Oso negro japonés
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El Oso negro japonés u Oso japonés (Ursus thibetanus japonicus) es una de las subespecies que componen la especie U. thibetanus, un mamífero úrsido. Recibe su nombre común debido a su denso pelaje de color negro excepto por una zona en forma de media luna blanca en la región del pecho.
Descubrimiento
Este oso fue descrito originalmente en el año 1857 por el zoólogo alemán Hermann Schlegel. En el año 2015, un estudio que analizó los rasgos genéticos y las relaciones filogenéticas entre las especies de osos asiáticos arrojo un resultado llamativo, ya que los haplogrupos recuperados para los taxones que se daba como formadores de la especie U. thibetanus indican no monofilia, como resultado de la exclusión de una única secuencia, representada por un individuo de U. t. japonicus.
Este resultado es de interés taxonómico, porque prueba que ha habido un sustancial aislamiento, temporal y genético, de las poblaciones japonesas respecto de las continentales, el cual resultó ser mucho más prolongado del que se postulaba tradicionalmente.
Características
Es capaz de adaptarse muy bien a gran variedad de cambios en su entorno natural, a través de estas adaptaciones han sido capaces de continuar y sobrevivir. No son frecuentemente vistos por las personas en la naturaleza, a menos que sepan dónde buscar.
Pasan la mitad de su vida en los árboles en lugar del suelo, siendo uno de los más grandes mamíferos arbóreos. Estos pueden hibernar, pero no todos lo hacen, y muchos de ellos permanecerán despiertos durante todo el año. Otros duermen por períodos cortos de tiempo. Los expertos creen que la región donde viven juega un papel en si van a hibernar o no, y por cuánto tiempo lo harán. La disponibilidad de alimentos, así como la temperatura afecta a sus cuerpos, y por lo tanto, determina su modo de hibernación.
Es el animal terrestre de mayor tamaño que podemos encontrar en Japón, llegando a alcanzar los dos metros de altura y pesar unos 400 kilos. Habita exclusivamente en la isla de Hokkaido. Su dieta es onmnívora, aunque se alimenta principalmente de nueces y bayas.
Se diferencia de otros osos negros asiáticos por carecer de la gruesa piel del cuello, característica de las subespecies continentales, y por tener el hocico de color más oscuro, es todo de color negro excepto por una zona en forma de media luna blanca en la región del pecho.
La piel alrededor del cuello es muy gruesa, y, con frecuencia da la apariencia de una melena.
Posee un tamaño relativamente pequeño; el peso de los ejemplares adultos es de entre 60 y 120 kg en el caso de los machos y entre 40 y 100 kg para las hembras. La longitud corporal varía entre los 110 y los 140 cm.
Hábitat
El oso japonés es endémico de Japón, donde presentaba poblaciones en varias islas.
- En Honshū, la isla principal del archipiélago japonés, la cual tiene una superficie de 230.500 km².
- En la isla de Shikoku, de una superficie de 18 297 km².
- En la isla de Kyūshū la población que la habitaba está extinta.
Se encuentran sólo en Asia, en países como Corea, China, Rusia y Japón. Se mueven en terrenos montañosos, y habitan en los bosques de hoja caduca, bosques mixtos entre otros.
Tienden a trasladarse a elevaciones más altas en los meses más cálidos, alcanzando alturas de hasta 3.500 metros en el Himalaya durante los meses de verano, bajando hasta 1.500 metros en invierno.
Reproducción
El apareamiento tiene lugar a mediados de junio hasta mediados de agosto, con un período de gestación de 200-240 días. Tienen la capacidad de retrasar la fijación del embrión en el útero y dar a luz en el momento más adecuado. Esta estrategia reproductiva se denomina “implantación diferida” por lo que algunas de las crías nacen durante el invierno, mientras que otros nacen en la primavera.
Casi todas las hembras embarazadas hibernan desde noviembre hasta marzo, teniendo, previamente, el tiempo para preparar su madriguera durante el mes de octubre.
Por lo general, nacerán dos cachorros, las madres cuidarán de sus crías un los dos primeros años de vida, luego, les animará a ir por su cuenta.
