Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-09-09

Golpe de Estado en América Latina

REBELIÓN 7 de septiembre del 2016 ESPAÑA

Pablo Ruiz*

Es muy largo consignar la historia de intervencionismo de la política exterior estadounidense en América Latina y todo el mundo. Hoy es un hecho que ha cambiado, su forma de operar, en correspondencia con los tiempos y sus complejidades.

Todo indica que al menos en América Latina, EEUU pasó del “hard power”, poder duro, al “smart power”, poder inteligente. Vale decir, EEUU seguirá defendiendo sus intereses pero ya no privilegiara la utilización de la violencia masiva, idealmente tampoco la intervención de las FFAA, y esta vez con un fuerte protagonismo, no de militares, sino de civiles que se identifiquen con su proyecto de sociedad neoliberal y defiendan los privilegios de la élite.

Hoy la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) y la Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional (Usaid), entre otras iniciativas, juegan un papel muy importante, en conjunto con otras clásicas, como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), y la nueva Escuela de las Américas (WHINSEC, actualmente) que sigue dando adoctrinamiento a la mayoría de las FFAA de América Latina. En pocas palabras, el objetivo es el mismo, seguir defendiendo sus intereses.

En palabras de la presidenta legítima de Brasil, Dilma Rousseff: “En el pasado con las armas, y hoy con la retórica jurídica, nuevamente pretenden atentar contra la democracia y contra el estado de derecho”.

¿Para qué son los golpes de Estado?

Violentos o inteligentes, disfrazados de legalidad o no, los golpes de estado han sido el mecanismo que EEUU y las oligarquías nacionales utilizan para recuperar el poder cuando sectores progresistas o populares, por la vía de la democracia occidental, representativa, acceden al gobierno, y comienzan a realizar reformas sociales que buscan el bienestar de amplias mayorías. Entre estas medidas, la nacionalización de los recursos naturales es muy importante.

Bajo la retórica y las banderas de la defensa de la democracia y de la libertad, los golpes de estado y el intervencionismo estadounidense, nunca han perseguido esos grandes ideales. La historia ha demostrado todo lo contrario.

¿Democracia para quién?, solamente para quienes tengan el suficiente poder que da el dinero: las clases o sectores privilegiados de cada país, de los EEUU y sus empresas trasnacionales, que viven de la explotación de los recursos naturales de nuestros pueblos, que son bienes comunes de todos, y del dinero que genera el esfuerzo de los trabajadores.

Cuenta Peter Kornbluh, del National Security Archive en Washington, que el 15 de septiembre del 1973, varios días después del golpe de estado en Chile, contra Salvador Allende, Nixon llamó a Kissinger nuevamente.

- Nuestra mano se mantiene oculta en esto.

- No lo hicimos nosotros -responde Kissinger- Quiero decir, les ayudamos. Creamos las máximas condiciones posibles.

2002: INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN VENEZUELA

El 12 de abril del 2002 la oposición, con apoyo de los militares, consuma un golpe de estado en Venezuela sacando por la fuerza al Presidente Hugo Chávez.

En cadena nacional, el General Lucas Rincón, anunciaba que se le había solicitado la renuncia al Presidente y que este había aceptado. Sin embargo, Chávez había sido hecho prisionero.

Consumado el golpe, Pedro Carmona, acompañado de políticos de la ultraderecha venezolana y representantes de la Iglesia Católica, se auto juramenta como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Una gran movilización popular se realiza alrededor del Palacio de Miraflores y militares leales rescatan al Presidente Hugo Chávez, democráticamente elegido, y en menos de 48 horas retoma el poder.

Dos años después, en el 2004, el gobierno venezolano denunció ante la OEA la injerencia del gobierno de EEUU y de organizaciones estadounidenses en el golpe de Estado; al mismo tiempo resolvió retirar a sus soldados del entrenamiento en la Escuela de las Américas. Entre los militares que encabezaron el intento de golpe de estado figuraba el general Efraín Vázquez graduado en esta academia militar.

El embajador venezolano ante la OEA, Jorge Valero, presentó una masa de documentos que demostraron la abierta intervención de EEUU en el golpe. “Funcionarios del Departamento de Estado y de la misión permanente de EEUU ante la OEA -señaló- realizaron el 12 de abril, tanto en el seno de esta organización como ante el cuerpo diplomático un intenso lobby destinado a justificar el golpe de Estado, mientras en Caracas el embajador de EEUU, Charles Shapiro, realizaba una 'visita de cortesía' al dictador Pedro Carmona”.

