Quinto Servilio Cepión el Viejo

Quinto Servilio Cepión el Viejo
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Otros títulos Prétor, Propretor y Cónsul de Roma
Descendencia Quinto Servilio Cepión el Menor
Padre Quinto Servilio Cepión


Quinto Servilio Cepión el Viejo. Militar y político romano. Descendiente de una familia de cónsules y de generales romanos, en el seno de la gens Servilia.

Síntesis biográfica

De su infancia y juventud se ha referenciado muy poco. Descendiente de una familia de cónsules y de generales romanos, en el seno de la gens Servilia. Su padre fue Quinto Servilio Cepión (cónsul en el 140 a. C). Su hijo fue Quinto Servilio Cepión el Menor. También era llamado por Viejo.

Trayectoria política y militar

Fue elegido pretor en el 110 a. C, luego gobernó como propretor en la Hispania Ulterior donde derrotó a los lusos en el 108 a.C.

Consulado

Logró el consulado en el 106 a. C junto a Cayo Atilio Serrano. Una de sus primeras medidas tomadas como cónsul fue la ley de que los tribunales debían estar controlados solo por los senadores, pero al parecer esta fue derogada rapidamente.

En el 105 a. C recibió el proconsulado en la Galia Narbonense, la cual había sido invadida, y donde el gobierno romano se ponía en duda. Cepión saqueó la ciudad de Tolosa, encontrando en ella 15000 talentos de oro y otros 10000 de plata. Todas las riquezas se encaminaron hacia Roma, pero solo llegó la plata. La caravana que transportaba el oro fue asaltada por bandidos antes de tocar tierras romanas. Se comenta que fue una maniobra del propio Cepión para quedarse con toda la riqueza, pues el oro de Tolosa nunca más se vió. Se piensa que se trasmitió de generación en generación hasta llegar a Bruto.

Arausio

En el 105 a. C Cepión aún continuaba gobernando en la Galia Narbonense y en su lucha contra los invasores cimbros. En su ayuda llegó el cónsul Cneo Malio Máximo con su ejército, el cual fue rechazado por Cepión por no pertencer al patriciado o a la nobleza romana, lo que era inconcebible para él.

Derrotado Marco Aurelio Escauro por los cimbros, Manlio solicitó la ayuda de Cepión para que unieran sus fuerzas. En un principio Cepión se negó, pero al pensar en una supuesta gloria de Manlio, quizo tomarla. Cepión acampó entre el cónsul y su enemigo, pero aún así, seguía en aumento las diferencias entre ellos. Los cimbros atacaron, y de ochenta mil soldados y cuarenta mil auxiliares, se comenta que solo se salvaron de la muerte 10 de ellos. Esto constituyó una de las mayores derrotas para los romanos en su larga historia de guerras y conquistas.

Muerte

En el 95 a. C, el tribuno Cayo Norbano acusó de pérdida de su ejército a Cepión. Este fue defendido por el orador Lucio Licinio Craso, y por otros muchos de la aristocracia romana, pero acabó siendo condenado, perdiendo la ciudadanía y le prohibieron recibir comida a menos de mil trecientos kilómetros de Roma. Fue multado con quince mil talentos, y al no contar con tanto dinero acabó exiliado en Esmirna, donde murió.

Fuentes