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La CELAC y la amenaza de la crisis económica

LA JORNADA 28 de enero de 2016 MÉXICO

Ángel Guerra Cabrera*

EN EL DISCURSO inaugural de la cuarta Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), su saliente presidente en turno, Rafael Correa, puso en su lugar a la OEA, de la que dijo que "es más anacrónica que nunca" y debe ser sustituida "a mediano plazo" por el nuevo organismo latino-caribeño.

Si no existieran otras razones que legitiman incuestionablemente a la reunión, sólo por ese brillante discurso ya habría valido la pena celebrarla. Hablando en el edificio "Néstor Kirchner", sede de la Unasur y de la cita regional, el presidente ecuatoriano invocó varios conceptos que darán que hablar por mucho tiempo. Como "el desarrollo es un problema político y depende de quien mande en la sociedad"; "nada justifica tener tribunales para proteger inversiones y no para defender la naturaleza"; "el desafío de nuestros pueblos ancestrales es superar la pobreza sin perder su identidad cultural" o "necesitamos sociedades con mercado, no de mercado".

Hay que decirlo, el solo hecho de que exista la CELAC y que haya celebrado cuatro cumbres es una evidencia rotunda del "cambio de época" en América Latina y el Caribe (ALC) del que ha hablado Correa desde hace años. Es todo un acontecimiento el haber creado esa estructura donde deliberan y llevan a cabo palpables iniciativas conjuntas los 33 Estados de nuestra región sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá. Hace 20 años hubiera parecido un sueño.

¿Cómo pudo hacerse el sueño realidad? Para dar respuesta a esa pregunta hay que mirar a las calles, los barrios, los campos, las fábricas, las escuelas y las oficinas porque fue la lucha de los que allí viven y trabajan las que lo hicieron posible. Si hoy no sólo existe la CELAC, sino que puede, en su corta vida, mostrar logros importantes, se debe a las batallas seculares de nuestros pueblos por la justicia, la libertad y por su verdadera independencia. Particularmente las grandes movilizaciones de las últimas dos décadas contra las privatizaciones, en defensa de los recursos naturales y de la soberanía, que hicieron surgir a un grupo de gobiernos antineoliberales en nuestra América y pusieron en el orden del día el previsor y sabio concepto bolivariano y martiano de la unidad e integración regional.

Para que los jefes de Estado y gobierno pudieran crearla en México (2010) y constituirla definitivamente en Caracas (2011), presididos por el inolvidable Hugo Chávez, fueron necesarias unas cuantas puebladas. El caracazo, el levantamiento indio en Chiapas, las insurrecciones populares que derrocaron varios presidentes neoliberales en Argentina, Bolivia y Ecuador, entre otras muchas acciones de masas al sur del río Bravo contra las políticas de libre mercado. Debe tenerse muy presente que el precedente inmediato y sostén posterior de este enorme esfuerzo, ha sido la heroica y titánica resistencia del pueblo de Cuba contra la hostilidad de Estados Unidos y contra el bloqueo criminal y la Ley de Ajuste Cubano, que siguen en pie hasta hoy, no obstante que Obama podría hacer mucho más por desfondarlos.

La CELAC dio un extraordinario paso civilizatorio cuando proclamó nuestra región como zona de paz en la segunda cumbre de La Habana (2014), codificando muy puntualmente los principios que así la definen. Pero no se quedó en declaración y siguiendo la tradición del Grupo de Río, que la antecedió, propició el rencuentro entre los presidentes Maduro y Santos luego del conflicto en la frontera común de 2015 y ha desempeñado un importante papel en el acompañamiento de los diálogos y acuerdos en La Habana sobre la paz en Colombia, cuyo cumplimiento velarán sus observadores por resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Durante la presidencia ecuatoriana, la CELAC se ha fortalecido y trabajado duro en una agenda de futuro que privilegia la lucha por el desarrollo y por eliminar definitivamente la pobreza en nuestra región. Ello es más importante ahora, que con la presidencia de República Dominicana, la CELAC verá puesta a prueba su capacidad de concertación ante la urgente e inaplazable necesidad de enfrentar juntos la crisis económica que toca a las puertas de nuestra región.

