Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-10-12

Crimen de Barbados: tenemos memoria

PROGRESO SEMANAL 6 de octubre del 2016 EEUU

José Pertierra*

Tuve acceso a los cientos de páginas en Venezuela sobre el crimen del 6 de octubre del 1976 contra el avión civil cubano. Los folios del expediente son voluminosos. Llenan un closet entero de las oficinas de la fiscalía en Caracas. Consisten en decenas de piezas y anexos, además de unas diez piezas adicionales que corresponden a la causa por corrupción administrativa, seguida tras la fuga de Luis Posada Carriles de la penitenciaría de San Juan de los Morros, el 18 de agosto del 1985.

Muy impactante son las confesiones de los autores materiales del siniestro, Hernán Ricardo y Fredy Lugo, ante las autoridades policiales en Trinidad. Ellos le admitieron a las autoridades haber sido entrenados por la CIA y por la DISIP (la anterior agencia de inteligencia venezolana). Hernán Ricardo hasta dibujó un diagrama con puño y letra de la estructura política del CORU (organización terrorista fundada por Orlando Bosch y Posada Carriles para llevar a cabo acciones terroristas contra Cuba e intereses cubanos), más un diagrama del detonador del explosivo que utilizó. El diagrama de la estructura político-militar de CORU involucra a la CIA y al FBI.

En otra hoja, Ricardo describe los pasos que se deben seguir antes de que una bomba sea colocada en un avión y cómo se detona el explosivo plástico (C-4). En el reverso de la hoja, hay un dibujo de una bomba plástica y el detonador, y una especie de lápiz en el que se introducen diferentes productos químicos, que según la composición pueden ser programado para que estalle en 8 minutos, 45 min., 1 hora, 2 horas, 3 horas, 8 horas, 12 horas y 24 horas.

En el expediente está también una carta escrita por Fredy Lugo de puño y letra, donde confiesa su participación y la de Hernán Ricardo en la voladura del avión. Redactó la carta bajo custodia de las autoridades trinitarias, en octubre del 1976.

Lugo testificó a las autoridades policiales de Trinidad que Ricardo alardeó haber matado más personas que Carlos el Chacal, y Ricardo admitió haber recibido 25 mil dólares por el trabajo que hizo contra la nave civil cubana. Ricardo le dijo a la policía en Trinidad que trabajaba para la CIA y para Posada Carriles, que había volado el avión y que todo lo que hacía se lo informaba a sus superiores. Es decir, a Posada Carriles.

Vi ahí, además, un Informe de inteligencia dirigido a Luis Posada Carriles. Fue ubicado durante el allanamiento de las oficinas de Posada en ICICA, la empresa de inteligencia que tenía Posada, en octubre del 1976. Contiene información sobre las instalaciones de Cubana de Aviación y otros intereses de Cuba en Barbados, Colombia, Panamá, Trinidad. Coincide con los lugares donde fueron despachados Hernán Ricardo y otros a poner bombas. Incluye también información sobre el tráfico de aviones cubanos en el aeropuerto Seawell de Barbados y el aeropuerto de Trinidad.

Un perito presentó un informe, que está en el expediente, confirmando que ese reporte de inteligencia fue escrito por Hernán Ricardo. Es su letra. Están sus huellas. Hay suficiente evidencia que apuntan a los autores materiales e intelectuales del crimen. Pero quizás lo más impactante del expediente sobre el caso de Posada Carriles en Caracas, es el informe del médico forense barbadense. Solamente se pudieron recuperar restos de 15 personas en las aguas profundas de Deep Water Bay, donde el CU-455 se hundió en el mar. El informe forense narra la condición en que se encontraban los restos (…) con las fotos de los cadáveres de las víctimas. Lo que más se le graba a uno en el corazón: el rostro humano del terrorismo impune.