A la fecha, siguen las operaciones intervencionistas contra Venezuela.

2004: GOLPE DE ESTADO EN HAITÍ

El 29 de febrero del 2004, el presidente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide, fue secuestrado por un comando de Fuerzas Especiales estadounidenses con el apoyo de Francia. Ante la opinión pública, se dijo que Aristide había renunciado voluntariamente.

“Bajo la amenaza de los fusiles M-16 -escribió Thierry Meyssan en Voltairenet- y en presencia de James B. Foley, embajador de los EEUU y de Thierry Burkard, embajador de Francia, Aristide habría firmado una declaración de demisión preparada con anticipación por los golpistas “a fin de evitar un baño de sangre”.

En realidad, se sabe actualmente que Aristide rechazó firmar tal documento y redactó más bien una unas pocas líneas sobre un papel a manera de despedida. Es después cuando las Fuerzas Especiales lo conducen al interior de un avión blanco, sin matrícula, con destino a Bangui, capital de la República Centroafricana, en donde lo esperan agentes franceses de la seguridad”.

El diario estadounidense The New York Time señaló entonces que “la administración Bush, que anteriormente había estado renuente a sugerir que un presidente electo renunciara, cambió su postura en los últimos días, por el aumento de la presión y, finalmente, instó encarecidamente a Aristide a renunciar”.

El mismo año, EEUU envío un alto contingente de marines a Haití. George W. Bush dijo: “El gobierno cree que es esencial que Haití tenga un futuro esperanzador. Este es el comienzo de un nuevo capítulo”. La realidad refuta este planteamiento.

2008: INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA

El 11 de septiembre del 2008 se produce una masacre sangrienta, en el departamento de Pando, en Bolivia. Juan Ramón Quintana, ministro de la presidencia, señaló que este hecho fue “el corolario de una escalada de complot, conspiración y sedición cívico-prefectural” organizada con el apoyo de EEUU y frustrada “gracias a una enorme movilización social, a las decisiones del poder ejecutivo y, fundamentalmente, a la detención del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández”.

Estamos asistiendo, dijo, “al mismo libreto” urdido cada vez que en nuestros países “se pretende instalar procesos de transformación profunda que tratan de recuperar la soberanía, la dignidad, los recursos naturales”.

“Tenemos que establecer una nueva agenda, nuevas reglas del juego para definir nuestra relación con los EEUU; una relación que ha estado empañada fundamentalmente por las acciones sediciosas del propio exembajador Philip Goldberg, a quien declaramos persona non grata, porque hemos advertido con la mayor objetividad que estuvo alentando esta espiral de violencia en Bolivia”, dijo Quintana.

Desde el 2008 a la fecha, en Bolivia se han registrado otros intentos por desestabilizar al gobierno encabezado por Evo Morales.

Recientemente, se han registrado enfrentamientos de algunas cooperativas mineras con las fuerzas de orden. El ministro boliviano Carlos Romero, indicó que estas son movilizaciones conspirativas y golpistas están “dirigidas a afectar a la institucionalidad del Estado y restituir el régimen de privatización de los recursos naturales”.

“El uso de cooperativas por parte de empresas trasnacionales para intentar privatizar y controlar los recursos mineros de Bolivia es el verdadero trasfondo de las recientes protestas violentas”, dijo Romero

2009: GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS

El 28 de junio del 2009 se produce un golpe de Estado en Honduras donde militares detienen al presidente Manuel Zelaya y lo expulsan a Costa Rica.

Dos de sus cabecillas, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de Honduras, Romeo Vásquez y el Jefe de la Fuerza Aérea, General Luis Prince Suazo, son graduados de la Escuela de las Américas.

El gobierno de EEUU, mediante el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, confirmó que la base militar de Soto Cano, en Palmerola, Honduras, donde opera la Fuerza Bravo de EEUU, con más de 800 oficiales y soldados norteamericanos, fue utilizada por los golpistas al sacar al presidente Manuel Zelaya del país.

“Latinoamérica entra con Chávez -dijo Zelaya a Telesur- en dos décadas de profundas reformas en el sistema y lógicamente tienen que detenerlas”.

2010: INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN ECUADOR

El 30 de septiembre del 2010, se produjo una protesta de policías y sectores militares en Ecuador. El presidente Rafael Correa acude al lugar de la protesta para hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales. Sin embargo, es agredido y secuestrado durante varias horas, en un hospital, siendo rescatado, finalmente, por Fuerzas Especiales, luego de un intenso tiroteo.

