Periferia

Periferia
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Concepto:Contorno de una figura curvilínea. Zona que rodea la ciudad, de dimensión variable y limitada interiormente por el suburbio.


El término Periferia tiene su origen etimológico del latín Peripherĭa, aunque con antecedentes en la lengua griega. El concepto refiere a aquello que rodea un cierto centro, como una zona determinada, un contorno o un perímetro. El uso más frecuente de la noción está vinculado a la geografía y a la organización urbana. Se entiende que la periferia es la región que está en los alrededores de un cierto centro. Para la geometría, la periferia es la circunferencia de una figura formada por curvas. El segmento más extenso que atraviesa el centro y vincula dos puntos de dicha circunferencia se conoce como diámetro.

Centro/Periferia

Periferia circular

La metáfora geométrica del centro y la periferia se usa frecuentemente para describir la oposición entre los dos tipos fundamentales de lugares en un sistema espacial: el que lo domina y saca provecho de esto, el centro, y los que lo sufren, en posición periférica. Esta pareja conceptual se remonta por lo menos a Werner Sombart (Der moderne Kapitalismus, 1902), si no es a Marx (las relaciones ciudad/campo) y fue utilizada por los teóricos del imperialismo (Rosa Luxemburg, Boukharine), pero los economistas de las desigualdades de desarrollo son los que le dieron su forma contemporánea (Samir Amin, Le développement inégal, 1973). Alain Reynaud desarrolló la noción en geografía (Société, espace et justice, 1981).

Luego, se es riguroso al no utilizar este vocabulario en el sentido corriente, el cual se emplea particularmente en la vida urbana cotidiana para distinguir lo que está en el medio de lo que está en el exterior. En particular hay que desconfiar de las representaciones en aureolas encajadas que pueden designar tanto simples discretizaciones (aureolas de densidades crecientes o decrecientes), etapas sucesivas (anillos de crecimiento urbano, por ejemplo), reparticiones de fenómenos de naturalezas diferentes según un parámetro de distancia (anillos de Thünen), como una oposición entre lugares dominantes y dominados.

El concepto puede ser empleado en todos los niveles de la escala geográfica (centro y periferia dentro de los límites de un pueblo, de una ciudad, de una región, etc.). Pero ha tenido éxito particularmente a nivel mundial, como equivalente de las parejas mundo desarrollado/mundo subdesarrollado, o Norte/Sur. Hablar de centro/Periferia permite una descripción de la oposición de los lugares, pero sobre todo posibilita proponer un modelo explicativo de esta diferenciación: la periferia está subordinada porque el centro es dominante -y recíprocamente-.

Este concepto ha sido utilizado en consecuencia sobre todo en las reflexiones tercermundistas, más o menos como instrumento de mala conciencia para los habitantes de los países occidentales. Pensar en términos de centro(s) y de periferia(s) permite una reflexión sobre la interacción espacial entre los lugares del mundo: los lazos de dependencia recíproca donde las desigualdades son la regla, pero que no funcionan en un sentido único.

Para que la pareja tenga sentido, es necesario que existan relaciones entre los dos tipos de lugares, es decir flujos (de personas, de mercaderías, de capitales, de informaciones, de decisión,…), y que estas relaciones sean disimétricas (saldo desequilibrado de flujos, jerarquía de las relaciones de poder…). El centro es central justamente porque saca provecho de esta desigualdad y, recíprocamente, la o las periferia(s) se caracteriza(n) por un déficit que mantiene su posición de dominada(s). El sistema descrito de este modo es autorregulado: el centro reproduce las condiciones de su centralidad y recíprocamente para la periferia. Hablar de periferia dominada es, pues, un pleonasmo. Sin embargo, justamente porque está fundado sobre una lógica de intercambio (desigual), el sistema es dinámico. Si ciertas periferias pueden volverse ángulos muertos (éstas son denominadas por ello abandonadas), otras pueden beneficiarse con su situación (ventaja a término en el tamaño más grande, en la posición de contacto con el exterior del sistema espacial…); esto puede implicar inversiones de polaridad en una lógica que permanece globalmente idéntica, o bien cambios de sistemas.

El modelo centro/periferia tiene en consecuencia una robusta capacidad heurística, con la condición de no trivializarlo excesivamente. Conviene reservar su uso para la formalización de todo sistema fundado sobre las relaciones de desigualdad y no utilizarlo como simple descripción de gradiente o diferenciación espaciales.

Las Teorías del Análisis Espacial

La posición teórica general del análisis espacial consiste en proponer una explicación parcial y posibilidades de previsión con respecto al estado y la evolución probable de los objetos/unidades geográficos, a partir del conocimiento de su situación en relación con los otros objetos geográficos.