He recordado todo cuando leí la entrevista que el semanario cubano Trabajadores le hizo a la doctora Dorys Quintana Cruz, secretaria de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional, de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC), donde dice que “para los cubanos, el caso no está cerrado mientras Posada Carriles permanezca impune”. Por supuesto, tiene toda la razón, pero mientras les falte voluntad política a los gobernantes en Washington para cumplir con la ley y extraditar a Posada Carriles a Caracas o a juzgarlo dentro del territorio estadounidense por 73 cargos de homicidio, el caso en Estados Unidos se mantendrá cerrado.

El gobierno de los Estados Unidos parece no tener ningún problema con encarcelar indefinidamente a ciertos terroristas en Guantánamo, mientras protege a otros en Miami. Es de sentido común, y la doctora Quintana lo sabe perfectamente, que un país civilizado no debe torturar a algunos terroristas, mientras cobija a aquellos asesinos que considera amigos. El terrorismo es un crimen de lesa humanidad. Todos los terroristas deberían ser capturados y procesados, y ninguno torturado o liberado impunemente. Es lo que dicta la razón y la justicia, pero así no ha funcionado el sistema jurídico estadounidense en este caso.

Espero que algún día, antes de que se muera Posada Carriles en su cómoda cama mayamense, un gobernante justo tenga las llaves de la Casa Blanca. A él o a ella le correspondería cumplir con el tratado de extradición entre Venezuela y los Estados Unidos, y con el tratado internacional para la protección de la aviación civil. Ojalá así sea. Pero eso no pasará hasta que el propio pueblo de los Estados Unidos se indigne ante la política de doble moral de Washington y exija que se haga justicia. Por las 73 personas asesinadas por Posada Carriles a sangre fría sobre la playa llamada Paraíso en Barbados. Por los familiares que dejaron atrás. Por la dignidad. Por la memoria.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Abogado cubano, graduado de Loyola University, en Los Ángeles. Experto en inmigración y las relaciones Cuba-EEUU

Lula: criminalización de un estadista

LA JORNADA 7 de octubre del 2016 MÉXICO

EDITORIAL

En días recientes instancias judiciales de Brasil han multiplicado sus acusaciones contra el exmandatario y eventual candidato para las elecciones presidenciales del 2018, Luis Inazio Lula da Silva. El miércoles pasado la Policía Federal filtró a los medios un supuesto caso de tráfico de influencias, según el cual en el 2012 el antiguo dirigente obrero habría beneficiado a un sobrino suyo para otorgarle contratos en obras de ampliación de una hidroeléctrica en Angola por medio de una empresa de construcción brasileña que recibió, ese mismo año, un crédito de un banco público.

Ya antes los fiscales habían señalado a Lula –sin presentar acusaciones formales– de ser el "comandante máximo" de movimientos corruptos en la petrolera de propiedad estatal Petrobras. Ayer el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Teori Zavascki decidió iniciar una investigación formal contra el exmandatario, a quien acusó de pertenecer a un "grupo criminal organizado" para desviar sumas millonarias de Petrobras.

Hasta ahora, sin embargo, las imputaciones y señalamientos informales al político del Partido de los Trabajadores (PT) se han caracterizado por la ausencia de pruebas y un insistente sesgo sensacionalista y mediático en la conducta de quienes tendrían que dedicarse a procurar justicia en el país sudamericano.

El momento más notorio de esa conducta perversa ocurrió en marzo pasado, cuando, sin citatorio previo, Lula fue detenido por la policía y llevado a una comisaría de Sao Paulo –ciudad en la que reside– para que rindiera declaración en torno a la corrupción en Petrobras. Ante la disposición que el expresidente ha mostrado siempre para colaborar en las pesquisas, resulta evidente que tal episodio fue montado para humillarlo y exhibirlo ante las cámaras de televisión a bordo de una patrulla policial.

Otro tanto ocurre con las acusaciones por las cuales Dilma Rousseff, sucesora y correligionaria del viejo obrero metalúrgico, fue depuesta de la presidencia en un juicio legislativo dirigido por diputados y senadores que, a su vez, son objeto de investigaciones por corrupción: aunque las transferencias entre partidas presupuestales realizadas en el gobierno de Rousseff fueron el pretexto para ese virtual golpe de Estado, la ahora exmandataria nunca fue penalmente procesada por ello, por la simple razón de que tales transferencias no constituyen delito alguno.