De acuerdo a la abogada Eva Golinger, “el 12 de julio del 2005, el jefe de comunicaciones de la División Estratégica de Desarrollo de la Usaid en Ecuador envió un correo electrónico a los otros representantes de la Usaid en Quito, expresando su preocupación por la influencia ´chavista` en Ecuador”.

Cinco años después, en el 2015, el presidente de Ecuador, Rafael Correa denunció nuevamente que sectores vinculados al ejército y la oposición tenían planes para tomar la sede del Poder Ejecutivo.

“A través de su cuenta de Twitter, Correa señaló a dos coroneles del ejército como cabezas de la conspiración. El primer apuntado fue Mario Pazmiño, un coronel retirado de las fuerzas armadas, ex jefe de Inteligencia, a quien vinculó como cercano a la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA). En tanto, el otro personaje señalado fue el coronel César Carrión, quien revistaba como director del hospital policial donde el presidente estuvo secuestrado en el 2010”, informó Pagina12.

Recientemente, en julio pasado, María Augusta Calle, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Ecuador, señaló a Radio del Sur que: “El Congreso de los EEUU aprobó un presupuesto de dos mil millones de dólares para 'fortalecer la democracia' en Venezuela, Ecuador y Cuba. En esa propuesta, que se presentó para su aprobación por el Congreso, aparecía que tenían que dar resultados concretos en 180 días”.

La legisladora denunció que los actuales disturbios desatados por la oposición en Ecuador son el fruto de esta financiación estadounidense.

“Creo que están trabajando muy rápidamente para ver si al menos aquí en Ecuador logran romper el orden democrático”, agregó.

En una entrevista de Julian Assange al Presidente Correa este último expresó: “Vea, como dice Evo Morales, el único país que puede estar seguro que nunca va a tener golpes de estado es EEUU, porque no tiene embajada estadounidense”.

2012: GOLPE DE ESTADO EN PARAGUAY

El 22 de junio del 2012, el Senado de Paraguay realizó un juicio “express” al Presidente Fernando Lugo destituyéndolo del cargo bajo el argumento de que era responsable de los enfrentamientos entre campesinos y policías, ocurridos días antes, en la localidad de Curuguaty, con un saldo de diecisiete muertos.

"Aquí no han destituido a Lugo, han destituido la democracia. No han respetado la voluntad popular", dijo el ex mandatario.

En un reportaje publicado por CIPER, titulado, “Las claves de la destitución de Lugo en Paraguay: Los EEUU y el Impeachment”, se señala que: “El 22 de marzo del 2012, en una ceremonia en el Palacio Nacional, otro director del programa Umbral, el estadounidense Matthew Langhenry, recibió una medalla al mérito de la Policía Nacional paraguaya de manos de su comandante, Paulino Rojas, que durante un año y medio trabajó cerca de Usaid en el programa Umbral” que donó 2 millones de dólares en equipamiento a la policía.

“Rojas -señala la investigación- también había recibido entrenamiento por el FBI en un curso en Virginia en el 1998. Tres meses después, Paulino Rojas daría la orden de desalojo que llevó a la matanza de Curuguaty y a la deposición de Lugo”.

“La influencia norteamericana –dice el reportaje de CIPER- en Paraguay no es sólo un asunto diplomático. A través de donaciones administradas por Usaid de más de 100 millones de dólares (en cinco años) a empresas, ONG y órganos gubernamentales dificilísimos de monitorear, los norteamericanos se garantizaron su proximidad a diversas esferas de poder en Paraguay: “Actores políticos de todos los espectros nos buscan para oír consejos”, resumió la ex embajadora Liliana Ayala en la misma relatoría confidencial. “Y nuestra influencia aquí es mucho mayor que nuestro rastro””.

2016: GOLPE DE ESTADO EN BRASIL

El 31 de agosto de 2016, luego de un “impeachment”, el Senado de Brasil destituyó formalmente a la Presidenta Dilma Rousseff, por 61 votos contra 20, por supuestos “crímenes de responsabilidad”.

Tres años antes, en septiembre del 2013, asumiría la embajada de EEUU en Brasil, Liliana Ayalde quien fue embajadora en Paraguay cuando el Senado realizó también un “impeachment” a Fernando Lugo, que lo destituyó.

Ayalde, con una larga experiencia, fue directora de la Usaid en Colombia, también estuvo en Guatemala, en los años ochenta, y en Nicaragua, en los noventa, fue también subsecretaria de estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, que cubre Cuba, América Central y el Caribe.

