Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-04-28

No concluyó el VII Congreso

Por Esto! 22 de abril de 2016 México

Pedro Díaz Arcia

Cuando se discute si estamos en presencia de un proceso de “recolonización” en Latinoamérica y el inicio de un cambio de ciclo hacia la derecha, en Cuba se abren los cauces para un debate popular que pueda enriquecer los acuerdos del VII Congreso del Partido Comunista.

En un interesante artículo la escritora, periodista y politóloga argentina, Stella Calloni, insiste en que la mayor falta que han cometido los gobiernos populares y progresistas en la región es no percatarse del poder de Washington que, en un “período de expansión global y descarnada”, no los castiga por sus errores, sino por sus aciertos. Estados Unidos no iba permitir, dijo, el avance de un proceso de emancipación regional, cuando su objetivo es la recolonización continental.

La Guerra psicológica, que ha recurrido al terrorismo mediático, como parte de una “Guerra de Baja Intensidad, como la que libra la ultraderecha brasileña para destituir inconstitucionalmente a Dilma Rousseff en Brasil, es financiada por Estados Unidos mediante “fundaciones” y “organizaciones no gubernamentales”, apoyadas por la oligarquía y personajes corruptos que se pasean impunes por los pasillos del Congreso en su papel de fiscales.

Además han comprado a jueces y autoridades venales, para sumarlos a la enorme campaña desinformativa desatada por la Red O’Globo, entre otros medios de comunicación masiva, para distorsionar la realidad y crear falsos escenarios que perjudiquen al Partido de los Trabajadores (PT).

Por su parte, el reconocido economista y político venezolano Rodrigo Cabezas, vicepresidente para Asuntos Internacionales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), niega la existencia de un vuelco hacia la derecha en el área y atribuyó el nuevo contexto a “errores y omisiones de la propia izquierda” al frente de estas administraciones progresistas. Al reconocer que la región se encuentra frente a un proceso de desaceleración económica, planteó incentivar los precios de las materias primas a partir del desarrollo de la industrialización para incrementar las exportaciones. Así como crear una nueva arquitectura económica financiera, que nos permita tener un “fondo propio de reservas y un banco de desarrollo latinoamericano”.

Considero que es fundamental mirar la realidad tal y como es, porque la retórica de nada nos servirá a la hora de solucionar los graves problemas estructurales, socioeconómicos y políticos, que enfrentan nuestras sociedades. En esta coyuntura de ciclos que se cierran y espirales que se abren, es importante analizar con profundidad y sin apuro los retos que encara el pueblo cubano, en un momento crucial de su historia moderna.

Raúl Castro, en la clausura del VII Congreso, insistió en que documentos como la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, así como las bases del Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030, serán discutidos democráticamente por los militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, representantes de las organizaciones de masas y amplios sectores de la sociedad, con el propósito de enriquecerlos y perfeccionarlos.

El Comité Central recién electo fue facultado por el Congreso para introducir las modificaciones que surjan de este proceso de consulta y proceder ulteriormente a su aprobación definitiva. El debate está abierto.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Investigador y analista político cubano.

Las acciones de Obama responden a la política exterior del imperio y la histórica “promoción democrática”

REBELIÓN.org 21 de abril de 2016 ESPAÑA

Dime con quién andas y te diré qué quieres

J. A. Téllez Villalón*

Para continuar añadiendo valor operacional a las valoraciones hechas ya en relación a la visita del presidente norteamericano a La Habana, más que para desencantar a embobecidos por los cantos de sirena interpretados “profesionalmente” por el embajador de Wall Street en sus encuentros con la sociedad civil cubana, considero importante aproximarnos y explicitar los elementos que componen el background téorico del presidente y sus más cercanos asesores, durante la toma de las decisiones más recientes en cuanto a su política hacia lo que ellos llaman el Hemisferio Occidental y de manera particular hacia Cuba.

