Síndrome de hiperinmunoglobulinemia D


Síndrome de hiperinmunoglobulinemia D
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El síndrome de hiperinmunoglobulinemia D es la forma menos grave de una enfermedad metabólica conocida como deficiencia de mevalonato quinasa. Se considera una enfermedad autoinflamatoria, en que hay episodios recurrentes (ataques) de inflamación crónica sin explicación.

Causas

El síndrome de hiperinmunoglobulinemia D es causado por mutaciones en el gen MVK que codifica la enzima mevalonato quinasa. Las mutaciones conducen a una deficiencia parcial de la enzima mevalonato quinasa.

El enzima mevalonato quinasa convierte una sustancia llamada ácido mevalónico en mevalonato-5-fosfato. Este es el segundo paso en el proceso de producción del colesterol. El colesterol se convierte más tarde en hormonas esteroides y ácidos biliares. Las hormonas esteroides son necesarias para el desarrollo y la reproducción normales, y los ácidos biliares se utilizan para digerir las grasas.

La enzima mevalonato quinasa también ayuda a producir otras sustancias que son necesarias para ciertas funciones celulares, como el crecimiento celular, la maduración celular (diferenciación), la estructura de la célula (el citoesqueleto), la actividad genética (expresión) y la producción y modificación de proteínas. Un papel de esta enzima en el proceso de la inflamación todavía no se entiende completamente, pero se sabe que la vía de mevalonato produce colesterol, y también algunos compuestos que son esenciales para la modificación de proteínas después que son formadas (post-traducción) que es necesaria para la correcta interacción y función de estas proteínas. La modificación defectuosa de las proteínas da lugar a varios problemas, incluyendo una respuesta de inflamación exagerada y demasiada secreción de una sustancia inflamatoria conocida como IL - 1.

Herencia

El síndrome de hiperinmunoglobulinemia D se hereda de forma autosómica recesiva, lo que significa que las dos copias del gen MVK deben estar mutadas. Los padres de una persona con una enfermedad autosómica recesiva tienen cada uno una sola copia del gen mutado (son portadores) y, en general, no tienen señales o síntomas de la enfermedad.

Síntomas

El síndrome de hiperinmunoglobulinemia D se caracteriza por altas fiebres periódicas que pueden estar asociadas con otros síntomas, incluyendo:

  • Escalofríos
  • Ganglios linfáticos hinchados (linfadenopatía)
  • Dolor abdominal
  • Diarrea
  • Dolor de cabeza
  • Dolor articular
  • Aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia) y / o aumento del tamaño del bazo (esplenomegalia)
  • Lesiones de la piel
  • Úlceras aftosas

La mayoría de los ataques duran varios días y ocurren periódicamente durante toda la vida. La frecuencia de los episodios y su gravedad varían mucho de un caso a otro. El primer ataque muchas veces comienza durante la infancia. Los pacientes pueden no tener síntomas entre los ataques. Sin embargo, en algunos pacientes, los ataques pueden ser tan frecuentes que los síntomas persisten. Los ataques pueden ocurrir de forma espontánea o pueden ser desencadenados por vacunas, infecciones, o estrés emocional o físico. Los pacientes no tiene problemas de crecimiento ni problemas cognitivos, de forma general.

Las complicaciones de la enfermedad a veces observadas en los adultos incluyen amiloidosis, adherencias abdominales, y muy raramente contracturas articulares. También hay algunos pacientes que tienen una forma intermediaria de deficiencia de mavelonato quinasa entre el síndrome de hiperinmunoglobulinemia D y la aciduria mevalonica y que sufren de una enfermedad neurológica con o sin fiebre periódica.


Tratamiento

El tratamiento se hace básicamente con una medicación llamada anakinra, pero no todos los pacientes mejoran. Por lo general, cinco a siete inyecciones diarias son suficientes para prevenir una recaída temprana. Anakinra también se puede utilizar para prevenir los ataques inducidos por vacunas en casos en que los pacientes que necesitan inmunizaciones.

En 2015, un grupo de expertos de diferentes países propuso recomendaciones para el manejo de varias enfermedades inflamatorias incluyendo el síndrome de hiperinmunoglobulinemia D. Las recomendaciones para el tratamiento incluyen:[

  • Medicamentos anti-inflamatorios no hormonales pueden proporcionar alivio durante los episodios de inflamación
  • Corticoides pueden ser efectivos para aliviar los síntomas
  • Bloqueadores de Interleucina 1 (IL-1) como anakinra o canakinumab pueden ser efectivos para acabar con los ataques de la enfermedad o podrían usarse para limitar o prevenir los efectos de los corticoides o pueden usarse como tratamiento de manutención
  • Bloqueadores del factor de necrosis tumoral como etanercept (Enbrel), rituximab, o infliximab (Remicade) o bloqueadores IL-6 como tocilizumab se pueden usar de forma alternativa o en lugar de los bloqueadores de IL-1
  • En los casos muy severos se puede considerar hacer un trasplante de células madre hematopoyéticas

Si la terapia anti-IL-1 y anti TNF no proporciona una mejoría significativa, se puede usar el tocilizumab.

Fuentes