En el mismo mes, el periodista americano Glenn Greenwald, con acceso a los documentos del ex agente Edward Snowden, mostró documentos en los que se probaba que la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU tenía interés y vigilaba las comunicaciones de la petrolera de Brasil, Petrobras.

También se informó entonces que las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff estaban siendo monitoreadas por los EEUU. “En los informes, se incluía la pregunta "Brasil, ¿aliado, enemigo o problema?”.

Finalmente, el mismo día, 31 de agosto del 2016, en que el Senado de Brasil destituyó a la Presidenta Dilma Rousseff, llegó hasta las dependencias del Senado brasileño Michel Temer para tomar posesión de manera oficial como nuevo Presidente del país hasta el 31 de diciembre del 2018.

Temer, informó Wikileaks, habría sido “informante de inteligencia” de EEUU. De acuerdo a un cable de la embajada de EEUU, revelado en este sitio, Temer, habría sostenido reuniones con los diplomáticos estadounidenses en el 2006.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Periodista, editor de la revista El Derecho de Vivir en Paz

Solo 90 compañías son las mayores responsables del 60% del cambio climático

ECOPORTAL.net 2 de septiembre del 2016 NUEVA ZELANDA

El geógrafo Richard Heede puso en aprietos a las principales empresas del mundo al contabilizar sus emisiones de gases de efecto invernadero

Richard Heede es un tipo metódico. Alguien a quien le gusta “poner atención a los detalles”. Era una cualidad necesaria a la hora de calcular las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las principales compañías del mundo. Durante años, con pocos recursos, Heede se dedicó a escarbar en archivos y reportes desde la era industrial hasta hoy. Cuando terminó la tarea, concluyó que tan solo 90 compañías originaron las dos terceras partes de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y, por lo tanto, son responsables del cambio climático.

Heede nació en Noruega pero se crió en Estados Unidos. Cuando estudiaba Geografía en la Universidad de Colorado, como lo contó el periodista Douglas Starr en la revista Science, comenzó a interesarse por los subsidios que el gobierno de Ronald Reagan concedía a la industria de combustibles fósiles y la eliminación de apoyo para las energías renovables. Así comenzaba a sumergirse en uno de los mayores desafíos que enfrenta el planeta: el cambio climático.

En el 2003, el gobierno municipal de Aspen, Colorado, lo contrató para que calculara todas las emisiones de CO2 de esa localidad. Heede diseñó una metodología y comenzó a recopilar los datos. Calculó el número de emisiones generadas por todos los viajes en avión realizados por los habitantes de la ciudad. También las toneladas de CO2 correspondientes a todos los desplazamientos de los cerca de 13 mil vehículos de Aspen.

Ese trabajo llamó la atención de Peter Roderick, del programa de Justicia Climática de Greenpeace. Roderick le pidió que calculara las emisiones de CO2 generadas en toda su historia por la compañía Exxon. Después de quince meses, en los que escarbó en archivos desde 1870 en dos continentes, concluyó que la compañía petrolera, directa e indirectamente, era responsable de 4,7 % a 5,3 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la humanidad.

Sus datos comenzaron a incomodar. Para una parte de los expertos, su enfoque es equivocado. No se puede culpar a las empresas por una responsabilidad que recae en todas las personas. Otros creen que cuando la responsabilidad es de todos, no es de nadie. Heede ha dicho que la mayor parte de los ciudadanos simplemente no tienen la opción de elegir. Sus decisiones ya están determinadas por esas industrias y el sistema económico.

Como lo contó Starr en su reportaje, la siguiente tarea que Greenpeace le comisionó a Heede fue calcular las emisiones de las compañías de hidrocarburos más grandes. En el 2013 publicó sus resultados en una revista científica y alborotó el debate sobre la justicia climática. Entre 1791 y 2011, 90 compañías eran responsables del 63% de las emisiones globales. Tan solo las ocho más grandes daban cuenta del 20 por ciento.

Hace un mes, Heede fue citado a la Cámara de Representantes de EEUU, porque algunos de sus miembros creen que forma parte de una conspiración para afectar la imagen de esas empresas. “Se trata de una campaña para intimidar y detener la investigación científica”, le contó Heede a Science.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

G-20: trabajar para hacerse irrelevante

LA JORNADA 7 de septiembre del 2016 MÉXICO

Alejandro Nadal*

El comunicado de la reunión del G-20 el pasado fin de semana en Hangzhou, China, es algo anodino. Eso es explicable por la agenda superficial del grupo frente a los desafíos que afronta la economía mundial. Y, por supuesto, también se debe a la composición disfuncional del G-20. Las tensiones políticas y comerciales entre Washington, Moscú y Pekín son ya demasiado fuertes como para permitir que el cónclave desemboque en algo constructivo.

