Portal:Panorama Mundial/DE LA PRENSA/2016-11-22

Mientras exista el imperialismo, Cuba no descuidará su defensa

BARAGUÁ 15 de noviembre del 2016 CUBA

Paco Azanza Telletxiki*

La candidata de los “progres” del Estado español en las pasadas elecciones de los Estados Unidos fue la imperialista Hillary Clinton. Es por eso que, frustrados tras la victoria de Trump, no cesan de subrayar hasta la saciedad las consecuencias negativas que aportará el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Y lo hacen obviando por completo que, al igual que su rival, la candidata del partido demócrata también representa al gran capital, y que los presidentes precedentes pertenecientes a su partido —incluidos el marido de doña Hillary y el “pacifista” Obama— han sido tan inhumanos, usurpadores y agresivos, o más, que los republicanos.

Pero, por si alguien piensa que exagero al insistir en la similitud de ambos partidos, he aquí una contundente prueba: Donald Trump, el presidente recién electo, fue demócrata hasta 1987, después se hizo republicano (1987-1999), a continuación transitó por el Partido de la Reforma (1999-2001), para volver al Partido Demócrata (2001-2009) y, finalmente, llegar como republicano a la Casa Blanca. ¿Alguien cree que si los dos partidos fuesen tan diferentes se hubiese paseado por las avenidas de ambos de tan significativa y cómoda manera?

La citada “izquierda” exterioriza estar muy preocupada por el resultado electoral. Hablan de lo negativo que puede ser para el mundo. Dicen, incluso, que la “apertura” de Cuba también puede verse afectada. Así lo anunció hace unos días una de las “estrellas” de La Sexta, la cadena de televisión donde un puñado de “imparciales” periodistas ganan una ingente cantidad de dinero por mal informar y tergiversar noticias camuflados de “progres”. Y, para argumentar su sesuda e interesada opinión, añadió que “de momento el Gobierno cubano ya ha realizado maniobras militares durante cinco días”.

Vaya, ¡qué “tragedia” más “novedosa”! La necedad de los citados “informadores”, sumada a su vergonzosa sumisión a quienes les pagan, dan un resultado tan cómico como preocupante. Preocupante porque contribuyen altamente a (de)formar la opinión de sus muchos telespectadores. Y cómico porque anuncian como novedad lo que en Cuba revolucionaria dista mucho de serlo: los Días Nacionales de la Defensa se celebran todos los años por estas fechas e independientemente de si sus vecinos del norte eligen, o no, a su presidente.

Como me consta que muchísima gente, carente de malicia y repleta de ignorancia en cuanto al tema se refiere, otorga una credibilidad casi religiosa al citado medio y a sus “estrellas”, a continuación expongo un texto sobre el legítimo y necesario esfuerzo que los cubanos y cubanas realizan todos los años en aras de defender su Revolución socialista.

EJERCICIO ESTRATÉGICO BASTIÓN 2016 Y DÍAS NACIONALES DE LA DEFENSA

La pasada semana, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias —MINFAR— anunció para los días 16, 17 y 18 de noviembre la convocatoria del Ejercicio Estratégico Bastión 2016, ya concluido, como parte de la preparación de la defensa que el pueblo de Cuba viene desarrollando de manera ininterrumpida a lo largo de casi 58 años. El citado ejercicio estratégico —forma superior de la preparación del país para la defensa—, que está destinado a entrenar a los dirigentes, jefes y órganos de dirección y de mando en la organización del trabajo, dio paso a los Días Nacionales de la Defensa, el sábado 19 y el domingo 20, en el que, como cada año y con la participación de todo el pueblo, se realizarán maniobras y ejercicios tácticos en aras de incrementar los niveles de preparación que permita enfrentar con éxito cualquier agresión armada.

La mejor manera de ganar una guerra es evitándola, y eso se consigue siendo sumiso al enemigo o demostrando a éste, como medida disuasoria, que se está bien preparado para responder con eficacia a su posible agresión. Obviamente, bajo el principio expresado por Fidel de “no concebir la rendición ni la derrota en ninguna circunstancia”, Cuba eligió la segunda alternativa. Por eso, desde el mismo triunfo de la Revolución, la población cubana nunca ha escatimado esfuerzos para conseguir y consolidar la invulnerabilidad militar, perfeccionando y adaptando la defensa a las circunstancias y necesidades de cada momento.