Como se conoce, el Consejo de Seguridad Nacional es un órgano de asesoramiento y coordinación que asiste directamente al Presidente del Imperio. En la práctica, esa proximidad con el Salón Oval y el rol de coordinar información y tareas con la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) y el Departamento de Defensa (El Pentágono), lo convierten en un actor predominante, a veces superior al Departamento de Estado, en la política exterior de los Estados Unidos. No es de extrañar entonces que dos de los participantes en este Consejo hayan sido los designados por Barack Obama para la comisión que negoció con la parte cubana los acuerdos hechos públicos el 17D.

Benjamin J. Rhodes, el asesor predilecto en política exterior del presidente norteamericano, nació en 1977 y en el 2000 se graduó de Inglés y Ciencias Políticas en la Rice University. Posteriormente, se tituló en la York University con una maestria en Escritura creativa. Su hermano David Rhodes es presidente de la CBS News, la división de noticias de la cadena de radio y televisión Columbia Broadcasting System (CBS), la tercera cadena de radiodifusión más grande en el mundo.

Ben está casado con Ann Norris, asesora en política exterior de la senadora por California Barbara Boxer, quien en la audiencia en el Senado titulada “Entendiendo el impacto de los cambios en la política para los derechos humanos y la democracia en Cuba”, explicó que apoya el cambio de política de la administración Obama, no porque los 50 años de bloqueo (embargo) fueran un acto de genocidio, sino porque “distanciaron a EEUU de sus asociados en el continente y en Naciones Unidas y sirvieron a La Habana para justificar sus fracasos y su represión”. Boxer consideró que la mejor manera de empoderar al pueblo cubano es a través de una política que involucre y no aísle a los cubanos.

En el 2002, James Gibney, editor de la revista Foreign Policy,- fundada en 1970 por Samuel P. Huntington-, presentó a Rhodes al congresista Lee Hamilton, presidente y director del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, centro compuesto de oficiales del gobierno y personas designadas por el presidente de los Estados Unidos para conmemorar los ideales de Thomas Woodrow Wilson que, vale recordar, se cuenta entre los presidentes demócratas más intervencionistas de la historia.

Es plausible imaginar que Rhodes y Obama durante sus estudios de Ciencias Políticas conocieron en profundidad, además de la Lista de 14 puntos de Wilson, el conocido Idealismo Wilsoniano, consistente en asegurar que los gobiernos “interesantes" o importantes para los intereses de los Estados Unidos en el extranjero deben ser depositados en manos de los "buenos", es decir de los favorables a los intereses imperiales, aunque éstos no fuesen más que la representación de una minoría de la población.

Rhodes se mantuvo por cinco años como asistente de Hamilton, ayudándolo como copresidente del Grupo de Estudio de Iraq, como vicepresidente de la Comisión de 9/11 y vicepresidente del Proyecto de Discurso Publico de 9/11, establecido para examinar la implementación de las recomendaciones de La Comisión.

Fue precisamente como parte del Programa de Latinoamérica de este tanque pensante y fruto de siete años de estudios, que se produjeron los casi treinta trabajos de igual número de especialistas europeos, norteamericanos y latinoamericanos compilados por Guillermo O'DonelI, PhiIippe C. Schmitter y Laurence Whitehead en los cuatro volúmenes de Transiciones desde un gobierno autoritario, una de la obras más conocida sobre la “transición democrática”.

Ben Rhodes se unió en el 2008 al equipo de campaña del entonces senador Obama y tras el triunfo llegó a La Casa Blanca, donde se ha ganado la confianza del presidente. Es su escritor de discursos y el único de los seis asesores autorizado para asistir a reuniones del Consejo de Seguridad Nacional.

Fue designado también por Obama para las negociaciones con las autoridades de Birmania, que concluyó en el 2011 con la primera visita de un presidente norteamericano a ese país asiático y un discurso del “encantador orador” en la Universidad de Rangún, de similitud impresionante con el del Gran Teatro de La Habana, como argumento en otro de mis trabajos.