Hasta ahora los organismos de integración: Unasur, Mercosur y CELAC, han sido capaces de atender con eficacia conflictos políticos. Habrá que ver si de la crisis surge la atmósfera política necesaria para la acción conjunta en el terreno económico.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Analista internacional, graduado de periodismo en la Universidad de La Habana.


América Latina: ¿Se aproximan golpes de Estado parlamentario-comunicacionales?

RT 1 de febrero de 2016 RUSIA

Carlos Santa María*

LOS MECANISMOS PARA apoderarse de una nación son diversos, entre ellos, la vía violenta a través de la invasión armada y la acción cruenta del derrocamiento, o el camino agresivo del debilitamiento ejecutivo-legislativo-judicial junto a una táctica económica soterrada aunque efectiva. Esta estrategia se da en todo el mundo, especialmente aplicada por las potencias imperiales que no trepidan en utilizar la combinación de todas las formas de lucha, apropiándose de un principio marxista. Ucrania y el derrocamiento de Víctor Yanukóvich es un ejemplo concreto de la táctica anterior.

Hoy, de similar modo, Latinoamérica sufre un embate especial, pues está en una posición unificada en torno a la necesidad de pacificar el continente y respetar la soberanía de sus integrantes, aunque algunos gobiernos continúan en una actitud vasalla, costumbre que aún no han podido erradicar. Por el contrario, otros pueblos han establecido sólidos lazos de amistad y comerciales con China, Rusia, Irán, entre otros.

Lo anterior ha traído un nivel alto de politización en varios países, en los que se desea elaborar caminos autónomos para recuperar sus riquezas básicas, construir proyectos comunitarios e invertir socialmente, criterios que están en contravía del sistema neoliberal y las élites que lo respaldan.

Esta amenaza ya se comienza a hacer efectiva manifestándose en dos países: Argentina y Venezuela. En el primero, el nuevo presidente, Mauricio Macri, ha establecido la dirección: reanudar contactos con el Fondo Monetario Internacional, despedir a trabajadores que no garanticen lealtad al gobierno, incrementar las tarifas de los servicios públicos, confrontar a los gobiernos progresistas, debilitar la ley de Medios que proporciona transparencia a la información, son medidas ya adoptadas. En Venezuela, Nicolás Maduro se ha enfrentado a una sólida oposición que ha planteado el cambio de modelo social para vincular al país a las empresas transnacionales y su objetivo para lograrlo es la salida del mandatario a través de “reformas parlamentarias” desde la Asamblea Nacional donde posee una mayoría sustancial.

Esto indica que, actualmente y dada la fortaleza que adquiere una cosmovisión más ligada a las prácticas libertarias, la Corporatocracia ha debido emplearse a fondo analizando la realidad nacional de cada uno de los integrantes de este continente para saber cómo aplicar todas las formas de lucha existentes: es la táctica parlamentaria comunicacional. Este nuevo concepto imbrica dos factores que usualmente no se ligan directamente y a los cuales hay que poner una atención privilegiada, pues sin uno de ellos es imposible que se produzca el otro. Son el aspecto político legislativo y la propaganda comunicacional.

En esta dirección, la estrategia del golpe parlamentario-comunicacional consta de seis elementos fundamentales:

1. Debilitar al gobierno vigente a través de una estructura intensiva para destruir su credibilidad y, a su vez, la economía. Para ello se inyectan miles de millones de dólares, dinero que poseen las grandes empresas corporativas, con el fin de debilitar la moneda nacional, aumentar la inflación, disminuir el abastecimiento, provocar las colas como un símbolo de la crisis imparable y reflejo de la imagen de un gobierno desastroso. O en su defecto, insistir en que es una administración al servicio de los marginados y en contra de las clases medias.