Si la destitución de Rousseff fue un operativo para interrumpir el programa gubernamental de carácter social, popular y soberanista del PT, y liquidar el mandato popular correspondiente, la persecución judicial contra Lula parece orientada a impedir que su nombre aparezca en las boletas electorales del 2018 y cancelarle de esa forma cualquier perspectiva de retorno a la presidencia.

En suma, la oligarquía neoliberal brasileña ha retomado por medio de un golpe legislativo el poder político que el pueblo le negó en las urnas, y ahora pretende entronizarse en él mediante maniobras judiciales, sin sustancia real pero con un impacto propagandístico indudable. A fin de cuentas, esa oligarquía posee y controla la casi totalidad de los medios informativos del país, y se sabe que éstos son tan capaces de construir figuras políticas de la nada –como lo hicieron hace dos décadas con el también expresidente Fernando Collor– como de destruir la más honorable y meritoria de las trayectorias públicas.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

Golpe a golpe, España gira a la derecha

REBELIÓN 7 de octubre del 2016 ESPAÑA

Armando B. Ginés*

Ha ganado el régimen del 78, también la corrupción institucional, igualmente el aparato del PSOE adicto al bipartidismo conservador y las puertas giratorias y, por supuesto, han vencido con holgura las elites, las ideas y los intereses de la derecha, el PP y Rajoy.

La defenestración de Pedro Sánchez demuestra sin ningún género de dudas que el poder neoliberal establecido no se anda con mimos democráticos cuando está en juego una alternativa de izquierdas por muy alicorta que ésta se presente.

Cuando la derecha ve en peligro sus prebendas y su orden social, económico y político, el sistema democrático salta por los aires. La historia está plagada de sucesos contra la voluntad popular con sesgos mínimamente progresistas en sus postulados: las entronizaciones ultras de Hitler, Mussolini y Franco, el golpe USA contra Allende, recientemente en Brasil con argucias bajas de leguleyos de poca monta contra Lula y Dilma Rousseff o las andanadas de mentiras y provocaciones internacionales contra Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

El asesinato político de Sánchez viene marcado casi literalmente por el manual típico del golpismo clásico, sin tanques pero con fuego político basado en crear una situación insostenible a fuerza de repetir consignas contra los adversarios o enemigos que no entran en razón a favor de las tesis de los poderosos. Se ha convertido a Sánchez, a base de mentiras y calumnias de sus propios compañeros y compañeras de ideología y formación, en un monstruo diabólico al que se debía neutralizar bajo cualquier circunstancia.

Ante este ambiente bélico había que tomar medidas excepcionales, contando con la ayuda inestimable de un vocero de postín: el grupo mediático Prisa dueño de El País, una formidable plataforma que, una vez más, se vende a sus propietarios en la sombra para defender el bipartidismo de siempre, una vez tú PP, otra vez yo PSOE, y que nada cambie de verdad en el panorama político español.

LARGA VIDA A LA CORRUPCIÓN

La democracia está secuestrada en el régimen del 78, donde la izquierda transformadora está vetada para gobernar desde La Moncloa, dejándola pequeñas migajas en las esferas municipales.

Las artimañas de procedimiento usadas por los llamados críticos (dimisiones calculadas en la Ejecutiva del PSOE) y sus declaraciones ambiguas acerca del apoyo pasivo al PP, indican que bajo la piel de la crisis existían contactos o voluntades calladas de intentar un pacto de izquierdas. De ahí el tremendismo golpista de Felipe González y Susana Díaz y el resto de palmeros adosados a los privilegios de casta representados por ambos. Había mucha “prisa” en “el país” por segar el camino a Pedro Sánchez y los suyos.