Significo a propósito, que como parte de “la promoción a la democracia” en aquel país fronterizo con China, motivada -como es previsible- más por intereses geoestratégicos, geopolíticos y geoeconómicos de las élites de poder, no faltó el envío de su “caballo de Troya”, la Agencia para el desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID), una de las armas más poderosas de la CIA para sus intervenciones encubiertas.

Pocos días antes de la visita de Obama a La Habana, en una postura prepotente y carente de objetividad durante un encuentro con emigrados cubanos en Miami, Rhodes dijo que “Cuba no quería cambiar las cosas como estaban,  Estados Unidos los convenció de hacerlo”. En su opinión, la normalización ni siquiera estaba en la mente de los funcionarios cubanos, cuando comenzaron las negociaciones secretas en el 2013. Y más que eso, confesó que “Estados Unidos y la oposición cubana quieren lo mismo”. A buen entendedor con pocas palabras bastan.

Ricardo Zúñiga Harris, el otro integrante de la comisión negociadora, nació en Honduras en 1970. Es hijo de un militar hondureño y de madre estadunidense. Su abuelo, Ricardo Zúñiga Augustinus, fue el presidente del Partido Nacional de Honduras que organizó los golpes militares de 1963 y de 1972 a favor del general López Arellano.

El diplomático norteamericano ocupó el cargo de consejero político de la misión de los Estados Unidos en la OEA, ese “ministerio de colonias”, durante la presidencia de Clinton. También trabajó en la Oficina de Inteligencia e Investigación (INR) como analista en asuntos cubanos y del Caribe. Fue nombrado en junio del 2012 como asistente especial y senior director para América Latina en el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, a raíz de la inusitada crisis diplomática en la región, con clímax en Cartagena de Indias durante la sexta Cumbre de las Américas, que tuvo como centro a Cuba y su exclusión.

Dan Restrepo, antecesor de Zúñiga como asesor de Obama para América Latina, dijo que lo recomendó como reemplazante porque sabía que las relaciones con Cuba ocuparían una parte importante de su agenda en su segundo período y “No había nadie en el gobierno con mejor conocimiento de la mecánica, las medidas de gobierno y la política cubanas”.

“Mecánicas” que analizó para subvertirlas, durante sus varios años en la Sección de Intereses (SINA) en la capital cubana, donde dirigió la estación de la CIA, y desde donde reclutó y financió agentes para fabricar una oposición contra el gobierno legítimo de la isla. Fidel Castro, en una comparecencia televisiva en abril de 2003, citó varios incidentes relacionados con el nuevo directivo de asuntos hemisféricos junto al entonces jefe de la Sección de Intereses en el país caribeño, James Cason designado en el cargo por otro enemigo de los pueblos latinoamericanos, el tenebroso Otto Reich.

Como lo denunció el periodista canadiense Jean Guy Allard, a raíz de hacerse publico su nombramiento, el diplomático dirigió en la Habana todo el sector de la subversión y financiamiento de “disidentes”, en concordancia no solo con el Departamento de Estado, sino con la CIA y la mafia terrorista de Miami”.

Según Thierry Meyssan de la Red Voltaire, como director para el Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Zúñiga estuvo a cargo de la supervisión de la «Operación Jericó», intento de magnicidio contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.

Zúñiga ha confesado ser un admirador del escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, pero no sabemos si por su producción literaria o por su “tirar pa´l Norte”, su opiniones infundadas y agresivas en El País contra los gobiernos progresistas de la región, o sus seminarios o foros conspirativos contra estos; como aquel “Seminario Internacional” realizado en Lima en el 2014, con el apoyo incondicional de la violenta opositora y exdiputada venezolana Maria Corina Machado, del terrorista de origen cubano y agente de la CIA Carlos Alberto Montaner, y del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), uno de los tantos apéndices que financian las instituciones de inteligencia de Washington para subvertir el orden en nuestra Patria Grande.