Aludiendo al ingente trabajo que este hecho supone, el compañero Raúl Castro dijo acertadamente que “más vale que derramemos ríos de sudor que ríos de sangre”. Y el Comandante en Jefe aseguró que “mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo le prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que quienes olvidan este principio no sobreviven al error”.

El imperialismo yanqui siempre ha sido cruel con la población cubana, pero con la llegada a la Casa Blanca de Ronald Reagan, en enero del 1980, las agresiones de todo tipo contra la Revolución se incrementaron considerablemente. Fue entonces cuando Cuba introdujo, en los planes defensivos, la concepción estratégica de la Guerra de Todo el Pueblo, resumiendo en ésta la experiencia histórica del pueblo de Cuba a través de más de 100 años de lucha, como son las luchas mambisas, la lucha clandestina, la de la Sierra Maestra en la Guerra de Liberación, Playa Girón, las luchas contra los bandidos y, por supuesto, la de las misiones internacionalistas; otras experiencias, como la vietnamita, por ejemplo, también fueron estudiadas.

Como elementos de la nueva concepción, en el 1980 se crearon las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) integradas por hombres y mujeres debidamente entrenadas para combatir en todo el territorio nacional. Inicialmente fueron 521 mil 305 los milicianos y milicianas preparadas, pero sólo cuatro años después, cuando el armamento requerido para la ocasión ya era realidad, la milicia aumentó a 1 millón 69 mil 83 efectivos —la creación y el desarrollo de las MTT permitieron reducir los efectivos regulares de las FAR, así como importantes gastos destinados a la defensa—. Para cohesionar a todos los factores y movilizar a las masas con el propósito de hacer inexpugnable cualquier territorio de la Isla, se crearon las Zonas de Defensa —más de mil 400 en todo el país.

También, para la población no integrada en las FAR ni en el Ministerio del Interior (MININT), se organizaron las Brigadas de Producción y Defensa (BPD). La misión de estas brigadas tan importantes —constituyen la fuerza más numerosa del país—, es la de, subdivididas en grupos, participar en la defensa armada, la producción y la prestación de servicios; tienen también encomendadas la misión de cumplir tareas de defensa civil y orden interior. Ya en sus inicios se crearon más de 50.000 BPD, nutridas todas ellas por más de tres millones de habitantes.

Igualmente notable fue la preparación de los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE), de los órganos del Poder Popular y de los estados mayores provinciales y municipales; tarea de vital importancia, ya que sobre estos últimos recae la responsabilidad de organizar y dirigir la defensa de cada territorio. Se cuenta, además, con la participación de las Tropas Especiales que, con un nivel de preparación exhaustivo, fueron creadas con capacidad para actuar de manera independiente en la retaguardia del enemigo. El Teatro de Operaciones militares tampoco ha sido descuidado durante todos estos años. Miles de obras ingenieras han sido construidas para la realización del combate, la protección de las tropas, el armamento, la población civil, la economía y las reservas de medios naturales.

Estructurado en 14 Consejos de Defensa provinciales, 169 Consejos de Defensa Municipales y más de mil 400 Consejos de Defensa de Zona, Cuba ha logrado alcanzar un Sistema Defensivo Territorial verdaderamente poderoso. Y es que diseñada la defensa para una guerra popular organizada en todo el país, sin frentes ni retaguardias, la alta tecnología militar del imperio valdría bien poco; los reiterados ejemplos que nos ofrece la historia contemporánea se encarga de demostrar la imbatibilidad del sistema elegido y desarrollado por los cubanos.

El Día Nacional de la Defensa se celebra todos los años, y en él, desde horas bien tempranas de la mañana, participa la práctica totalidad de la población revolucionaria, hecho que supone su implicación consciente y real en la defensa del modelo sociopolítico que construye, en la defensa de su patria. En caso de agresión armada por parte del ejército imperialista, cada cubano y cubana sabe cómo debe actuar; sabe, en definitiva, que tiene un lugar asignado, un medio y una forma de participar en la defensa.