2. Acciones donde el capital se entrega a manos llenas para incrementar la propaganda opositora, financiar a los empresarios que manejan la producción o comercio de productos alimenticios de primera necesidad, incluidos los tecnológicos, financiando la actividad de partidos, organizaciones, desarrollo de la protesta, junto a una vinculación directa a la banca multinacional.

3. Medios de comunicación.

Se asume que el impacto propagandístico afecta la conciencia, aprovechando que la empresa particular posee como mínimo en espacio y propiedad más del 82% en América Latina, lo que le permite un espectro que garantiza su mensaje persuasivo, de oscurecimiento y propaganda. En Chile por ejemplo, con un gobierno neoliberal-social con propuestas tímidas en lo ciudadano, la potencialidad comunicativa es impresionante con medios en un porcentaje que sube al 99%, pues la oposición de izquierda sólo tiene una mínima audiencia y no posee acceso a la prensa, radio ni televisión, excepto en tanto posibilidad fugaz.

Estas características permiten trabajar con el silencio y la desinformación, lo que amplía internacionalmente una matriz de opinión contraria casi absoluta hacia gobiernos soberanistas, especialmente al desconocerse la realidad internacional.

4. Infiltración en las Fuerzas Armadas construyendo un vínculo armado que defienda el golpe parlamentario, ya que es posible una movilización social de envergadura para defender conquistas sociales. Este convenio incluye eliminar sin contemplación a toda persona o líder considerado revoltoso, frustrado, de izquierda, comunista o terrorista, incluidos niños, ancianos, mujeres, u otros.

Este es un tema recurrente que no ha sido analizado en profundidad actualmente y que parecía secundario aunque nuevamente adquiere la dimensión que posee en cuanto poder de disuasión y control.

5. Intervención política interna y externa.

Implica la intromisión en asuntos internos de otros Estados a partir de potencias o naciones que sirven de pivote a éstas, para crear la matriz comunicacional que no provoque reacciones si una autoridad legítima es derrocada o destituida.

6. Uso del parlamento para “modificar” el modelo o desprecio a éste.

El caso de Argentina donde se han expedido Decretos de Necesidad y Urgencia (NDU), más que todos los emitidos por Cristina Fernández de Kirchner en dos mandatos presidenciales, violan la necesidad de ser realizados conforme a circunstancias excepcionales como las que exige el texto constitucional aprovechando antes que el Congreso reinicie sesiones, rememorando las dictaduras militares que nombraban jueces de la Corte Suprema con su propia aprobación o la derogación de la Ley de Medios. El intento de aprovechar mayorías legislativas para derrocar presidentes, como ocurrió en Honduras y Paraguay, son claras formas ya experimentadas.

En términos analíticos, no existen “golpes suaves”, ya que la desestabilización, la violencia, el asesinato producto del sicariato, la generación de caos, el impulso a una imagen de crisis imposible de resolver por el gobierno, son contribuyentes del mismo objetivo golpista formalizado. La guerra económica basada en el acaparamiento, el mercado negro y los precios prohibitivos a raíz de éste, la especulación y el contrabando, son excelentes creadores de anarquía. Privatizar la vivienda, salud, educación, transporte, riquezas naturales es la ambición del proyecto propuesto como parte del “cambio de modelo” hacia el sistema neoliberal.

El acoso propagandístico se soporta en la supuesta irresponsabilidad de la oposición de dejar que un presidente “autoritario” termine su mandato, discurso propiciado por dictadores como Pinochet o Videla, postulando cambios del presidente a partir del Parlamento o referendo revocatorio a través de movilización, todo lo cual muestra altos grados de frustración y deseo de venganza para detener los períodos legítimos de mandato.