Vale destacar las coincidencias de esta derecha hispanoamericana con la asentada en Miami en relación a Cuba y el 17D. Vargas Llosa solo unos días después de aquel suceso opinó: “¿Hay razones para compartir este entusiasmo? A largo plazo, tal vez. A corto, no. Porque en lo inmediato quien saca más provecho del nuevo estado de cosas es el Gobierno cubano: Estados Unidos reconoce que se equivocó (…) y ahora va a contribuir con sus turistas, sus dólares y sus empresas a levantar la economía de la isla, a reducir la pobreza, a crear empleo; en otras palabras, a apuntalar al régimen castrista.”

Cuando a inicios del 2015 los miembros más recalcitrantes de la comunidad de exiliados cubanos, opuestos frontalmente a lo que llaman “el pacto Obama-Castro”, se manifestaron públicamente en las calles de Miami, y varios declinaron la invitación para reunirse con Roberta Jacobson y con Ricardo Zúñiga, este dijo a una cadena hispana que la negativa de varios exiliados de asistir a la reunión “es parte normal de la democracia”. “Es un debate sobre Cuba que está teniendo lugar aquí en Estados Unidos, pero los cubanos no pueden tener un debate semejante dentro de la isla. Y eso es lo que queremos promover”. La verdad es que el supuesto experto en Cuba no se ha montado nunca en un transporte colectivo de La Habana para escuchar los debates que se arman allí.

Mark Feierstein, sustituto de Zúñiga como director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, y quien se dice organizó las visitas a Cuba y Argentina, es otro de los hombres más cercanos al presidente norteamericano con ejecutoria evidentemente contraria a los gobiernos progresistas y legítimos de Nuestra América.

Según un reciente trabajo de TeleSur, fue funcionario de Bill Clinton en la OEA, ocupó la subdirección de la sección latinoamericana en la USAID, y fue director de proyecto para Nicaragua en el instituto National Endowment for Democracy (NED), fundación esta última, creada durante la Guerra Fría para canalizar los fondos del gobierno de los Estados Unidos destinados a respaldar sus intereses en el extranjero, bajo el pretexto de “promoción la democracia”.

En Bolivia, siendo vicepresidente de la consultora Greenberg Quinlan Rosner, fue director de campaña del presidente ultraconservador, actualmente prófugo en EEUU, Gonzalo Sánchez de Losada, que gobernó entre 1993 y 1997 y entre 2002 y 2003 y que como se recordará tuvo que renunciar en medio de una crisis terminal. Esta empresa tiene entre otros clientes a Bill Clinton, Tony Blair, Capriles Radonsky, RCTV y a la propia USAID.

Mark Weisbrot, codirector del Centro para Investigación Política y Económica de Washington, ha planteado que Feierstein participa en operaciones contra gobiernos progresistas desde que el Imperio apoyó a los contras, las fuerzas de combate contra los sandinistas con financiamiento estadounidense. También trabajó en Honduras para consolidar el gobierno de Porfirio Lobo luego del golpe contra Manuel Zelaya en 2009. “Queremos entender un poco más Honduras para mejorar la seguridad”, dijo en 2014 durante una visita a Tegucigalpa.

Se le vincula también con el golpe suave en Paraguay contra el expresidente Fernando Lugo y con otras acciones subversivas contra el gobierno legítimo de Venezuela.

Como también puso al descubierto la investigadora Eva Golinger, en el 2012 el administrador adjunto para América Latina y el Caribe de USAID, reconoció que su país financiaba a cuatro organizaciones opositoras a la revolución ciudadana. Tampoco negó que la agencia seguía siendo “muy importante para aquellos grupos cívicos que están luchando por los derechos humanos y la democracia”, en Cuba y Venezuela.

El más experto Zbigniew Brzezinski (Varsovia, 1928), como ha planteado el estudioso cubano Esteban Morales, se encuentran entre los vínculos intelectuales del Dr. Barack Hussein Obama, con el que coincidió entre los años 1980-1983, como profesor en Columbia University. Además ha sido calificado por algunos como el ingeniero geopolítico de Obama.