En cuanto a los ejercicios estratégicos Bastión —como ya ha quedado dicho, forma superior de la preparación del país para la defensa—, decir que se han celebrado seis. El primero se realizó en el 1980, el segundo en el 1983, en el 1986 el tercero, el cuarto en el 2004, el quinto en el 2009 y el último hasta ahora en el 2013. En ellos participan las estructuras de dirección y de mando de todo el país, desde el nivel estratégico hasta el táctico, con el objetivo de fortalecer la preparación para enfrentar con éxito una posible agresión del enemigo.

Estos ejercicios estratégicos se realizan con tal minuciosidad que más complejo que ellos ya sólo es la propia guerra. Finalizado el Bastión del 2004 y tras los buenos resultados ya por aquel entonces alcanzados, Fidel llegó a lamentar que, por razones obvias de seguridad, muchos de los avances conseguidos no podían darse a conocer a todo el pueblo. ”Hay muchas cosas hechas que no se conocen ¡y las que pueden hacerse!”, expresó.

La población revolucionaria, siempre pacífica, tiene muy presente las palabras del Titán de Bronce: “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”. Y es que en la Isla nadie tiembla de miedo ante las constantes amenazas imperialistas, porque, como el compañero Raúl ha recordado: “este pueblo cuando sólo tenía un millón y medio de habitantes, incluidos mujeres, ancianos y niños, se enfrentó al ejército más poderoso que el colonialismo español tuvo jamás en este continente con cerca de 300 mil soldados”.

Si cientos de miles de combatientes internacionalistas cubanos realizaron la proeza, no sólo de combatir de manera totalmente altruista en una guerra a miles de kilómetros de su pueblo y que en principio no era la suya, sino además de derrotar de impecable manera al adversario —al poderoso ejército del Apartheid, apoyado por Estados Unidos—, ¡qué no harían, junto a Todo el Pueblo, si llegara el momento de defender su propia Revolución, su propia patria!

Decía Ricardo Alarcón que “el potencial agresor debe saber que jamás podrá ocupar nuestro territorio, aquí encontraría un Vietnam elevado a la enésima potencia. Lo que más deseamos es que lo comprendan a tiempo”. Y de momento lo comprenden; por eso, después de su derrota en Girón, no se han atrevido a invadir la Isla; y no precisamente por falta de ganas, sino porque saben que, debido al ingente esfuerzo realizado por su población, a día de hoy Cuba es un país militarmente invulnerable.

No obstante nunca se descuidará la defensa. El Gobierno Revolucionario es muy consciente de que la necedad de algunos gobernantes yanquis y su insaciable codicia podrían afectar seria y negativamente a sus cerebros; y, cuando esto sucede —la historia está plagada de ejemplos—, ya sabemos de qué manera tan destructiva reaccionan los dirigentes imperialistas.

Los próximos días 26, 27, 28 y 29 de noviembre, el pueblo de Cuba volverá a demostrar al mundo —especialmente al imperio amenazante— que una agresión a la Isla nunca podrá ser un paseo triunfal para los agresores, sino un gravísimo error reflejado en retirada y derrota.

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

Escritor y poeta cubano


“Embajador de EEUU, sí, pero que no conspire”

LA JORNADA 14 de noviembre del 2016 MÉXICO

Entrevista al Presidente Evo Morales

Luis Hernández Navarro*

Aunque Bolivia está mejor sin embajador de Estados Unidos, quisiera que nombren uno, dijo a La Jornada el presidente Evo Morales. Pero no a cualquiera, sino a un diplomático, no a un político que se dedique a conspirar en contra de la soberanía de su país.

Estados Unidos no tiene embajador en Bolivia desde que, en septiembre del 2008, el gobierno de Evo Morales expulsó a Philip Goldberg, acusándolo de dividir el país y apoyar a la oposición. Como diplomático, Goldberg había desempañado un relevante papel durante la guerra civil yugoslava.

Entrevistado a bordo del avión presidencial, en el recorrido entre Tarija y Cochabamba, el mandatario boliviano asegura que el voto en favor de Donald Trump en los comicios estadunidenses fue producto del descontento contra la globalización fallida conducido por la derecha.

