Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-06-01

Europa, fronteras, vallas y muros

REBELIÓN 27 de mayo del 2016 ESPAÑA

Los que un día derribaron muros, ahora los levantan ,más extensos e infranqueables. Temen a la emigración masiva que ellos generaron con sus guerras y sus prácticas de rapiña. (NR)


José M. Copete*

De alguna manera extraña en la conceptualización de la crisis humanitaria que actualmente afecta Oriente Medio y Europa, el drama de los refugiados tiende a encubrir la proliferación de barreras legales, vallas metálicas, despliegue de ejércitos en las zonas fronterizas y en definitiva endurecimiento y cierre de fronteras en Europa.

Para la opinión pública, los refugiados y su sufrimiento atraen toda la atención y las causas de su desplazamiento se sitúan correctamente en sus países de origen. Sin embargo, algunas de estas barreras son causa de tanto malestar y peligro para los refugiados como los bombardeos, las ocupaciones y las batallas que han dejado atrás.

Esto es así hasta el punto de que la razón por la que viajan por mar y tierra arriesgando sus vidas con costes muy superiores a lo que costaría un billete de avión es el artículo 26 de la Convención de Schengen y la directiva europea 2001/51/EC que lo complementa, obligar a las compañías aéreas a correr con los gastos de repatriación (más una penalización) si transportan gente a quien no se les permite la entrada en el espacio Schengen.

De esta manera la Unión Europea rehúye la responsabilidad de decidir quién es un refugiado y la deposita en el personal de facturación de las compañías aéreas.

La erección de vallas metálicas, incluso con concertinas, en las distintas fronteras obliga a los refugiados a buscar nuevas rutas por los países limítrofes. En septiembre de 2015 Grecia construyó una valla con Turquía, como resultado los refugiados empezaron a pasar por Bulgaria hasta que ésta erigió su propia valla. En Noviembre de 2015 Macedonia construyó una valla y en febrero de 2016 una segunda valla para dirigir a los refugiados hacia un paso de frontera. Hungría construyó en un primer momento una valla de 174 km en la frontera con Serbia, y el 16 de octubre cerró los 40 km de frontera con Croacia. Esto obligó a abrir una ruta por Eslovenia.

Cada vez que se dificulta el paso de las columnas de refugiados por una frontera se crean aglomeraciones en el resto de pasos de fronteras anteriores. A veces hasta 12.000 personas acampadas en rastrojos o campos de maíz sin ninguna infraestructura como el de Eidomeni en el norte de Grecia que están desalojando ahora. Son estas grandes aglomeraciones las que inundan de imágenes los medios de comunicación.

La república checa desplegó su policía en la frontera con Austria en septiembre para impedir que la masa de refugiados que había en Austria intentara llegar a Alemania a través de su territorio. Austria estableció controles y desplegó su ejército a lo largo de la frontera con Hungría. Simultáneamente Hungría desplegó su ejército a lo largo de la frontera y anunció que toda persona que cruzara ilegalmente la frontera se enfrentaría hasta 5 años de cárcel. En septiembre Dinamarca cerró el ferrocarril con Alemania y anunció que introduciría nuevas leyes que permitieran la confiscación de dinero y posesiones de los refugiados para pagar su estancia.

Las fronteras cerradas no son patrimonio de Europa Oriental, España también erigió dos vallas en las ciudades africanas de Ceuta y Melilla y el campo de Calais, en Francia, es testimonio de la dificultad de entrar en el Reino Unido. Los países europeos han puesto en marcha todas estas medidas mientras el peso de la crisis humanitaria lo sostienen los países de Oriente Medio.

En algunos países estas medidas han venido acompañadas por manifestaciones como las del presidente checo Miloč Zeman en las que afirmó que la llegada de migrantes traía consigo tres riesgos: enfermedades infecciosas, terrorismo y la creación de nuevos ghettos. En agosto el ministro húngaro Janos Lázár afirmó que Hungria estaba bajo asedio por los traficantes de seres humanos. Otros políticos en distintos países europeas han descrito a los refugiados como una invasión islámica, o han utilizado expresiones similares.