Brzezinski, Consejero de Seguridad Nacional del presidente Carter entre el 77 y el 81, ha sido miembro de la junta directivas de Freedom House, Amnistia Internacional y NED, de reconocidas actividades subversivas contra los gobiernos democráticamente elegidos por sus pueblos, pero que no han sido aprobados por el Imperio. En la actualidad es asesor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de la Universidad Johns Hopkins de Washington D.C.

Uno de sus hijos, Mark Brzezinski trabajó en el CSN durante la Administración Clinton, y ha integrado el equipo de asesores en política exterior de la campaña presidencial del senador Barack Obama, mientras el otro hijo, Ian Brzezinski, ha asesorado a la campaña presidencial del senador, candidato republicano y contrincante de Obama, John McCain, quien además preside el Instituto Republicano Internacional (IRI), la sección del Partido Republicano dentro de la NED y la USAID.

El politólogo y profesor universitario es partidario del soft power, es decir, de las acciones de guerra económica y guerra sicológica (PSYOPS), acciones encubiertas, el separatismo, y las técnicas del golpe suave, en lugar de acciones militares que perjudiquen la imagen del Imperio ante la opinión pública mundial.

Es miembro de los tanques pensantes más influyentes en la política exterior y en las estrategias militares de los Estados Unidos. Fue cofundador junto a Henry Kissinger y su socio el multimillonario David Rockefer de la Comisión Trilateral. Forma parte del Council on Foreing Relations (CFR), con miembros como John Bolton, John Negroponte, Francis Fukuyama y el mencionado Mark Feierstein, y del Club de Bilderberg, creado por en 1954 por David Rockefer y el príncipe Benard de Holanda, con el apoyo de la CIA, para luchar contra el comunismo y todo lo que se le parezca. También integra, junto a Henry Kissinger (promotor de la Realpolitik), Bruce P. Jackson (Project for Transicional Democracies), Frank Carlucci (subdirector de la CIA con Carter y asesor de Seguridad de Reagan) y Otto Reich (administrador de USAID, asesor de Freedom House y loobista de la Helms-Burton), el Center For Strategic and International Studies (CSIC).

Este último think tank se reconoce como defensor del concepto del poder inteligente en el marco de las relaciones internacionales, doctrina de la que son partidarios el presidente Barack Obama y la actual contendiente a la presidencia por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, la que el 13 de enero de 2009, al asumir como Jefa del Departamento de Estado, expresó “Debemos usar lo que ha sido llamado smart power, la gama completa de herramientas a nuestra disposición, tanto diplomáticas, económicas y militares, como políticas y culturales; escogiendo la herramienta más acertada, o la combinación de las mismas, para cada situación. Con el smart power, la diplomacia será la vanguardia de la política externa”.

Como se constata, los discursos de Obama en La Habana, como sus mensajes por las redes sociales y sus sketch de televisión, son acciones políticas que responden a los lineamientos actuales de la política exterior de Imperio y la histórica "promoción democrática" (promotlng democracy), en un esfuerzo común de intereses bipartidistas, multi-agencial y estructurado a nivel mundial.

Por ello no es de extrañar que el Departamento de Estado, anunciara, sólo tres días después del término de la visita de Obama, un programa de orientación de prácticas comunitarias por $ 753.989, para la formación de “jóvenes líderes emergentes” de la sociedad civil que “apoyarán activamente los principios democráticos en Cuba“. Ni que tras la plata [25] corran animosos, con sus pedigree intervencionistas en Nuestra América y en otras “oscuros rincones” del mundo, los de la pandilla de la NED y USAID o el Albert Einsten Instituto con Robert Helvey, Gene Sharp y Peter Ackerman.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Licenciado en Radioquímica. Maestrante en Ciencia Política en la Universidad de La Habana.

¿Interferencia yanqui en la política británica?