Con tres años más al frente del Ejecutivo, explica que el descalabro sufrido en el referendo para decidir la posibilidad de presentarse a un nuevo periodo en el cargo fue resultado de una campaña de mentiras, que él no está listo para irse, y que siempre ha respetado la decisión de su pueblo.

A continuación la entrevista completa con el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia.

¿Cómo explica el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos? ¿Ve posibilidad de un nuevo tipo de relación entre su país y Washington?

–La victoria de Trump fue producto del descontento contra la globalización fallida, del enojo contra el libre mercado desquiciado, de la barbarie de la guerra. Un descontento conducido por la derecha.

“Estados Unidos no ha nombrado un nuevo embajador. Todavía no. Quisiera que lo hiciera. Quisiera que nombrara a un diplomático, no a un político. A uno que respete. No que se dedique a conspirar, que se dedique a quitarnos nuestra soberanía. Con cualquier presidente que sea, si quiere respetarnos, estamos dispuestos a intercambiar embajadores.

“Esperamos trabajar contra el racismo, contra el machismo, contra la antinmigración, por la soberanía de nuestros pueblos. Deben evaluar eso. Pero mire, en mi experiencia vivida, es mejor estar sin embajador de Estados Unidos. Aunque siempre tiene a sus brazos operativos para que le hagan el trabajo. Por ejemplo, algunas organizaciones no gubernamentales que usan el medio ambiente para atacarnos.

“Siempre tengo un recuerdo presente. Cuando llegué a la presidencia, algunos mineros, que en tiempos de la dictadura militar habían sido expulsados del país o se habían tenido que asilar, me fueron a ver y me dijeron: ‘Presidente, cuídese de la embajada de Estados Unidos.’ ¿Sabe la razón por la que no hay golpes de Estado en Estados Unidos? Porque allí no hay embajada de Estados Unidos”.

¿Qué piensa usted que ha sucedido en América Latina con la derrota del kirchnerismo en Argentina, el golpe de Estado en Brasil, el triunfo de la derecha en la elecciones parlamentarias en Venezuela? ¿Afecta a Bolivia ese avance de la derecha?

–Nos afecta políticamente, pero también económicamente. Afecta la estabilidad política.

“¿Qué tan importante es la estabilidad política? Es muy importante poder pensar a largo plazo. Cuando sólo están pensando en cuándo se van a ir del gobierno no se puede planificar. Los programas de desarrollo se detienen.

"Lo que pasó en Argentina y Brasil nos lleva a un debate importante. Los movimientos sociales vieron lo que está pasando allá y dicen: hay que estar unidos, no hay que dejar que la derecha llegue. No hay que permitir que llegue la privatización. Esa experiencia nos ha llevado a ver los errores que se cometieron."

Cuando usted asumió la Presidencia de Bolivia se encontró con un país devastado. ¿Qué ha hecho para reconstruir el país 11 años después?

–Cuando llegamos al gobierno, Bolivia estaba prácticamente dividida entre el campo y la ciudad, y el occidente y el oriente. Económicamente se encontraba descuartizada. Algunos megacampos eran de los españoles (Repsol), otros eran de Brasil (Petrobras) y otros de franceses (Total). Los ductos eran de los estadunidenses. Teníamos, política y económicamente, un Estado mendigo, un Estado limosnero.

“¿Por qué nos dejaron así? Porque los bolivianos no decidíamos ni políticas ni programas y, menos, proyectos sociales. En la parte económica todo era impuesto por el Fondo Monetario Internacional. El Fondo tenía su oficina en el Banco Central de Bolivia. La CIA era un parásito que tenía sus oficinas en Palacio Nacional. El Grupo Militar de Estados Unidos tenía las suyas en la sede de las fuerzas armadas en el Gran Cuartel General de Miraflores.