Al tiempo que los flujos transnacionales de capital y de mercancías no reconocen las fronteras, y la globalización erosiona las soberanías, Europa está erigiendo todo tipo de barreras legales físicas y mentales contra los sectores más vulnerables del Viejo Mundo. Hasta el último trimestre de 2015 la crisis de refugiados era un flujo hacia Europa con algunos campos terminales como Subotica en Serbia o Calais en Francia, el resto de campos eran de tránsito. Sin embargo, a partir de 2016 la tendencia se invierte hacia la paralización del flujo. Comienzan las segregaciones en ruta, los rechazos, las repatriaciones y Turquía se proyecta como la gran barrera que contendrá a los refugiados.

En un contexto de guerra abierta, de guerra permanente, de desesperación permanente o de destrucción del hábitat, las barreras probablemente dificultarán la migración, pero no la evitaran ya que las causas que les empujan a abandonar sus países son más poderosas que las barreras y los obstáculos legales, metálicos o marítimos que se encuentran.

Al igual que ha ocurrido con el artículo 26 del tratado de Schengen si se consolida el pacto con Turquía, ésta podrá retener a los refugiados durante un tiempo pero en algún momento la crisis volverá a desarrollarse por nuevas rutas y con nuevas criminalizaciones hacia traficantes, migrantes, refugiados o cualquier ‘otro peligroso’. La barrera, más que solución es causante de mayores desgracias con múltiples efectos, psicológicos, ideológicos y culturales.

Cuando la barrera (ya sea legal, de piedra o de alambre) la construye el país de origen, tendemos a pensar que el que lo cruza conquista su libertad, como los que cruzaban el telón de acero o ahora huyen del ISIS. Cuando la construye el país de destino, el que la cruza se convierte en un intruso, entra sin derechos y su sola presencia constituye un delito. El peligro que representan con su sola presencia se utiliza para justificar los obstáculos a su entrada como estamos viendo ahora.

Cuando el muro se construye en medio de un conflicto, sirve para consolidar territorio y cimentar sentido de pertenencia frente a un enemigo al que se quiere mantener fuera como los muros de defensa militares. Los tres elementos aparecen enfatizados unas veces u ocultados otras en las representaciones de esta crisis.

La barrera convierte a los refugiados en enemigos, terroristas, delincuentes, o transmisores de enfermedades contagiosas. Reconstruye su identidad como elementos hostiles. Crea un rechazo a su presencia y los aparta en una cuarentena que higieniza la sociedad receptora.

Las vallas, los muros, las concertinas, la vigilancia policial, los ejércitos desplegados son un mensaje de poder. Son sinónimos de cerrazón, de soluciones inflexibles y de falta de comprensión. Es también toda una estrategia política de sembrar el miedo instalando una sensación de guerra, y una mentalidad de invasión y asedio y también busca consolidar el liderazgo en las mayorías silenciosas normalizadas en donde el poder se muestra como salvador frente al peligro que acecha.

Es un acto de comunicación no verbal incrustado en la arquitectura, en el paisaje, en las imágenes, en el sentido de legalidad. Es una apuesta por la segregación social en donde una vida de seguridad y de orden se opone al cruce de fronteras internacionales, ideológicas, religiosas, de valores, de sentido común, de etnicidad, de sexo y de género para llevar vidas creativas llenas de aprendizaje, de mestizaje y de libertad.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Licenciado en Antropología Social, militante en la izquierda social y política española

El principal partido de Estados Unidos

POR ESTO! 26 de mayo del 2016 MÉXICO

Pedro Díaz Arcia*

La mayor agrupación electoral en Estados Unidos la integran los abstencionistas. Si decidieran unirse serían invencibles el 8 de noviembre en la contienda presidencial. Por supuesto, se trata de una hipótesis sin sustento, porque ni las grandes corporaciones ni quienes manejan los intereses capitales del país lo permitirían.

