Osteocondral Autólogo
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Sumario
Historia
La Osteocondral Autólogo es una afección del cartílago hialino en cuya causa se han sugerido diversos factores desencadenantes, uno de ellos es el traumático, mientras que la práctica clínica ha demostrado que la rodilla es la articulación del cuerpo humano más afectada por dicha dolencia.1, 2 La osteoartritis (OA) es una de las enfermedades reumáticas que tiene una alta frecuencia de aparición y afecta en mayor medida a personas de edad avanzada. Así, el 50 % de las mayores de 65 años muestran signos radiológicos de la enfermedad lo que permite determinar como tendencia su presencia, en un futuro muy próximo, en más del 80 % de la población mayor de 80 años. Tales datos han hecho aseverar a algunos especialistas que estamos ante la enfermedad del siglo XXI.
Los eslabones de tratamiento abarcan medidas no farmacológicas en las que la rehabilitación desempeña el papel fundamental y los analgésicos y antiinflamatorios no asteroideos constituyen los agentes más usados.3 Sin embargo, el tratamiento quirúrgico constituye una opción cuando el conservador no aporta el alivio suficiente o cuando la enfermedad se encuentra muy avanzada y se requiere la sustitución articular.
En los casos en los cuales la enfermedad no es severa y el tratamiento conservador no ha sido satisfactorio, se han aplicado diversas técnicas artroscópicas dentro de las que se encuentra el lavado articular, el desbridamiento, la abrasión y las perforaciones. Estas técnicas han mejorado el estado funcional de los enfermos y han aliviado sus síntomas, pero sus efectos sobre la evolución de la enfermedad no han quedado claros. El cartílago articular tiene muy escaso potencial de autorreparación por lo que se considera que un daño mecánico en su superficie pudiera constituir el desencadenante de la OA en personas jóvenes, sobre todo, en aquellas articulaciones que soportan carga como son las de la rodilla; de ahí que pudiera ser útil su restauración, por medio del trasplante osteocondral Autólogo, cuando los defectos no son muy grandes, técnica también conocida como mosaicoplastia.
Métodos:
Con el fin de evaluar la eficacia del trasplante osteocondral Autólogo en el tratamiento de los defectos del cartílago de la rodilla se diseñó un estudio preliminar, prospectivo, abierto y controlado en un grupo de pacientes que acudieron a la consulta de ortoscopia del Servicio de Reumatología del Hospital "Hermanos Ameijeiras" con diagnóstico de OA de rodilla según los criterios del Colegio Americano de Reumatología (ACR),5 fueron exceptuados los casos con más de 50 años e incluidos los que tenían grado I o II según la escala de Kellgren y Lawrence.
Criterios de inclusión:
• Historia de proceso traumático un año previo al inicio de los síntomas.
• Consentimiento para realizarse una artroscópicas.
• Lesión única del cartílago en área de apoyo del cóndilo femoral, menor e igual a 2,5 cm de diámetro (evaluada en la artroscópicas). • Dolor persistente.
• Edad menor de 50 años.
• Cumplir con el resto de los criterios ACR para OA de rodilla.
• Tener grado I y II según la escala de Kellgren y Lawrence desde el punto de vista radiográfico.
Criterios de exclusión
• Padecer de alguna enfermedad reumática inflamatoria.
• Tener más de 50 años.
• Presentar más de una lesión en el cartílago del cóndilo femoral, una deformidad en varo o valgo mayor de 10º, una OA grado III o IV, según la clasificación de Kellgren y Lawrence.
Proceder quirúrgico
La zona receptora se prepara para el implante de los cilindros osteocondrales marcando la base ósea del defecto con una guía de bordes afilados que ayuda a optimizar la cobertura y determinar el número y tamaño de injertos que se necesitan tomados del área donante.
La zona donante recomendada es la periferia de los cóndilos femorales al nivel de la articulación patelofemoral y por encima de la tróclea. Con la rodilla extendida, puede emplearse la vía de acceso contra lateral para proporcionar un acceso perpendicular al sitio donante. Debe crearse una vía de acceso adicional si el acceso perpendicular deseado no puede lograrse a partir del ya existente. Seguidamente se introduce el obturador para obtener el cilindro que es llevado a la zona receptora donde es implantado.
El injerto debe quedar al mismo nivel de la superficie articular, estos pasos se repiten en los implantes subsiguientes para lograr un buen índice de llenado, los injertos posteriores deben ser insertados inmediatamente adyacentes a los ya colocados.
Cuando todo el sitio receptor está cubierto se realiza una prueba funcional para comprobar la congruencia del área implantada. Los cuidados posoperatorios se indican en el siguiente orden: utilización de analgésicos y crioterapia desde el inicio, limitar el apoyo completo por 7 d y fortalecimiento del cuádriceps con ejercicios isométricos a las 24 h. De 2 a 3 sem una carga parcial y a los 30 d comenzar con apoyo con carga e incremento de la fisioterapia.