“Cuando había conflicto político y los partidos de la derecha se peleaban, el embajador de Estados Unidos era el padrino. Se pueden encontrar imágenes, fotografías de sus reuniones. El embajador juntaba a partidos como el MIR y el MNR. Ningún partido ganaba con más de 30 por ciento. Teníamos una democracia pactada. Todo era pacto. Era legal, pero no había legitimidad. “Eso cambió gracias a nuestra lucha. Para nosotros fue muy importante pasar de la lucha sindical, de la lucha social, de la lucha comunal a la lucha electoral. Lo hicimos conservando los valores que nos dejaron nuestros antepasados. Conservamos viva la lucha en tiempos de la Colonia, la lucha en tiempo de la dictadura militar, la lucha por la democracia. La lucha contra el gobierno pactado, contra el modelo neoliberal.

“También conservamos viva la lucha campesina, especialmente en mi región (Chapare), que nos hizo despertar a la presencia estadunidense, uniformada y armada, con bases militares, so pretexto de la lucha contra el narcotráfico. Pero, en el fondo, no había lucha contra el narcotráfico. Se trataba de un pretexto para ejercer un control geopolítico. En ese tiempo, a los dirigentes ya no nos acusaban de comunistas, de rojos, sino de narcotraficantes, de terroristas.

"Fue un hecho histórico este paso de la lucha social a la lucha electoral con un programa hecho por el pueblo, que nos permitió ganar el gobierno."

¿En qué consistía ese programa?

–En tres cosas. Primero, en lo político, la refundación del país. En lo económico, la nacionalización de los recursos y de las empresas estratégicas. Y, en lo social, la redistribución de la riqueza.

“Con ese programa ganamos el gobierno. En el 2005 obtuvimos la Presidencia con 54% de los votos. Todo el mundo quedó sorprendido.

“Lo más difícil fue la refundación: la Asamblea Constituyente y el proceso de la nueva Constitución. Tardamos casi cuatro años. Y en ese proceso, la derecha se replegó hacia sus departamentos y, avivando el separatismo, trató de dividir el país. Fracasaron. La derecha intentó revocar el Constituyente. Fracasaron. Intentaron un golpe de Estado e igual fracasaron. Nuevamente el pueblo regresó a la calle. Se realizaron grandes concentraciones, para otra convocatoria. En septiembre del 2008 tuve que expulsar al embajador de Estados Unidos para garantizar la estabilidad política.

"Es que, cuando los gobiernos democráticos no están al servicio del imperio, sufren golpes de Estado militares. Y cuando tuve información fidedigna de que el embajador de Estados Unidos estaba financiando a mis opositores, estaba conspirando, dije: fuera embajador. Ahora, sin embajador de Estados Unidos, tenemos más estabilidad política."

¿Qué impacto ha tenido en el país la nacionalización económica?

–Ha cambiado la matriz económica de Bolivia. La renta petrolera en el 2005 eran de 300 millones de dólares. Hemos llegado a 5 mil millones de dólares. La inversión pública en el 2005 eran de 600 millones de dólares. Hemos llegado ahora a más de 8 mil millones de dólares. El PIB en el 2005 era de 9 mil millones de dólares, el año pasado llegó a 34 mil millones dólares.

¿Y la caída del precio del petróleo les afecta?

–Sí, este año vamos a crecer menos. Pero hay un momento en el que nos hemos disparado. Las reservas internacionales en el 2005 eran mil 700 millones de dólares, en el 2014 más de 15 mil millones de dólares. Eso, sin tomar en cuenta los depósitos, ADP. Considerándolos pasamos de los 40 mil millones de dólares. Esa es la estabilidad económica que tiene Bolivia.

"Eso fue posible por la nacionalización de los recursos naturales, pero también de empresas estratégicas. Ese fue el caso de Etel, la empresa de telecomunicaciones en manos italianas. Antes tenía utilidades de 70 millones de dólares, que no se quedaban aquí. Además, apenas estaba en 90 municipios de los 339 que tenemos. Nacionalizamos y ahora tenemos 140 millones de dólares de utilidad, que se quedan aquí, y tenemos Internet y telecomunicaciones en casi toda Bolivia."

¿Cómo ha caminado el tema de la redistribución?

–Tenemos el compromiso de redistribuir las ganancias de las empresas públicas no sólo a alcaldías sino a los que más lo necesitan .Lo hacemos ejecutando programas destinados al impulso de la producción, como el Programa de Apoyo a la Seguridad Alimentaria o el Programa de Alianzas Rurales. Pero, también, con políticas sociales, como el pago de los bonos, que permiten que la gente cuente con más recursos económicos y de esta manera puedan solventar sus necesidades y requerimientos. Tenemos para los niños el Bono Juancito Pinto, y los apoyos a la vejez que no está jubilada.

