Santa Hermandad

Santa Hermandad
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Institución
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Fundación:1476
Disolución:1834

Santa Hermandad. Institución creada por los Reyes Católicos en 1476 para controlar la seguridad de los caminos en el Reino de Castilla.

Introducción

La Santa Hermandad fue una corporación compuesta por grupos de gente armada, pagados por los concejos municipales de la Corona de Castilla para perseguir a los criminales. Fue instituida por Isabel la Católica en las Cortes de Madrigal de 1476 (siglo XV), unificando las distintas Hermandades que habían existido desde el siglo XI en los reinos cristianos. Algunos estudios lo consideran el primer cuerpo policial de Europa sometido a cierta organización y administración gubernamental. Fue disuelta en el año 1834, en que por el Estamento de Próceres votado en Cortes fue decretada su extinción total, habiendo sido para entonces reemplazada por la Superintendencia General de Policía creada en 1824 como órgano director de la Policía General del Reino, con el precedente del Ministerio de Policía General establecido por José Bonaparte. En su conjunto, podrían ser consideradas como antecedentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado/

Creación

En 1473 Enrique IV de Castilla autorizó a petición de los procuradores en Cortes la formación de la Hermandad nueva general de los reinos de Castilla y León, para asegurar el cumplimiento de la ley y perseguir la delincuencia en poblados y caminos.4 Sin embargo, esta primera Santa Hermandad Nueva se disolvió rápidamente, a la vez que el conflicto sucesorio a la muerte de Enrique agravó la situación de inseguridad en el reino. Por ello Alonso de Quintanilla, Contador Mayor de Cuentas, y Juan de Ortega, sacristán del rey, promovieron la formación de una nueva Santa Hermandad, entrando en contacto con las ciudades castellanas para que enviasen sus representantes a Dueñas, donde en marzo de 1476 se celebró la reunión que elaboró el proyecto general, presentado poco después a los reyes Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en las Cortes de Madrigal.5 Sobre la base preexistente de las Hermandades que habían levantado algunas ciudades, el 19 de abril de 1476 los reyes aprobaron el Ordenamiento de Madrigal elaborado por su Consejo Real por el que se regulaba la creación de la Santa Hermandad para proteger el comercio, pacificar el difícil tránsito por los caminos y perseguir el bandolerismo. Además, como milicia desempeñaría un importante papel en la guerra de Granada pero tendría una vida corta, pues desde 1498 quedó reducida de nuevo a niveles locales, conforme a los deseos de las ciudades. Esta institución ha sido entendida como un instrumento que busca garantizar el orden público, así como el embrión de un ejército regular y especializado, sobre todo a partir de 1480. Su principal función consistía en juzgar y castigar los delitos cometidos a cielo abierto, fuera de los pueblos y ciudades. Se creó inicialmente por un período de tres años, se territorializó su jurisdicción (cinco leguas a la redonda de cada localidad con más de treinta vecinos, ocho provincias), se organizó su tropa (un jinete por cada cien vecinos y un soldado por cada ciento cincuenta, agrupados en cuadrillas), se estipularon sus ámbitos de actuación legal (robos, crímenes, incendios, juicios sumarísimos con aplicación inmediata de la pena) y se le dotó de una estructura económica (la financiación por sisas), política y administrativa (el conjunto de delegados de las ocho provincias, León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia, Ávila, Burgos y Segovia, componía el Consejo de la Hermandad). También se introdujo en la Corona de Aragón, con la idea de unificar instituciones entre Castilla y Aragón, aunque este intento fracasó. Estas ideas evolucionaron hacia las Guardias de Castilla.

Aspectos curiosos

  • Indudablemente estos grupos defensores de la justicia en el campo pueden compararse con las actuales actuaciones de la Guardia Civil y podemos decir que sus predecesores, así como a los actuales cuerpos de guardería rural en vigilancia de evitar los desmanes o controles de la normativa actual, si bien estos últimos no tienen poder sancionador, sino simplemente de información y vigilancia.
  • También es curioso que estos componentes de la Santa Hermandad antes de la fusión de los Reyes Católicos iban vestidos con unas camisas con mangas largas que sobresalían de los chalecos y las camisas eran de color verde que los distinguía y es muy probable que el color verde de la Guardia Civil provenga del color de estos cuadrilleros como en aquel entonces se les denominaba, para luego pasar en la época de la fusión de todas las Hermandades a unas camisas de color blanco con dos cruces: en el pecho y en la espalda de color rojo.
  • También es curioso la expresión que utilizamos muy frecuentemente que “A buenas horas mangas verdes”, que proviene de un dicho que era frecuente se comentara entre los habitantes de los pueblos, pues hubo un época en que la Santa Hermandad dejó de cumplir estrictamente sus deberes y de asistencia y control y siempre que se les llamaba llegaban tarde, por lo que esta expresión ha pasado a lo largo del tiempo como llegar siempre tarde a algún encuentro, cita y acuerdo.
  • Otra curiosidad es la apelación de “pringao”, que así se llamaban a los condenados a galeras que para distinguirlos de otros delincuentes se les pringaba el hombro con aceite y luego se les pasaba una soga ardiendo.
  • Como curiosidad importante podemos aportar que el actual solar que ocupa a Delegación de Hacienda de Ciudad siguió siendo hasta el año 1930 la cárcel de la Santa Hermandad.

Declive

Esta especie de policía rural fue muy eficaz en sus primeras épocas, infligiendo castigos muy severos y favoreciendo la autoridad central de la realeza al hacer que la nobleza perdiera gran parte de su inmenso poder e influencia. No obstante, algunos autores afirman que posteriormente cedió en disciplina y eficacia debido fundamentalmente a las siguientes causas: resultar escasa para Ejército permanente y sin embargo excesiva para cuerpo de seguridad; suponer una considerable carga para los pueblos que debían pagarla; y el emplear cada vez más frecuentemente al Ejército regular en misiones de orden público. Se dice, por ejemplo, que los mangas verdes no llegaban nunca a tiempo, que los crímenes quedaban impunes o que los propios aldeanos se las componían para dar solución a sus problemas, de modo que cuando aparecían, su labor era innecesaria. Por esta razón, se supone, el pueblo acuñó la expresión «¡A buenas horas, mangas verdes!» como símbolo de inoperancia, tardanza o inutilidad. La Santa Hermandad fue entrando en declive poco a poco, hasta que en 1834 fue votada una Ley en las Cortes por la que se ordenaba su desaparición total.

Fuentes