Cabe mencionar un concepto interesante como lo es la guerra civil de baja intensidad, expuesto por Juan Carlos Romero, quien establece la existencia de una confrontación en un territorio a partir de las esferas mediáticas y virtuales donde una plutocracia tiene además el poder económico-tecnológico despreciando el parlamento. El objetivo es destruir un sistema organizado de conquistas sociales y soberanía popular. Sus ideas coinciden con la metodología de los golpes parlamentario-comunicacional, en tanto comparte la existencia de un laboratorio de logística conformado por investigadores especializados en el comportamiento social, segmentando a grupos determinados para indagar sus ideales, gustos, preferencias, pulsiones, defensas y rechazos, con el fin de estimular la superficialidad que conviene al sistema funcional y construir las nuevas preferencias por medio de la manipulación de los Medios. De igual modo, para conocer el ideario y conducta de los sectores populares con el fin de enervarlos hasta tal punto que su respuesta conduzca a la represión, detención, incluso el asesinato selectivo.

Argentina sería el ejemplo claro, agudizado por un gobierno de los ricos más que de corte neoliberal clásico, cuyo objetivo es tomar por asalto el Estado en la cual se refleja el corte dictatorial del poder público obtenido en elecciones denominadas libres.

Ante dicha realidad, cabe a quienes consideran que la equicracia es una propuesta de soberanía, trabajar en la tarea urgente de crear confianza a través de hechos concretos de justicia social y la esperanza cierta en transformaciones solventes. De igual modo, comprender que se cierne una amenaza que puede extenderse en forma de guerra no convencional traducida en económica, mediática, eléctrica, alimentaria, que dispone con profusión de recursos diplomáticos, foráneos, capital y estrategas conocedores de los procesos de movilización de la conciencia.

Es un momento álgido y se debe tomar con seriedad el posible destino de América Latina, lo que repercutirá en el resto del planeta.


Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Doctor en Educación, profesor universitario, analista internacional.


Desafíos de la cuarta revolución industrial

ADITAL 27 de enero de 2016 BRASIL

Carlos Ayala Ramírez*

RECIÉN ACABA DE finalizar el Foro Económico Mundial, que anualmente reúne a jefes de Estado, grandes empresarios y agentes financieros, y premios Nobel; es decir, personas que tienen poder para incidir en la conducción política, económica y social del mundo. Este año, el tema central del encuentro fue la cuarta revolución industrial, que, según Klaus Schwab, fundador y director del Foro, cambiará fundamentalmente la manera de trabajar y de comunicarnos.

Se trata de la Industria 4.0, en la que la producción será totalmente automatizada, conectada y coordinada por computadoras. Como se sabe, el término fue acuñado por el Gobierno alemán para describir un tipo de fábrica donde todos los procesos están interconectados por Internet.

Para los organizadores del Foro, los aspectos de mayor impacto de esta revolución a nivel de logística y de cadena de suministro serán la impresión en 3D, la robotización de los almacenes y la distribución de productos mediante drones. En consecuencia, el reto y objetivo del encuentro fue la búsqueda de soluciones al desequilibrio causado por el avance de las nuevas tecnologías y por la aparición de nuevos modelos empresariales.

En el Foro se habló también de cinco riesgos mundiales para el próximos año y medio: (1) falta de mitigación y adaptación al cambio climático; (2) armas de destrucción masiva; (3) crisis del agua; (4) migraciones involuntarias a gran escala; y (5) impacto del precio de la energía en los negocios.

Ahora bien, aunque los organizadores del evento hablaron de plantear respuestas frente a lo que ellos consideran son los grandes desafíos de la actualidad (léase baja inflación, hundimiento del precio del petróleo y disminución de la cotización de las materias primas, pasando por la crisis de refugiados europea y la expansión del terrorismo), las voces críticas y éticas han señalado otros temas y desafíos que no suelen ser centrales en la agenda de las élites mundiales, pero que afectan a millones de seres humanos, especialmente a los que viven en los países denominados "en desarrollo”, a los cuales se les exige una pronta e ineludible adaptación a las dinámicas que derivan del mundo rico.

