Nicolás del Campo

Nicolás del Campo
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NombreNicolás del Campo
Nacimiento12 de marzo de 1725
Sevilla, España
Fallecimiento17 de febrero de 1803
Madrid, España
Partido políticoPatriota

Nicolás Felipe Cristóbal del Campo y Rodríguez de Salamanca II marqués de Loreto (n. Sevilla; 12 de marzo de 1725 - f. Madrid; 17 de febrero de 1803), fue un noble, militar y gobernador colonial español que ejerció el cargo de virrey del Río de la Plata.

Inicios

Nació en Sevilla en 1725 en el seno de una familia noble y culta de origen flamenco emparentada con la nobleza local (su abuelo paterno se apellidaba van der Velde que traducido al castellano pasó a ser del Campo). Sus padres fueron Nicolás Ignacio del Campo y Cuesta, I marqués de Loreto, y Josefa Arcadia Rodríguez de Salamanca y Solís. Como ilustres vecinos que eran de la feligresía de San Nicolás, la familia Del Campo costeó en buena parte las obras de reconstrucción de la parroquia que culminaron en 1758. También eran patronos de su capilla mayor, en cuyo retablo permanece todavía el escudo del linaje. Nicolás del Campo tuvo nueve hermanos, de los cuales guardó especial relación con Pedro José, que fue canónigo racionero de la catedral de Sevilla, así como con Benito, veinticuatro, procurador mayor de la ciudad y caballero maestrante.

Trayectoria antes del cargo

El marqués de Loreto fue un ilustrado, como demuestra el hecho de haber formado parte de los fundadores, junto con su hermano Benito del Campo y otros caballeros sevillanos, de la Sociedad Económica Sevillana de Amigos del País en 1775. Hizo carrera militar, teniendo los empleos de coronel del regimiento de milicias provinciales de Sevilla y brigadier de los Reales Ejércitos. Participó en la invasión del norte de Portugal de 1761 en el marco de la guerra de los siete años y en el Sitio de Gibraltar de 1779.

Virrey del Río de la Plata

Por real provisión de Carlos III de 13 de agosto de 1783 fue nombrado virrey del Río de la Plata, cargo en el que tomó posesión en Buenos Aires el 7 de marzo de 1784. A diferencia de la mayoría de los anteriores virreyes, no había tenido experiencia política alguna en la América española antes de llegar a Buenos Aires. Demostró ser un administrador honrado y capaz para ejercer el virreinato, cuya importancia crecía vertiginosamente. Se encargó de continuar con la formación y el fortalecimiento de la Real Audiencia de Buenos Aires, que había sido creada en 1783 por su predecesor; tuvo que hacer frente al establecimiento del régimen de intendencias en el Río de la Plata — instituyendo ocho de ellas y creando Intendencia de Puno, incorporada al Virreinato del Perú en 1796 — prosiguió el arreglo de las calles, haciendo empedrar algunas y al nuevo sistema de relaciones entre los intendentes y el virrey, con sus facultades y prerrogativas tradicionales. También fomentó la economía en todos sus niveles, tratando de promover la agricultura, estimulando el cultivo del trigo, sin descuidar la industria ganadera, buscando nuevas fuentes de sal de buena calidad y bajo costo para facilitar el funcionamiento de los saladeros de carne vacuna (introducidos una década antes). Mejoró las instalaciones portuarias, luchó contra el contrabando e introdujo una nueva política de coexistencia pacífica y un comercio provechoso con los aborígenes.

Regreso a España

En 1789 fue reemplazado por el virrey Arredondo, volviendo a su Sevilla natal con el grado militar de mariscal de campo. Soltero y ya anciano, se fue a vivir junto su hermano Benito del Campo, habitando junto a él y a su esposa en la casa que el matrimonio había edificado en la calle de San José nº 13. Esta casa palaciega, cuya fachada preside el escudo del marques de Loreto, todavía se conserva gracias a que fue rehabilitada a finales del siglo XX como una de las sedes de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Años después de su regreso a Sevilla, Nicolás del Campo fue nombrado Gentilhombre de Cámara de Su Majestad, con entrada, lo que le facultaba para pertenecer a los círculos cortesanos más inmediatos al rey Carlos IV. Por ello trasladó a Madrid, donde murió el 17 de febrero de 1803 a la edad de 79 años. Fue sepultado en la cripta del altar mayor de la parroquia de San Sebastián.

Fuente

Falcón, Teodoro, "El patrimonio artístico del I marqués de Loreto (1687-1772) y de la familia del Campo".