Pozos de los Desaparecidos en la Guerra Civil Española

Pozos de los Desaparecidos en la Guerra Civil Española
Información sobre la plantilla
Portada-pozos.jpg
Ubicación Geográfica:Isla Gran Canaria, en el municipio de Arucas, España.

Pozos de los Desaparecidos en la Guerra Civil Española. Fueron declarados Bien de Interés Cultural por el Consejo de Gobierno de Canarias según Decreto 177/2008, de 29 de julio.

Ubicación

Los Pozos de los Desaparecidos en la Guerra Civil Española están situados en el cauce del Barranco de Arucas.

Historia

En Arucas existen cuatro pozos de los que se tiene constancia histórica de que sirvieran para arrojar a perseguidos durante la Guerra Civil y la posguerra.

Imagen de pozo con restos funerarios
  • Pozo del Puente del Barranco de Arucas: localizado a unos 225 metros sobre el nivel del mar, en el cauce del Barranco de Arucas, entre el Puente de Arucas y el actual puesto de la Cruz Roja. Este pozo, que se nutría del agua procedente de las filtraciones de riegos de cultivos aledaños así como del propio cauce del barranco, cuenta con una boca de tres metros de diámetro y una profundidad no superior a los cien metros. Según la información disponible, se trata de un pozo que debió construirse con anterioridad a 1924 y que ya en el año 1937 se encontraba seco.
  • Pozo del Llano de las Brujas: localizado en las cercanías del denominado Llano de las Brujas, en Montaña Blanca, a unos 185 metros sobre el nivel del mar. Se corresponde con un pozo de planta circular, con un diámetro de boca de entre tres y cuatro metros y una profundidad que no excede los noventa metros. Puede fecharse su construcción en un momento anterior a 1924, estando abandonado en la actualidad y sellado el brocal por una losa de hormigón.
  • Pozo del Puente de Tenoya: localizado en el mismo cauce del Barranco de Tenoya, en las cercanías del puente del mismo nombre, a unos 130 metros sobre el nivel del mar. Como en los casos anteriores, se trata de un pozo con una profundidad no superior a los 100 metros, y cuya construcción debe remontarse a fechas previas a 1924.
  • Pozo de la Vuelta del Francés: localizado en las proximidades del Barranquillo de la Calva a unos 385 metros sobre el nivel del mar, muy próximo al trazado de la carretera GC-43. Como en los casos anteriores se trata de una obra de captación que a juzgar por la información disponible ya se encontraba construida en el año 1933.

Estos pozos se incluyen dentro de los llamados “lugares de memoria traumática”. Son enclaves asociados al recuerdo de hechos y experiencias traumáticas y que hoy se traen al presente valorándolos desde una perspectiva histórica. Muchos de estos acontecimientos traumáticos pueden caer en el olvido de no articularse estrategias, medios e instrumentos que garanticen el recuerdo, el aprendizaje y su incorporación a la memoria colectiva. Los Pozos de Arucas son un buen ejemplo del esfuerzo ciudadano e institucional por generar memorias y evitar el olvido.

Significación y esfuerzo ciudadano y gubernamental

Nota de prensa

Más allá del valor histórico y patrimonial en general, estos pozos guardan una parte importante de la historia del municipio y de la vida de numerosas familias. Por tal razón, desde el año 2003 el Ayuntamiento de Arucas ha venido trabajando en la recuperación de los restos humanos de los también conocidos como “pozos del olvido”, solicitando apoyo a distintas instituciones para llevar a cabo su apertura. El Consistorio aruquense consiguió una subvención de 300.000 euros otorgada por el Gobierno de Canarias para abrir el pozo denominado del Llano de las Brujas, con el que se inició la recuperación de los restos. Estos pozos guardan una parte importante de la historia y permiten conocer de primera mano lo sucedido en la localidad en el transcurso de la Guerra Civil Española e incluso años posteriores.

Apertura del pozo

Acciones de recuperación de cadáveres en el año 2013 en Tenoya

Aunque en las islas canarias no se registraron combates como en la Península, si se padecieron los ecos de la contienda en forma de represión a exautoridades republicanas o dirigentes políticos, como José Sosa Déniz, que era tesorero de la agrupación socialista de Arucas y fue detenido en su casa una mañana. Su familia no lo volvió a ver y se estima que su cuerpo puede estar en esta fosa, una vez descartada la del Llano de las Brujas, también en Arucas, que fue abierta y donde se recuperaron 24 cuerpos. El pozo, de unos 30 metros de profundidad, se encuentra en el cauce de un barranco, donde se hallaba una antigua finca para el cultivo de plátanos. En este lugar puede haber cadáveres de desaparecidos no solo de Arucas, sino también de Agaete, Gáldar, Las Palmas de Gran Canaria e, incluso, de otros detenidos provenientes de las colonias españolas en África. La localización de restos óseos humanos supuso la paralización de los trabajos de vaciado, se garantizó su protección y, en función de las particularidades del hallazgo (profundidad, estado de conservación y número apreciable de personas) se desarrolló un proyecto la exhumación e identificación. Los trabajos fueron financiados por el Cabildo de Gran Canaria. Las obras contaron con un presupuesto estimado de algo más de 50.000 euros y se adjudicaron a Reparaciones de Pozos Medina, una empresa especializada en trabajos en pozos y galerías que, además, contó con el aval de la experiencia puesto que participaron en la actuación del Pozo del Llano de las Brujas.

Actualidad y esfuerzos gubernamentales y ciudadanos

Tras los últimos hallazgos en 2018, la alcaldía de Arucas confirmó su interés y compromiso de mantener el financiamiento de las labores de recuperación de la memoria histórica y de justicia para con las víctimas y familiares.

Memorias singulares

Uno de los cuerpos encontrados en 2018 correspondía a los restos mortales de un vecino de Arucas, José Sosa Déniz, el padre de Pino Sosa, la presidenta de la Asociación de la Memoria Histórica de Arucas. En 1937, los sublevados sacaron de su casa a este humilde latonero, que acabó siendo asesinado con 33 años. Muchos españoles continúan esperando por más de ocho décadas para dar real sepultura a sus familiares desaparecidos.

Fuentes