Oveja Sasi Ardi

Oveja Sasi Ardi
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Familia:Bovidae

Oveja Sasi Ardi. El nombre de la raza procede de dos vocablos vascos: “Sasi”, que significa zarzal, y “Ardi”, que quiere decir oveja, haciendo referencia al medio en el que viven estos animales – zonas de arbolado, entre zarzas y matorral. El Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España la incluye en el grupo de Razas Autóctonas de Protección Especial.

Características generales

Agrupa ovinos de excepcional rusticidad, que viven en régimen de libertad completa en zonas de monte, de perfil recto, tamaño pequeño y proporciones ligeramente alargadas. Ambos sexos disponen de cuernos; bien desarrollados en los machos, con morfología espiral. Sobre fondo blanco, presenta pigmentación rubia o rojiza, con manchas uniformes en cabeza y extremidades. Dichas manchas confluyen, dando lugar a una coloración rubia uniforme. Presenta vellón abierto de color blanco de lana basta. El peso de los animales adultos se sitúa entre los 30 y 35 Kg. en las ovejas, y entre 40 y 50 Kg. en los carneros.

Distribución geográfica

La zona de geográfica de ocupación de la raza se encuentra muy localizada, situándose en la confluencia de Gipuzkoa y Navarra, comprendiendo los valles de Leizarán, Regata de Escurra, Regata de Urunea, Maldaerraka y Cinco Villas y en localidades del Duranguesado en Bizkaia.

Características productivas y sistema de explotación

El objetivo principal de la explotación de la raza Sasi Ardi es la producción de carne. En este sentido, la producción actual se basa en la obtención corderos lechales, de corta edad (30-40 días), con 10-12 Kg. de peso vivo.

Siguen un régimen de explotación extensivo, en el más amplio sentido de la palabra. Viven en plena libertad en el monte (asilvestrados), al menos, durante 8-9 meses al año. Frecuentemente diseminados, dada su falta de gregarismo. El medio es extraordinariamente difícil por la orografía del terreno, con grandes desniveles, como por tratarse de zonas de arbolado de gran frondosidad, que hace difícil la visión, el tránsito y movimiento en general de animales. Tradicionalmente estas ovejas permanecían todo el año en el monte, sin otra ayuda alimenticia que la obtenida en pastoreo. Dichos ovinos eran recogidos únicamente para la esquila, siendo frecuente la baja de corderos. En la actualidad gran parte de los ganaderos, al menos, durante 3-4 meses al año (enero-marzo) trasladan las ovejas desde el monte a las praderas de invierno, donde, si procede, son ayudadas con ración de concentrados. El tamaño de la explotación es pequeño, con una media de 50-60 ovejas por rebaño.

Fuentes