El PSOE se ha decantado, de momento, por la España de la corrupción y las reformas laborales de Rajoy y Zapatero. Mediante debates trucados y con desprecio absoluto por su militancia, sus votantes y las ideas de izquierda en general, el aparato ha optado por la cirugía sin anestesia antes que por el intercambio profundo y democrático de pareceres. Había urgencia por el golpe manu militari, de esta manera se servirá en bandeja un próximo gobierno de derechas sin que los principales muñidores (Díaz, González, Page, Vara, Puig, Madina…) se vean involucrados directamente en tomas de posición proclives a mantener a Rajoy en la presidencia del Gobierno.

Otros saldrán a la palestra a explicar lo inexplicable, que serán los mamporreros políticos de una decisión que saben a ciencia cierta no es mayoritariamente la de las bases del PSOE. Una vez más se burlarán los procesos democráticos en nombre de España y de la sacrosanta unidad. Ni siquiera se ha dado la posibilidad de que Sánchez intentara un diálogo con Podemos y las fuerzas nacionalistas (o independentistas si así se quiere de Cataluña y Euskadi).

VETO A LA IZQUIERDA

Hoy por hoy, nos quedaremos en la ignorancia total de si el fruto de unas hipotéticas negociaciones serias y hondas hubiera sido que todos dejaran en la cuneta sus máximas políticas, cediendo para alcanzar un pacto de compromisos concretos a corto y medio plazo que enfatizara aspectos sociales, fiscales, laborales y concernientes a los sectores públicos e institucionales para devolver a la inmensa mayoría los derechos robados y una igualdad rota por el neoliberalismo de los últimos años liderado por el PP. Todo ello se ha transformado ahora en política-ficción. Y no es que Pedro Sánchez sea un rojo revolucionario, su personalidad no va más allá de un pragmático alternativo que ha intentado ser autónomo y realista frente a los poderes establecidos internos y externos. Sus virajes y contradicciones denotan una lucha de posiciones por el poder muy cruento e intenso.

Empezó su andadura pactando para la galería con Ciudadanos. Un acuerdo imposible de aunar más voluntades en el arco parlamentario pero que salvaba su cara haciendo un guiño positivo al bando de los irredentos aclamadores de Susana Díaz y San Felipe González.

Bien sabía que al final no saldrían las cuentas y que tendría que aproximarse, necesariamente, a Podemos y a los heterodoxos independentistas o nacionalistas de las periferias. Muchos virajes incomprensibles y un volantazo de última hora, a la desesperada, han provocado su fulminante caída.

El mensaje es claro y contundente: la izquierda transformadora no tiene cabida en la España contemporánea ni en el régimen urdido en 1978. El PSOE debe seguir siendo el canalizador, alter ego del PP, de las sensibilidades blandas de la izquierda social; el granero, en definitiva, de los votos cautivos del electorado a los que su cuerpo jamás les pedirá votar por las derechas en ninguna de sus advocaciones partidistas.

Técnica y perceptivamente, el culatazo rastrero a Sánchez hace girar a la derecha el péndulo político general. Sobre Podemos recaerán nuevas responsabilidades y presiones: mantener vivo un discurso de izquierdas o procurar un acercamiento hacia el aparato del PSOE conservador que facilite una mayoría contra el PP digerible por el sistema en citas electorales venideras.

O sea, ir refundando un nuevo PSOE con savia fresca o atreverse con un futuro que establezca fundamentos políticos, económicos y sociales contrarios a los intereses de las elites y al sistema ahora vigente.

A día de hoy, el PSOE ya ha rendido plaza a las castas que fraguaron su reconversión histórica en una izquierda nominal y descafeinada. ¿El siguiente eslabón será dinamitar Podemos?

SIN PLURALISMO INFORMATIVO

Y un dato crucial que se olvida ante el hedor a sangre que desprenden las batallas y contiendas políticas cotidianas: los medios de comunicación, casi en su totalidad al servicio de conglomerados financieros encadenados al neoliberalismo como ideología y al poder establecido como fin irrenunciable. El panorama es desolador.

