Singamosis
|
Singamosis: Es una nematodosis de los conductos traqueales y bronquiales de diversas aves, causada por Syngamus parásito cosmopolita se ha encontrado en gallinas, faisanes (Phasianus colchicus), es (Alectoris ruja), grajillas (Corvus monedula) y s (Pica pica). También parásita a la pintada, pavo, real, ganso, paloma y codorniz, aparte de diversas aves silvestres (tordos, estorninos, etc.) Vulgarmente es conocido como «gusano rojo», por su color, «gusano tenedor», por hallarse en cópula permanente macho y hembra, formando un conjunto que recuerda a este instrumento y a una «Y», y «gusano del bostezo», por los bloqueos que realizan las aves enfermas. Su extremo anterior está algo ensanchado, con una cápsula hemisférica de bordes gruesos, bordeada de una placa quitinosa con 6 festones dispuestos simétricamente. El orificio oral se abre en el fondo, rodeado de 8-9 dientes afilados. Los machos tienen espículas cortas y bolsa copuladora truncada oblicuamente y miden en tomo a 1/3 de las hembras, que alcanza de 15-30 mm de largo, por 0.3 mm de grosor, y cuya cola termina con un apéndice puntiagudo.
Sumario
Ciclo de vida
El ciclo vital se inicia con la eliminación de huevos en fase de mórula (8 blastómeros o más), Desde la tráquea ascienden hacia la faringe y son deglutidos, apareciendo en las heces. Seguidamente se desarrolla la L-I, que vive en el suelo y alcanza el estadio infectante (L-lIl) en una o dos semanas, pasando directamente al hospedador definitivo. No obstante, pueden ser ingeridas por lombrices de tierra (Eisenia y Allobophora spp), en las que perforan la pared intestinal, pasan a la cavidad general y finalmente a la musculatura, en la que se enquistan, conservando su infectividad durante más de 4 años. También pueden invadir caracoles (Lymnaea stagnalis, Cepaea hortensis, etc.), babosas y algunos insectos (Musca domestica, Blatella germanica) en los que, pese a no ser verdaderos hospedadores intermediarios, pueden sobrevivir las L-IlI más de 2 años. Especialmente las lombrices, actúan acumulando L-IlI, en las que pueden soportar el invierno, y son causa de infecciones masivas.
Modo de infección
Las aves se infectan al ingerir directamente L-IlI o lombrices, babosas o caracoles infectados. Desde el duodeno pasan rápidamente por vía portal al hígado (2 horas), corazón y pulmones (4 horas), pero algunas llegan directamente al aparato respiratorio, perforando el esofago desde el buche, o pasando por la cavidad peritoneal. Desde los capilares emigran hacia los bronquios y tráquea, donde alcanzan la madurez sexual y a partir de los 15-20 días aparecen los primeros huevos en las deyecciones.
Diagnóstico
El diagnóstico puede realizarse apreciando los vermes por exploración visual de las vías aéreas o en la necropsia, y por coprología (huevos). Como tratamiento se aconsejan febantel (60 ppm, en pienso/6 días, ó 15 mgjkgpv/2 dosis), fenbendazol (100 ppm en pienso/4 días), flubendazol (20-30 ppm en pienso/7 días). Con precaución, puede emplearse el levamisol (una dosis de 0.2-0.3 mg/kgpv, im.). Como profilaxis se recomienda mantener los parques secos, para dificultar el desarrollo larvario y restringir la presencia de lombrices de tierra y demás hospedadores intermediarios facultativos. Asimismo, criar separadas las diversas especies de aves, dada la distinta receptividad que manifiestan. La inmunoprofilaxis es prometedora (vacunas), pero poco practicable por razones económicas.
Síntomas
Los síntomas de boqueras son inconfundibles.
- El pájaro desempeña sus funciones con apatía y una actitud ausente.
- Sus plumas aparecen desordenadas.
- La respiración presenta rasgos parecido al asma (especialmente de noche).
- El pájaro duerme en horas diurnas pues por la noche su sueño es entrecortado.
- En los pequeños intervalos que descansa durante el día, echa la cabeza hacia delante, abre el pico y mueve el cuello intentando tragar algo alojado en la garganta (de estos movimientos tan característicos recibe el nombre esta enfermedad).
- Pela y parte el grano pero le es imposible tragarlo por tener la traquea obstruida.
Prevención y tratamiento
La prevención es muy fácil, todo lo que hay que hacer es comprobar que la arena o verduras no proceden de tierras contaminas o cercanas a algún corral (ojo con los palomos), además de procurar mantener alejados a los gorriones. También la limpieza de las jaulas es muy importante desinfectándola con acido sulfúrico al uno por ciento o con cloruro de cal. Como tratamiento se recomienda la aplicación de un Vermicida. Para tratamiento de urgencia se le puede inyectar el Vermicida en la traquea através de la piel del cuello, pero este tratamiento es peligroso y quien lo realiza si no está cualificado y puede ocasionar la muerte del pájaro. Si de todas formas se atreven a realizarlo o mejor que se puede hacer una vez realizada la inyección es soltar el pájaro, proporcionándole de este modo movilidad y fuerzas para combatir la tos que inevitablemente se suceden.