POR ESTO.net 25 de abril de 2016 MÉXICO

Gustavo Robreño*

Resultan universalmente conocidas las acciones injerencistas e intervencionistas de los gobiernos imperiales de Estados Unidos en los asuntos internos de los diferentes países del mundo, unas veces de manera sutil, otras de manera abierta y desfachatada y si es necesario, de forma violenta y sangrienta. Es una constante desde que ese imperio existe, lleno de ínfulas de poder y sed de ganancias, que encubre con supuestos y ridículos dotes de “excepcionalidad” y mandatos divinos.

Por lo general, estas operaciones intervencionistas se hacen más evidentes hacia el mundo subdesarrollado, -el llamado Tercer Mundo,- y se hacen de forma más discreta hacia los socios más incondicionales, como en el caso del mundo capitalista desarrollado donde se ubican varios de ellos.

En este caso, se trata del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la ex metrópoli de las 13 colonias, que el 23 de junio deberá celebrar el esperado referéndum donde se decidirá su permanencia o no en el seno de la Unión Europea, lo cual se ha considerado como una apuesta difícil y arriesgada para el actual primer ministro David Cameron, quien se encuentra en una incómoda coyuntura tras la aparición de su nombre en los llamados “papeles de Panamá” como titular de acciones y evasor fiscal.

Tras una etapa de aparente indiferencia, Washington está ahora alarmada con la perspectiva de que Gran Bretaña, finalmente, tenga que abandonar la Unión Europea tras los costos adversos del referéndum, cuyos resultados se muestran hoy muy reñidos y aún con elevado número de indecisos.

Gran Bretaña fuera de la Unión Europea privaría a Washington de su más importante punta de lanza e incondicional emisario en el seno de la UE y ello es causa de alarma generalizada en los círculos de poder y, sobre todo, en la Administración Obama que cargaría con las culpas de esta derrota en plena faena electoral.

Un importante momento de esta campaña de influencia y amedrentamiento sobre el electorado británico ha sido la visita del presidente de Estados Unidos a Londres para mostrar su apoyo al “si” en el referéndum y argumentar a favor de tal opción, mientras la diplomacia estadounidense lleva a cabo febril actividad y pone en funciones todos sus recursos para apuntalar a Cámeron, al margen de las críticas que el propio Obama le hiciera por “desentenderse de Libia” y permitir que el caos destruyera a este país.

En Gran Bretaña, sin embargo, no todos piensan igual y una de las voces que se ha alzado contra la campaña estadounidense es la del alcalde de Londres, Ben Johson, quien la calificó como “hipócrita e indignante”, pues Estados Unidos nunca aceptaría un control como el que ejerce la UE sobre sus integrantes, según el Mayor londinense.

Lo cierto es que el tema del referéndum del 23 de junio va tomando fuerza no solo en el Reino Unido y en su ex colonia estadounidense sino también en toda la Unión Europea, donde la salida británica abrirá una etapa imprevisible.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Licenciado en Ciencias Sociales y graduado en Relaciones Internacionales. Fue Director General de la Agencia de noticias Prensa Latina. Ha sido colaborador de diversas publicaciones nacionales y extranjeras.

Recesión global: signos de recaída

LA JORNADA 20 de abril de 2016 MÉXICO

Alejandro Nadal*

La crisis financiero-económica es como un organismo que respira, se mueve y se transforma cada día. Con esas mutaciones, las perspectivas que aguardan a la economía mundial también cambian constantemente. Las que comienzan a dibujarse para los próximos años no permiten hacer pronósticos positivos. ¿Será este 2016 el año de la recaída y de la recesión global?

En días pasados el Fondo dio a conocer su Informe sobre estabilidad financiera mundial. El Fondo identifica tres fuentes de tensión que han empeorado durante los últimos seis meses. La primera consiste en un riesgo macroeconómico de menor crecimiento, mayor incertidumbre y su efecto negativo sobre las expectativas sobre inversiones. Lástima que el FMI no saca la primera lección sobre esto: que debería concluir su enamoramiento con los dogmas neoliberales en el terreno de la política macroeconómica.