Una de esas voces críticas es la organización Oxfam, que coincidiendo con el Foro Económico Mundial en Davos presentó su informe "Una economía al servicio del 1%”. En el documento se denuncia que los sistemas económicos están beneficiando cada vez más al 1% de la población más rica.

Según Oxfam, la desigualdad extrema en el mundo está alcanzando cotas insoportables. Actualmente, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante de las personas del planeta. El poder y los privilegios se están utilizando para manipular el sistema económico y así ampliar la brecha, dejando sin esperanza a cientos de millones de personas. Asimismo, el entramado mundial de paraísos fiscales permite que una minoría privilegiada oculte en ellos 7,6 billones de dólares.

Oxfam analizó 200 empresas, entre ellas las más grandes del mundo y las socias estratégicas del Foro Económico Mundial, y revela que 9 de cada 10 tienen presencia en paraísos fiscales. En 2014, la inversión dirigida a ellos fue casi cuatro veces mayor que en 2001.

Este sistema mundial de evasión y elusión fiscal está desviando recursos esenciales para garantizar el estado de bienestar de los países ricos, además de privar al resto de los recursos imprescindibles para luchar contra la pobreza, asegurar la escolaridad infantil y evitar que sus habitantes mueran a causa de enfermedades que pueden curarse con facilidad.

Desde un espíritu ético y profético, el papa se dirigió a los organizadores del Foro exhortándoles, en primer lugar, a no olvidarse de los pobres. Este es, según Francisco, el principal desafío de los líderes del mundo de los negocios. Señaló que "quien tiene los medios para vivir una vida digna, en lugar de preocuparse por sus privilegios, debe tratar de ayudar a los más pobres para que puedan acceder también a una condición de vida acorde con la dignidad humana, mediante el desarrollo de su potencial humano, cultural, económico y social”.

Al referirse a los albores de la cuarta revolución industrial, manifestó que han sido acompañados por la creciente sensación de que será inevitable una drástica reducción del número de puestos de trabajo. La "financialización” y "tecnologización” de las economías, puntualiza el papa, han producido cambios de gran envergadura en el campo del trabajo: menos oportunidades para un empleo digno, reducción de la seguridad social, aumento de desigualdad y pobreza.

Frente a los profundos cambios que marcan época, Francisco propone a los líderes mundiales un reto y una necesidad. El reto, garantizar que la futura cuarta revolución industrial, resultado de la robótica y de las innovaciones científicas y tecnológicas, no conduzca a la destrucción de la persona humana— remplazada por una máquina sin alma— o a la transformación del planeta en un jardín vacío para el disfrute de unos pocos elegidos. Y la necesidad, crear nuevas formas de actividad empresarial que fomenten el desarrollo de tecnologías avanzadas y sean capaces de utilizarlas para crear trabajo digno para todos, sostener y consolidar los derechos sociales y proteger el medioambiente.

Finalmente, sentencia el obispo de Roma — en la más auténtica y genuina tradición cristiana —, es el hombre quien debe guiar el desarrollo tecnológico, sin dejarse dominar por él. Cuidar la casa común y la persona es lo primero.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Director de Radio YSUCA.


Riqueza inmoral

POR ESTO! 26 de enero de 2016 MÉXICO

Alejandro Encinas*

A POCO MÁS de tres décadas de instaurada la dictadura neoliberal, los resultados saltan a la vista.

De acuerdo con un reporte de Oxfam, una confederación de organismos no gubernamentales, se estima que el uno por ciento de las personas más ricas del mundo posee tanta riqueza como el resto de los habitantes del planeta. Así, las 62 personas más ricas del mundo acumulan tanta riqueza como la mitad de la población más pobre del planeta.