"Esto nos ha permito reducir, rápida y drásticamente, la pobreza. Ahora tenemos una nueva Bolivia. Sus políticas son conocidas y reconocidas en otros países."

¿Qué ha cambiado para los pueblos indios en estos 11 años?

–La única forma de garantizar la paz social es con la participación ciudadana. No hay paz sin justicia social. Pero esto vale no sólo para el movimiento indígena, sino para todos los sectores sociales. Todos son actores. No somos una democracia representativa, ni siquiera participativa, sino decisiva. Los que más han ganado con los cambios en Bolivia son las mujeres y los indígenas.

“Hay pequeños grupos indígenas. Creamos circunscripciones especiales. Los hermanos tienen sus asambleístas nacionales y departamentales. Los grupos indígenas menos numerosos pueden tener un asambleísta, con los mismos derechos y los mismos deberes que los demás, pero para escogerlo necesitan mucho menos votos que los otros.

"Y luego está el envalentonamiento. Antes, una hermana con pollera era mal mirada y tratada. Ahora se la pone con mucho orgullo. Antes, la música originaria era mal vista. Ahora en las ciudades ya marchan con ella. Antes, la comida del indio, que es la quinoa, era despreciada; ahora es la comida más rica del mundo. Nosotros ya no la comemos porque ha subido mucho de precio. Antes se prohibía vender la carne de llama; ahora es la carne que tiene menos colesterol. Todo lo indígena se valoriza."

Esos movimientos sociales que antes eran tan vitales ¿lo siguen siendo después de 11 años de gobierno y de que algunos de sus dirigentes se han incorporado como funcionarios públicos?

–Entre 85 y 90% de quienes son elegidos por nuestro instrumento político (el MAS) para ser alcaldes, concejales o asambleístas departamentales son dirigentes sociales. Nos descabeza los movimientos sociales.

¿No es eso un problema para el movimiento?

–Sí, pero es una linda experiencia. Cada cinco años hay que preparar una nueva cantidad de dirigentes. Llegan las elecciones y la mayoría de los candidatos viene de los movimientos sociales. Toda elección nos descabeza a nuestro movimiento social. Antes de nuestro instrumento político, los dirigentes nos descartábamos. Pero ahora hay ese problema. El dirigente está pensando: ¿qué cargo después me toca? Es una realidad. Es una linda experiencia.

Ustedes han sacado a muchos bolivianos de la pobreza. En lugares como Brasil, donde también se hizo, este logro no se acompañó de un trabajo ideológico y cultural. Quienes dejaron de ser pobres se asumieron como clase media y olvidaron su vieja identidad y sus vínculos asociativos. Hicieron del aumento a su capacidad de consumo el centro de su nueva vida. ¿Ha pasado algo así en Bolivia?

–Aquí hay un problema. Una parte de quienes han salido de la pobreza se ha integrado a la clase media. Esos dos millones de personas ya tienen otras expectativas. Son nuevos clasemedieros. Se olvidan de que clase media es clase a medias... Lamentablemente algunos dejan de valorar su pasado campesino e indígena o de otros sectores sociales. Llegan incluso a despreciarlos. Es el pueblo quien defiende al país. Y a los nuevos clasemedieros ya no les importa defender al país. Sus demandas son para tener más consumo. Tienen aspiraciones muy exageradas. Es muy importante esta experiencia.”

Su periodo como presidente llega hasta finales del 2019. El referendo para permitirle presentarse a una nueva elección fue ganado por escaso margen por sus opositores. ¿Qué sigue?

–Yo no estoy preparado para irme a casa. Lo que hemos hecho en el tema desarrollo y en el tema político es un récord.

“El movimiento social planteó este tema del referendo. Y la derecha lo enfrentó en base de mentira, de codicia. Inventó una mujer y un niño, y dijo que era hijo de Evo. Es más, dijo que el niño había muerto. Todo era mentira. Y ahora que se investigó resulta que ni siquiera había habido niño. Pero ya quedó la calumnia. La prensa se comportó como un cártel de mentiras. El tema estaba bien organizado. Lo planificaron con anticipación.