RTVE del PP. Canal Sur del PSOE de Susana Díaz. La Sexta haciendo negocio con el nicho presuntamente izquierdista de su audiencia pero decantando los furores reprimidos de sus propietarios a favor del PP-PSOE cuando las circunstancias así lo requieren. Pensemos que los mismos dueños de La Sexta lo son asimismo de La Razón, dos realidades dispares solo de imagen. Las autonómicas dedicadas a ensalzar las figuras de los barones de turno. El Mundo, ABC y La Razón, puro y genuino aroma a derecha tradicional. Y El País, un caso aparte: falso porte y estilo progresista con línea editorial de alabanza y loa a sus propios intereses y los de la elite globalizada. Lejos de su capacidad de influencia, algunos diarios digitales que hacen lo que pueden entre la endogamia y frustración de sus lectores habituales y los recursos escasos de sus patrocinadores.

El pluralismo informativo no existe en España ni es reflejo del arco parlamentario ni de las ideas políticas que sustentan la sociedad tomada en su conjunto. De ese desfase más que evidente se desinforma a conciencia el ciudadano medio. Tal es su alimento político, elaborado con eufemismos ad hoc hacia las tesis de los poderes y grupos hegemónicos. Difícil será encontrar una información ecuánime en los principales mass media en los que no se haya deslizado un insulto o valoración negativa contra Pedro Sánchez. En honor de la lider Susana Díaz, miles de besos y parabienes. Por algo será.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Analista político español

El capitalismo a la uruguaya, ¿"triunfo" de la macroeconomía?

REBELIÓN 7 de octubre del 2016 ESPAÑA

Eduardo Camin*

Le ganamos al CIADI, en la dura lucha contra una tabacalera, la ONU nos premia, con una silla en el Consejo de Seguridad, nos felicitan por la labor de nuestras FFAA en las “misiones de paz” mientras que diversos informes no señalan como los que mejor distribuimos la riqueza en América Latina, nos sugieren firmar tratados de libre comercio con el mundo entero, tenemos apreciados índices de desarrollo que nada debemos de envidiar al Primer Mundo.

Tenemos calidad de vida entre los primeros lugares del planeta según el New York Times, somos quintos a nivel mundial en fibra óptica, plan Ceibal, leyes de vanguardia; matrimonios gay, liberalización de la marihuana, convenios laborales, dialogo social, civismo, una Central Sindical ejemplo de unidad donde algunos sectores pasaron del marxismo -leninismo a abanderarse con Kausky, “como tiene que ser”, mientras que otros se subieron al carro de la “democracia” y se han transformados en diputados, senadores o ministros.

En fin, quienes se quejan es porque nunca están contentos con nada, que lo que está mal la violencia callejera, cárceles deplorables, salarios sumergidos, violencia de género, carencias en la salud, y en la educación de la gente más humilde etc. son factores coyunturales que se están resolviendo, en la dinámica actual.

El progreso económico fomentado por el “primer ministro” Danilo Astori se hizo carne y el orden nacido del mismo, nos dio como resultado más tangible, la evidencia del “éxito”. Pero aun así cuando dudamos del mejor de los mundos posibles, algunos intelectuales, comunicadores y académicos nos enseñan con su dialéctica de la autoayuda, de que hay países que están peor, lo que sin lugar a dudas es cierto.

Los vaivenes ocasionados por las diferentes corrientes de pensamiento en el seno del gobierno uruguayo originados por sus actuales orientaciones económicas o mejor dicho por el equipo económico que lleva tres gobiernos de “izquierdas” bajo la batuta del Contador Danilo Astori, no es más que un ejercicio dialéctico cuyo final está escrito de avance. Eso sí, bueno es recordarlo, bajo el beneplácito de los organismos internacionales, FMI, BM, BID etc.

Profundizando un poco más en el tema, diremos que este avance conservador no puede explicarse por conspiraciones particulares, pues emana de la dinámica propia de la reproducción capitalista, como necesidad sistémica y no como políticas coyunturales que puedan cambiar sin modificar la naturaleza del capitalismo en su fase histórica actual.

Los retrocesos actuales en algunos rubros de la economía (inflación, crecimiento inocuo) vienen a reforzar las confusiones teóricas que se fueron gestando durante estos años de bonanza globalizadora. Es decir, la nueva fase del desarrollo de la economía mundial imperialista llamada globalización que define un perfil nuevo de la acumulación mundial en general y la acumulación capitalista subordinada en particular.

