Parque América Libre


Parque América Libre
Información sobre la plantilla
Glorieta del parque america libre.jpg
Vista de la glorieta del Parque
Localización
PaísBandera de Cuba Cuba
ProvinciaLa Habana
MunicipioCentro Habana
Características
Otros nombresParque El Curita
Calles adyacentescalles Águila, Reina, Galiano y Dragones
Tipo de parqueUrbano
Uso inicialComercial
ArquitectoMiguel Tacón y Rosique

Parque América Libre. También conocido como Parque El Curita, fue construido por el Departamento de Arquitectura y Áreas Verdes de la JUCEI Municipal, en la manzana de terreno donde se erigía la Plaza del Vapor. Fue inaugurado el 4 de febrero de 1963, en celebración del Aniversario de la Segunda Declaración de La Habana.

Fundación

La fecha de fundación, 4 de febrero de 1963, del Parque América Libre forma parte del anuncio publicado en el no. 42 de la Revista Bohemia, correspondiente al 18 de octubre de 1963, aproximadamente nueve meses después de su inauguración.

Localización

Emplazamiento del Parque

El parque emerge en la manzana limitada por las calles Águila, Reina, Galiano y Dragones, espacio que ocupara el inmueble construido para plaza de mercado por Miguel Tacón y Rosique, militar y político español, Gobernador y Capitán General de Cuba entre 1834 y 1838; un inmueble en torno al cual, desde lo social, se fomentó el Barrio Chino en La Habana a partir de la segunda mitad del XIX; que arquitectónicamente se erigió en exponente de modernidad decimonónica en la Habana Extramural.

Historia del emplazamiento

Imagen de la época que muestra la Plaza del Vapor

El Mercado de Tacón (o Plaza del Vapor), fue construido dentro del gran proyecto arquitectónico del denostado Capitán General Miguel Tacón, y sirvió de mercado de abasto a los antiguos asentamientos de extramuros de La Habana hasta que fue derribado a comienzos de los años 60 del pasado siglo. Fue vital para organizar el surgimiento desde 1818 de las ferias itinerantes de compra y venta de animales, frutas y enseres diversos en esta nueva zona de la ciudad.

Además de la excelente ubicación de aquel descampado, al cual se podía llegar en línea recta desde las puertas de Tierra y Monserrate, yendo en dirección a la futura expansión urbana hacia el oeste que se consolidó con la construcción de la Avenida de Carlos III, el plan de reformas de 1824 fue determinante para que los primeros mercaderes itinerantes comenzaran a establecer pequeños y precarios puestos de venta.

Sería el general Tacón a comienzos de 1836 quién llegaría a un acuerdo con aquellos comerciantes para levantar en aquel improvisado mercadillo una construcción a la altura de las pretensiones constructivas del Gobernador español y su monumental plan maestro.

Un terrible incendio devoró gran parte del mercado en la madrugada del 6 al 7 de septiembre de 1872, casi dos años tardó el ayuntamiento en poner en funcionamiento nuevamente el mercado.

Finalmente, para la reconstrucción fue aprobado el proyecto de Eugenio Raynieri, esta vez bajo el nombre con el cual era conocido por todos los habaneros La Plaza del Vapor, constaba esta de una planta baja, entresuelo y piso alto, con un portal en todo el perímetro de la altura de los dos primeros. Los soportes eran pilares cuadrados con pilastras dóricas adosadas.

En 1936 en los terrenos interiores de la Plaza del Vapor seguía funcionando como mercado pese a que en aquel año se derribaron gran parte de las armazones de hierro existentes en el patio interior. Esto posibilitó que se realizasen diversos eventos deportivos y culturales en el interior del antiguo Mercado pero tras el cierre del Mercado de Colón, también conocido como Plaza del Polvorín en 1947 los comerciantes de aquel lugar fueron realojados en el interior de la Plaza del Vapor.

En el año 1968 el parque fue renombrado y pasó a conocerse como Parque el Curita, haciendo referencia a Sergio González, el Curita, quien, en una modesta imprenta en la antigua Plaza del Vapor, trabajó durante varios años y se imprimió clandestinamente una edición de la autodefensa de Fidel Castro, La historia me absolverá, cuya distribución en el país antes de que los moncadistas salieran amnistiados en 1955, contribuyó decisivamente a forjar entre las filas del pueblo la vanguardia que años después, bajo su dirección, derrocaría a la tiranía.

Fuentes

  • Texto La Habana de Tacón, de Felicia Chateloin Santiesteban, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 1989.
  • “Parque El Curita”, El atlas del patrimonio cultural de Centro Habana, p. 201. Gina Rey (Coordinadora): Ob. cit., p. 201.
  • José María de la Torre: Lo que fuimos y lo que somos o La Habana antigua y moderna, p. 72, Imprenta de Spencer y Compañía, Habana, 1857.