El promedio de abstención en las elecciones presidenciales de Estados Unidos es de un 50%, es decir, que con más del 25% de quienes asisten a las urnas la mayor potencia del mundo y nido por antonomasia del pretendido sistema democrático universal puede elegir a su presidente con menos de la tercera parte de los votantes.

Estudiosos del tema atribuyen la abstención al desencanto, la apatía o a la insatisfacción de los electores con los programas de gobierno de los candidatos; a factores socio-económicos, culturales, institucionales, incluso de carácter tecnológico.

Mientras otros investigadores consideran que los motivos para acudir a las urnas serían: el cumplir con una obligación social; afirmar la lealtad al sistema político; utilizar el llamado voto expresivo, o sea, decidir su elección sin esperar una recompensa; interés en la política; o la creencia en la eficacia de su voto. Pero datos más o datos menos, existe el criterio generalizado de que la ciudadanía estadounidense rechaza a los virtuales contendientes en las próximas elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

Según una encuesta semanal de seguimiento que realiza la NBC News/SurveyMonkey, publicada este martes, el 60% de los electores estadounidenses repudia tanto a Hillary Clinton como a Donald Trump. Ante la pregunta acerca de los sentimientos de los votantes sobre los contendientes sólo el 17% expresó admiración por la ex secretaria de Estado, y el 10% por Trump.

En la escala del odio el 21% precisó su antipatía por Clinton y el 24% lo hizo por su rival. Esta tendencia fue confirmada por consultas realizadas por NBC News/Wall Street Journal, que destaca que los dos candidatos son “los menos populares en la historia de Estados Unidos”; y por el Washington Post/ABC News y el Post/ABC News. El sondeo de NBC News mostró una intención de voto favorable a Clinton con un 47% en relación con el 43% de Trump. Una diferencia mínima.

En el actual escenario, Trump ganó las primarias republicanas celebradas en el estado de Washington, en las que se disputaban 44 delegados. El magnate se llevó 27 de los 66 delegados que necesita para lograr los mil,237 necesarios para que la Convención Nacional Republicana lo designe como candidato a la presidencia el próximo 18 de julio en Cleveland.

Todo indica que Trump podría ganar la nominación presidencial, en cuyo caso se espera una fuerte pugna al interior de los rojos en su cumbre de verano.

Porque el magnate debe tratar de unir a un partido cuya elite lo ha rechazado desde el principio, al ver quebrada su tradicional plataforma programática por un aspirante que, con su irreverente recurso discursivo, ha dividido sus filas con imprevisibles consecuencias para el futuro.

De ello tampoco escapa el Partido Demócrata, ante fisuras que también podrían resultar irreparables.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Investigador y analista político cubano.

Los pueblos dueños de su comunicación

REBELIÓN 30 de mayo del 2016 ESPAÑA

Marina Mariscal Muñoz*

La comunicación es uno de los pilares fundamentales de la sociedad y su reflejo más amplio. El panorama mediático global se rige en gran medida por la hegemonía de los mass media, del pensamiento único y la utilización de la comunicación para la difusión de un mensaje occidental y patriarcal.

El discurso dominante de las grandes empresas de comunicación conforma, en muchas ocasiones, una fuerte amenaza a los intereses de los pueblos en pos del beneficio económico-mercantil y la ideología capitalista. Sin embargo, las resistencias y alternativas a este modelo de comunicación se están desarrollando constantemente y cada vez se hacen más visibles. Se están generando escenarios, en el que la comunicación indígena de Latinoamérica se erige como un referente hacia un discurso alternativo contrario a las visiones dominantes de los grandes medios.

Los pueblos originarios de América Latina han encontrado en la comunicación un poderoso instrumento para la transformación social y la defensa de sus derechos. La utilización de los medios de comunicación por parte de las comunidades indígenas no sólo contribuye a su propio desarrollo, sino que además ofrecen una visión propia acerca de otras formas de ser y estar en el mundo que genera las condiciones necesarias para la descolonización y despatriarcalización del pensamiento establecido.