La segunda fuente de tensión proviene de la caída en los precios de las materias primas durante los últimos cuatro años. Aquí pesan mucho las preocupaciones sobre la economía en China y su impacto sobre los mercados emergentes y economías desarrolladas. Aquéllas enfrentan una combinación desagradable de freno al crecimiento, endurecimiento de las condiciones en los mercados financieros y creciente volatilidad en los flujos de capital. Éstas (por ejemplo Alemania) ya sufren reducciones significativas en sus exportaciones.

La tercera causa de tensiones es la falta de credibilidad sobre las políticas macroeconómicas. El escepticismo sobre la efectividad de la política monetaria está alimentado por el hecho de que las posturas llamadas "no convencionales" (flexibilidad monetaria y tasas cero y hasta negativas de interés) no han tenido un efecto decisivo para sacar al mundo de la globalización neoliberal de los efectos de la hecatombe de 2008.

El informe sobre estabilidad financiera concluye que las cosas podrían mejorar si los países avanzados resuelven los principales problemas heredados de la crisis. Uno de ellos es el de la situación de los bancos que enfrentan, entre otras cosas, una abultada cartera de préstamos y el exceso de capacidad instalada (es decir, hay demasiados bancos). En realidad, ese problema no fue generado por la crisis, sino que proviene de tiempo atrás y es más bien una causa de la crisis financiera.

En cuanto a los mercados emergentes, el FMI reconoce que han sido duramente golpeados por el fuerte descenso en los precios de materias primas y por el endeudamiento que acompañó los años de auge. Pero según el FMI la prudente acumulación de reservas es lo que ha permitido a algunas de estas economías salir adelante. Lo que no dice el Fondo es que su definición de reservas incluye la colocación de fondos de corto plazo (inversiones de cartera) que no son otra cosa que una forma de endeudamiento. Por eso la volatilidad en los flujos de capital no solamente socava las posibilidades de recuperación de los mercados emergentes, sino que genera las condiciones de las crisis financieras crónicas que presenciamos durante la década de los años 1990.

Además de los problemas identificados por el Fondo se yerguen varios factores monumentales que podrían ser la principal causa de una nueva recesión global. Uno de ellos es el hecho de que los salarios siguen estancados en Estados Unidos y en Europa. Esto se acompaña de una contracción en la producción manufacturera en Estados Unidos (y un freno en las ganancias de las principales ramas de la industria manufacturera).

El otro gran problema tiene que ver con el efecto de contagio que trae aparejada la caída en los precios de materias primas. Esta evolución desfavorable en esos precios tiene repercusiones importantes en el sector financiero debido a varios mecanismos de transmisión. Muchas de las industrias en el sector petrolero estadunidense a partir de la fractura hidráulica (fracking) están en bancarrota y sus fuentes de financiamiento recibirán un duro golpe. El desplante de Arabia Saudita en la reunión en Doha la semana pasada permite pronosticar una época larga de precios bajos para el crudo, lo que también va a empeorar la situación de ese sector en Estados Unidos y su impacto sobre un sector financiero que ya sufre un grado significativo de estrés.

Hay que tomar en cuenta que el endeudamiento es lo que sigue explicando buena parte del poco crecimiento que ha experimentado la economía global. Hoy los precios de los activos financieros y de los bienes raíces en una economía como la de Estados Unidos ya no pueden mantenerse al alza por el efecto de los ingresos y de la expansión del PIB. Lo que los ha mantenido a flote es la política monetaria flexible, pero ahora que la Reserva Federal ha comenzado a incrementar la tasa de interés, los precios de esos activos comienzan a gravitar hacia la baja movidos por las fuerzas de la deflación. Es decir, estamos presenciando el final de un súper ciclo de endeudamiento y las consecuencias no serán agradables.

En síntesis, el conjunto de señales e indicadores apunta hacia una nueva recesión este año.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Economista mexicano, doctor en Economía por la Universidad de París X. Actualmente es profesor e investigador de economía en el Centro de Estudios Económicos del Colegio de México. Publica habitualmente en los periódicos La Jornada de México y la revista Sin Permiso.