Lo más revelador fue el documento preparado para esta reunión por el FMI, Perspectivas y desafíos globales (imf.org). Aunque buscó escoger las palabras cuidadosamente, el informe observa que la economía mundial afronta un horizonte lleno de desafíos. El crecimiento para este año será menor que el del 2015 y el pronóstico no es nada bueno para el 2017.

El Fondo reconoce que las economías capitalistas desarrolladas no terminan de salir del marasmo deflacionario. Han transcurrido más de siete años en los que se ha aplicado una política monetaria flexible con tasas de interés en su límite inferior sin haberse podido reactivar la demanda y la inversión. Sigue dominando un escenario de sobrendeudamiento corporativo y de frágiles hojas de balance en el sector financiero. También continúa una perniciosa caída en la tasa de productividad, lo que podría significar que se están alcanzando los límites de la oleada de innovaciones de los últimos dos decenios.

En materia de comercio mundial también domina un sesgo declinante en el volumen de intercambios. Finalmente, los débiles incentivos a la inversión se acompañan de una intensificación de la desigualdad.

Pero para no presentar una imagen tan negativa el FMI recurre a la vieja historia de los mercados emergentes. Ahora renace aquella narrativa de que China se está recuperando, India mantiene un vigoroso crecimiento y en Brasil renace la confianza del sector privado (es un espaldarazo al nuevo gobierno golpista de Temer y su agenda de reformas neoliberales). Esa parte del diagnóstico es infundado e ignora los análisis más serios sobre la naturaleza y limitaciones del crecimiento en estos mercados emergentes. Para balancear su seudoanálisis de la economía mundial, el Fondo termina con sus recomendaciones para salir del estancamiento. Destacan tres puntos. Primero, en materia de política macroeconómica el FMI recomienda mantener una política monetaria en una postura flexible hasta que disminuya la tendencia deflacionaria. Por ejemplo, en Europa debe mantenerse la tasa de interés en el límite cero, así como la inyección de liquidez porque la situación de los bancos sigue siendo muy frágil. Y en materia fiscal se insiste en la necesidad de aplicar una política de inversión pública más "amistosa para el crecimiento".

Cuando exista margen de maniobra (léase, siempre y cuando no se abandone la austeridad) el gasto debe dirigirse a rubros como el de educación para ir disminuyendo la desigualdad. Por cierto, el vínculo de los bajos salarios y la desigualdad sigue siendo inexistente para el FMI. Por el lado de los ingresos, se insiste en recurrir a los impuestos indirectos (como el IVA) porque se cree son menos negativos para el crecimiento. En cambio, el Fondo no quiere oír hablar de incrementar la carga fiscal de los más ricos y prefiere los impuestos regresivos, aunque en el mismo párrafo mienta diciendo que esos impuestos no afectan el crecimiento.

Segundo, el FMI señala que se necesitan más reformas estructurales de corte neoliberal. O sea, debe seguir la desregulación y la privatización. En el sector financiero al Fondo le preocupa surjan tendencias a la regulación sobre flujos de capital, como si el casino financiero no hubiera tenido nada que ver con la crisis.

Tercero, el Fondo recomienda seguir promoviendo la agenda de la liberalización comercial. El comercio mundial ha crecido a una tasa decepcionante en los últimos cinco años. En especial, el comercio en bienes de capital e insumos intermedios ha caído más que en las ramas de bienes de consumo debido a la reducida tasa de inversión en las principales economías.

Lo que se necesita, según el FMI, es fortalecer a la Organización Mundial de Comercio (OMC), que ha estado languideciendo desde el fracaso de su ronda Doha. Pero se olvida de que la desregulación comercial global ya recorrió su camino y que los acuerdos comerciales en el Atlántico y el Pacífico sólo sirven para fortalecer cosas como las reglas sobre inversión y sobre patentes, marcas y derechos de autor. Eso significa que se busca endurecer las estructuras oligopólicas de mercados que sólo benefician a las grandes empresas trasnacionales. Por cierto, nada de esto permite enfrentar el grave problema del enorme exceso de capacidad instalada que marca la estructura de las principales ramas industriales de la economía global.

Ninguno de los problemas estructurales de la economía mundial ha sido identificado y tratado en las reuniones del G-20. Mientras tanto, el grupo trabaja arduamente en convertirse en una entelequia irrelevante.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Economista mexicano