Entre estas personas, que conforman un poderoso e influyente grupo de presión a nivel global, destacan: Bill Gates (Microsoft), 79 mil 200 millones de dólares; Carlos Slim (telecomunicaciones), 77 mil 100 millones de dólares; Warren Buffett (BerkshireHathaway), 72 mil 700 millones de dólares; Amancio Ortega (Zara) 64 mil 500 millones de dólares, y Larry Ellison (Oracle) 54 mil 300 millones de dólares.

La concentración de la riqueza avanza de manera galopante. Por ejemplo, en 2010, 388 personas concentraban una riqueza equivalente a los ingresos del 50% de la población más pobre. Hoy esa riqueza está en manos de 62 personas. Como afirma Oxfam: “En lugar de tener una economía que trabaja para la prosperidad de todos, para las generaciones futuras y para el planeta, hemos creado una economía para el 1%”.

Esta inmoral concentración de riqueza a nivel mundial se profundiza en nuestro país. En México cuatro empresarios concentran una fortuna equivalente al nueve por ciento del PIB, riqueza que, a diferencia de otros magnates a nivel global, no proviene del ingenio, la creatividad o de su iniciativa empresarial, sino del tráfico de influencias y la apropiación de bienes públicos y recursos naturales. A saber:

Carlos Slim (77 mil 100 millones de dólares) construyó su riqueza a partir de la privatización del monopolio estatal de la telefonía (Telmex), la cual obtuvo a un precio por debajo de su valor, en condiciones que le permitieron gozar durante años del privilegio monopólico y diversificarse hacia la telefonía móvil en México y otros países, imponiendo tarifas superiores a las que cobra en el extranjero con América Móvil. Además, cuenta con concesiones en la banca privatizada, casas de bolsa, concesiones mineras, inmobiliarias y el Grupo Carso, que obtiene grandes contratos para el desarrollo de infraestructura.

Germán Larrea (13 mil 900 millones de dólares), propietario de Grupo México, si bien heredó una fortuna de su familia, ha sido beneficiario de concesiones mineras, de la privatización de Ferrocarriles Nacionales y otras empresas. Célebre por su ambición e indiferencia ante la pérdida de la vida de 65 mineros en Pasta de Conchos.

Alberto Bailleres (10 mil 400 millones de dólares), propietario de Palacio de Hierro, aseguradoras GNP y Profuturo, así como de Grupo Peñoles, empresa beneficiaria de concesiones mineras, las cuales, al igual que los empresarios mencionados arriba, gozaron de privilegios fiscales al pagar hasta 2013, derechos por la onerosa cifra de cinco pesos anuales por hectárea concesionada.

Ricardo Salinas Pliego (8 mil millones de dólares), propietario de Grupo Electra, Banco Azteca, Televisión Azteca y Canal 40. Beneficiario de la privatización de la televisión pública, Imevisión, y de los canales 7 y 13 de televisión.

Mientras tanto, de acuerdo con el Coneval, en 2014 la pobreza sumó a sus filas dos millones más de personas, lo que significa que 55 millones 300 mil mexicanos (46.2%) carecen de ingresos suficientes para subsistir. Para muestra unos botones: En Chiapas el 76.2% de la población vive en pobreza; el mayor número de personas en pobreza se encuentra en el Estado de México (9.46 millones). Por su parte, Morelos es la entidad donde creció más el número de personas pobres (17.8%) y en Chihuahua donde creció más el número de personas en pobreza extrema (47%).

En esta indignante inequidad reside la causa y el origen de los problemas que enfrenta el país. Si se quiere superar la violencia y la desesperanza que padecemos, más que alentar medidas punitivas, se requiere revertir la espiral de desigualdad y concentración del ingreso, generar empleo y otorgar remuneraciones dignas a los trabajadores, a fin de cerrar la profunda brecha social que subsiste.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Economista, egresado de la UNAM. Senador por el Estado de México.