No existe aún ninguna teoría general del espacio geográfico, que podría ser una teoría de las concentraciones, de los espaciamientos, de las estructuras espaciales y de la evolución de los sistemas espaciales, apoyada en el conocimiento de los comportamientos en el espacio y de las representaciones del espacio. Sin embargo, algunos subconjuntos bastante coherentes de proposiciones teóricas han sido elaborados y enriquecidos progresivamente. La mayor parte de estas teorías, que intentan explicar la localización y la distribución de las actividades humanas, se refieren al importante papel que desempeña la distancia, la cual por una parte frena las interacciones, y por otra parte hace variar el valor de los lugares en función de su situación geográfica relativa. La teoría centro-periferia, la teoría de los lugares centrales, la teoría de la difusión espacial de las innovaciones, son algunos ejemplos de éstas.

La primera teoría del análisis espacial es la de la diferenciación entre centro y periferia, que fundamenta la teoría de los lugares centrales. El espacio producido por las sociedades está orientado (anisótropo). Algunos lugares, seleccionados como centros, adquieren un valor social, simbólico y económico, que hace de ellos foyers hacia los cuales convergen flujos de personas, de energía, de materiales, de información, salidos de la periferia hacia el centro. Esta convergencia se llama polarización. La propiedad que tienen los centros de ofrecer a su periferia un cierto número de servicios se denomina centralidad.

El funcionamiento de la centralidad supone que el centro mantiene en el transcurso del tiempo una buena accesibilidad para su periferia. Lo más común es que el centro ejerza también bajo diversas formas una dominación -que puede ser política, militar, religiosa, comercial o administrativa- sobre su periferia, lo cual se traduce en un intercambio desigual, una disimetría en el balance de interacciones entre centro y periferia, a favor del centro. Este proceso tiende a reforzar la acumulación de la oferta en el centro, lo que aumenta el grado de complejidad de sus actividades. Una difusión de las atenciones, de las funciones centrales o de las innovaciones en curso por una parte, puede operarse hacia la periferia, pero ésta no alcanza casi nunca a reducir totalmente las desigualdades entre el centro y la periferia.

La dimensión de la periferia polarizada por un centro depende del alcance de las actividades del centro, ligado a su nivel de complejidad, y de las modalidades de circulación entre la periferia y el centro, que históricamente acrecientan la velocidad de los desplazamientos y en consecuencia los alcances de los centros. Las interacciones entre centro y periferia, que obedecen al modelo gravitatorio, permiten definir la periferia como una zona contigua alrededor del centro, o como una red de lugares accesibles enconexidad. Ciertamente las distancias-tiempo y/o las distancias-costo son las que tienden a regular las interacciones. Los centros emergen a una distancia característica de otro centro, llamada espaciamiento, que es medianamente igual al doble de su alcance, ya que los centros se escalonan como etapas de un itinerario o tienden a cubrir un territorio según un enrejado, que lo fracciona completamente.

La regularidad del espaciamiento se refiere a la población o a las actividades que los centros presentan (y no a la distancia física). El espaciamiento medio entre los centros aumenta con su nivel de complejidad. De ello se desprende una organización jerárquica de la trama espacial de los centros.

La diferenciación del espacio en centros y periferias puede encontrarse en diferentes escalas geográficas. Esta organización multiescalar característica del ejercicio de la centralidad y la polarización incita a explorar el carácter fractal de los procesos evolutivos que engendran las configuraciones jerarquizadas de los lugares centrales y sus periferias.

Los centros entran en competencia para la captación de recursos de su periferia, y desarrollan innovaciones en el transcurso de su proceso interactivo. El desarrollo de las innovaciones depende de la acción de los actores localizados en el centro. Ésta consiste, o bien en una creación, anticipo y tentativa de explotar allí un beneficio, o bien en una imitación de una innovación ya lograda en otra parte; ambas actitudes constituyen una estrategia de adaptación.

Las innovaciones impuestas o imitadas de este modo se difunden entre los centros, por proximidad o por difusión jerárquica. Un centro sólo adquiere un nivel de centralidad superior por acumulación o por aumento de la complejidad de sus actividades si logra competir con otros centros captando la ventaja inicial de un número suficiente de innovaciones. Este proceso tiende a regular el espaciamiento de los centros en todos los lugares donde las interacciones se producen en contigüidad durante un tiempo bastante largo, según la regla de la proximidad, y también conduce a una desigualdad creciente en el peso de los centros. Esto se refuerza con el juego de la expansión sistemática del alcance de las interacciones espaciales debido al crecimiento de la velocidad de las comunicaciones, lo cual determina una tendencia histórica a la contracción del espacio físico y a la extensión del espacio accesible a las interacciones.

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