Escribía Lenin en el 1916: “El capitalismo se ha transformado en un sistema universal de opresión colonial y de estrangulación financiera de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países “avanzados”. Este “botín” se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes (Estados Unidos, Inglaterra, Japón) que, por el reparto de su botín arrastran a su guerra a todo el mundo” (El imperialismo…Prólogo a las ediciones francesa y alemana de julio del 1920, párrafo II).

Se nos dirá una vez más que nuestras referencias son arcaicas, propias de nostálgicos trasnochados… pero, ¿quien puede negar que lo que este texto esboza, tiene una vigencia extraordinaria?

La facilidad de acceso de los capitales extranjeros como la apertura comercial no representa ninguna innovación, sino más bien una resurrección de las tesis más liberales. Para ello, estos organismos se centran en el progresivo desmantelamiento de los monopolios estatales, la eliminación de aranceles y otras medidas proteccionistas, la persecución de las ayudas a la exportación, el fenómeno de las privatizaciones, el adelgazamiento del sector público entre otros objetivos.

Hasta ahora la OMC dicta las normas sobre los intercambios de bienes y servicios en el mundo, incluso puede declarar contrarias a la libertad comercial las leyes que un Estado promulgue sobre Derecho laboral, ambiental, cultural o de asistencia sanitaria pública. Recordamos además que todos estos mecanismos se potencializan en las negociaciones secretas de los Tratados de Libre Comercio (TLC).

Las derivas de la izquierda posmoderna, la que si entiende el mundo, la que se ha aggiornado, la que descalifica a sus oponentes cuando no se piensa igual, aquellos que ven en el pensamiento crítico a los nostálgicos de antaño, le advertimos con mucho respeto que su camino nos lleva a un callejón sin salida. En tanto no consiga cuestionar los fundamentos del sistema, “la izquierda” post modernista del progresismo seguirá desorientada, y si se aprovecha del carro de la administración estatista de la crisis para proponer sus reformas sociales, descarrilará con él.

El filósofo alemán Robert Kurz, autor de varias obras sobre Marx, no hace concesiones al respecto, al comparar el pensamiento posmoderno con la ideología neoliberal. Ahora, dice él,” la izquierda posmoderna se encuentra con los destrozos de sus ilusiones y es confrontada con la dura realidad de una crisis monumental, la que desde el comienzo no quiso admitir y para la que ella, por eso mismo, no está preparada. Incapaz de captar la dialéctica sujeto-objeto del fetichismo moderno, la izquierda cayó en un objetivismo tosco con un subjetivismo igualmente tosco.

En todas las formaciones históricas fetichistas, la ética no pasó de una tentativa de convivir socialmente con las condiciones de reproducción dada, presupuestas a ciegas, sin superarlas. Incluso la ética burguesa moderna pretende resolver contradicciones y crisis sin tocar las causas constitutivas. En ella, el lugar de la crítica radical debe ser asumido por un canon de normas de conducta moral para los individuos, a fin de que, dentro de las formas existentes, una persona pueda ser agradable para las otras. Lo que puede fallar no es el sistema, sino sólo la moral de los individuos.

La crisis actual, por cierto, también ha sido atribuida a los déficits éticos de banqueros y ejecutivos. No es casualidad que el paquete de rescate de mayor volumen está en la ética, que, para variar, va en aumento. Lamentablemente, ese paquete es totalmente hueco.”

Todos los países latinoamericanos han aplicado tarde o temprano las reformas económicas propuestas por el Consenso de Washington y han tenido avances diversos y consecuencias más o menos parecidas. Los avances tienen que ver con la apertura comercial y financiera, la desregulación de los mercados en general, las privatizaciones etc. Ahora bien la pregunta que planteamos: ¿Cómo es posible establecer el libre comercio entre un país altamente desarrollado y países de economías débiles y dependientes como las nuestras?

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Periodista uruguayo