintado en 1910, en la costa Valenciana en España. Tres niños aparecen tumbados en la playa, en el lugar donde el agua de las olas se mezcla con la arena, muy cerca de la orilla. Los cuerpos de los niños desnudos, como se bañaban en los primeros años de siglo los muchachos de pueblo, demuestran el perfecto dominio del pintor sobre la anatomía humana. El chico que está en medio, muestra su cara, en absoluto definida, en la que el pintor capta la expresión sólo con la mirada.
La obra es un estudio de luz, una luz intensa que resbala por los cuerpos desnudos de los pequeños, sobresale el pelo rubio del chico en el centro de la composición, cuyo color se confunde con el de la cálida arena.
El pintor logra captar, de manera magistral, las sensaciones del aire al evaporarse sobre los cuerpos mojados, consiguiendo transmitir calidades esmaltadas, al tiempo que la luz solar, al estar dentro del agua, parece como palpitar en los reflejos acuosos de los cuerpos. Observando este cuadro, el espectador puede respirar la atmósfera del Mediterráneo, que Sorolla tan bien conocía.
Características
Lo colores son vivos, luminosos y buscan un enriquecimiento con el movimiento de las figuras, como intentando que las manchas que conforman las mismas ofrezcan una gran variedad de facetas y matices dentro de un mismo color. Sus toques de pincel son alargados, delatando una extraordinaria facilidad de ejecución. Las sombras tienen un color especial según rasgos del Impresionismo, se emplea el malva, el blanco y el marrón para conseguir los tonos de estas.