El uso de la comunicación alternativa por parte de los pueblos indígenas supone una defensa a su soberanía y autonomía ante la constante amenaza a sus derechos individuales y colectivos, invisibilizada dentro del sistema mediático dominante, etnocentrista y heteropatriarcal. El esfuerzo de los agentes de comunicación indígena por hacerse visible es muy significativo; desde 2009 se celebran las Cumbres Continentales de Comunicación Indígena, lo que evidencia la apropiación y coordinación de los medios de comunicación por parte de estas comunidades.

La cuestión de la comunicación indígena ha llegado a formar parte de procesos de regulación y legitimación en algunos estados latinoamericanos. En el caso de Bolivia existen leyes que reconocen los medios de comunicación de los pueblos originarios y propician la existencia legal de radios y TV indígenas, siendo objetivo principal la defensa de la diversidad y la protección de los derechos de estos pueblos.

La institucionalización de la comunicación indígena genera a su vez un adelanto en el uso de herramientas audiovisuales, que ofrecen una visión no convencional y anti-hegemónica de los mensajes e imágenes. Dentro de este contexto se encuadra en Bolivia la llamada TV Plurinacional Indígena, cuyo fin es difundir el paradigma del Buen Vivir de los pueblos originarios, lo que refleja la presencia de la forma de vida indígena y su unión a la Madre Tierra en la esfera mediática del país. Otra herramienta de difusión del mensaje alternativo y social la encontramos en las llamadas radios libres y comunitarias, cuyo objetivo es ser la expresión y la voz de la comunidad y contrarrestar el discurso hegemónico. Asimismo, estas radios cumplen una función social de protección de la cultura y lenguas de los pueblos. La tarea de este medio está muy unida a los movimientos sociales, actuando como altavoz de los mismos. Las radios libres son mecanismos de contrainformación que buscan coordinarse para tener mayor incidencia social y ofrecer una utilidad al desarrollo comunitario de los pueblos.

Otro ejemplo de la comunicación indígena lo encontramos en Guatemala, donde cobra gran importancia la Prensa Comunitaria, una agencia de prensa alternativa que tiene un enfoque feminista y de Derechos Humanos. El esfuerzo por dar una visión propia de la realidad y su constante denuncia de vulneración de derechos de los pueblos indígenas por parte de transnacionales que ocupan sus territorios para extraer recursos naturales, ha llevado a las profesionales de la comunicación indígena a recibir amenazas de muerte, desprestigio, difamaciones, encarcelaciones y agresiones. Sin embargo, también existe un amplio reconocimiento de su labor por parte de la sociedad, lo que implica un gran éxito en la aceptación de los medios y discursos indígenas.

Comunicar con equidad es también una labor importante para el periodismo. La atmósfera mediática convencional es heteropatriarcal y propaga una ideología machista así como el refuerzo de los roles de género ante la opinión pública. La imagen estereotipada de la mujer y su expulsión del espacio público y de decisión genera invisibilidad y discriminación. La familia y la maternidad es la única esfera donde la mujer es representada en los medios, impidiendo que se desarrolle una igualdad real en el mensaje dominante. Ante esto, se hace más que necesaria una comunicación alternativa que se enfrente a las estructuras patriarcales de los medios y desarrollen un discurso inclusivo, equitativo y feminista.

La comunicación indígena es un referente para los medios de comunicación alternativos y sus éxitos son cada vez mayores. Muestra de ello son los eventos organizados por los pueblos originarios para difundir su labor, como el Festival de Cine y Video de los pueblos indígenas FICWALLMAPU, que ofrece una fuerte crítica a la discriminación de las comunidades indígenas así como la necesidad de una comunicación propia en pos de la identidad de los pueblos y la defensa de sus propios códigos, narrativas y cosmovisiones.

La comunicación indígena representa la posibilidad de difundir un mensaje propio, crear un espacio participativo y promover el justo desarrollo comunitario. En definitiva, se trata de impulsar una comunicación de los pueblos y para los pueblos.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Estudiante de periodismo en la Universidad de Sevilla.