“Cuando no pueden tumbar ideológicamente ni democráticamente usan a la familia y hasta un niño inexistente. A mí realmente me ha sorprendido. Sin embargo, ahora la gente se da cuenta.

“Yo estoy muy satisfecho. Aunque hayamos perdido la gente dice: Evo, tú debes seguir hasta el 2025. Y yo dije: no voy a ir. Y me dicen: la vida de Evo no depende de Evo. Evo es del pueblo. Evo debe someterse al pueblo.

“Mi sueño es que acaba mi periodo, me voy a mi chacra, a mi cabañita, a compartir con los dirigentes los buenos y los malos momentos. Ese es mi deseo. Pero siempre he respetado la decisión del pueblo. Una parte de la misma derecha dice: sin Evo, ¿qué va a ser de Bolivia?

Selección en Internet: Inalvys Campo Lazo

  • Escritor y periodista mexicano

El nuevo Tío Sam hace revolotear a Europa

REBELIÓN 16 de noviembre del 2016 ESPAÑA

Patricio Montesinos*

Mientras América Latina y otras regiones del mundo aguardan con serenidad, la obediente Europa “revolotea”, como desesperada y temerosa, ante la llegada a la Casa Blanca del recién electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el venidero 20 de enero.

Dignatarios y representantes de la Unión Europea (UE) se reúnen una y otra vez con el reiterado propósito de establecer “posiciones comunes”, que casi nunca consiguen, ante eventuales actuaciones del nuevo “Tío Sam”, por quien no apostaban y tampoco parece ser del agrado de los gobiernos del llamado Grupo de los 28.

A juicio de analistas, la UE tiene motivos para preocuparse con el “tsunami Trump”, luego de su controvertida campaña electoral y su “sorpresivo” triunfo frente a la aspirante demócrata Hillary Clinton en los comicios del pasado 8 de noviembre en Estados Unidos.

A Europa le inquietan las declaraciones del 45 inquilino de la Casa Blanca sobre un posible acercamiento norteamericano a Rusia, país al que Bruselas aplica sanciones económicas cumpliendo instrucciones del saliente jefe de Washington, Barack Obama.

Precisamente Trump y el mandatario ruso, Vladimir Putin, coincidieron en las últimas horas en establecer un diálogo constructivo entre sus respectivos ejecutivos, y el primero fue más lejos al señalar que está ansioso por mantener una relación fuerte y duradera con Moscú.

Ambos concordaron asimismo en la importancia de unir esfuerzos para combatir los principales enemigos que tienen en común: el terrorismo internacional y el extremismo.

Aunque exagerado, es entendible el “revoloteo” de la UE, que además ve con extrema preocupación anuncios hechos por el entrante presidente estadounidense acerca del futuro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Según repitió Trump en su carrera electoral, los miembros europeos de la OTAN tendrían que pagar si pretenden proseguir siendo defendidos por esa ofensiva agrupación militar, creada en el 1949 por iniciativa de Washington con el objetivo de frenar la influencia en Europa de la extinta Unión Soviética.

El llamado Viejo Continente está impaciente porque, a pesar de su veteranía, se ha acostumbrado a obedecer, andar de la mano y depender de Estados Unidos, al tal punto que es incapaz de adoptar posiciones independientes a la de su hasta ahora “aliado” estratégico. La conservadora UE teme desde ya un eventual cambio brusco de la geopolítica mundial, que de escenificarse le será poco beneficioso, según sus propios augurios.

En contraste, Latinoamérica espera con paciencia y madurez por el actuar de Trump como mandatario norteamericano, y mientras tanto sigue empeñada en lograr la paz en Colombia, optar por el dialogo en Venezuela, al tiempo que con antelación Bolivia le demandó al nuevo “Tío Sam” levantar el bloqueo que aun Estados Unidos le impone a Cuba, y no interferir en los asuntos internos de las naciones de la Patria Grande.

Selección en Internet: Melvis Rojas Soris

  • Periodista español residente en Bolivia. Es corresponsal de Cubadebate.