Sodoma y Gomorra (libro)

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Sodoma y Gomorra
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Libro que abre un nuevo período dentro de la magna obra proustiana. En este acto comienza una meditación profunda sobre la sexualidad y el deseo, alimentada por la atracción que el narrador siente por la bella Albertine.
Título originalSodoma y Gomorra (En busca del tiempo perdido 4)
Autor(a)(es)(as)Marcel Proust.
Editorial:Alianza
ColecciónEl libro de bolsillo
GéneroNovela (Narrativa moderna)
Edición1998, 2006
Primera edición1922
ISBN84-9793-747-3
PaísBandera de Francia Francia

Sodoma y Gomorra. Sodoma y Gomorra es el cuarto volumen de la serie que abren "Por el camino de Swann", "A la sombra de las muchachas en flor" y "El mundo de Guermantes" y completan, por este orden "La prisionera", "La fugitiva" y "El tiempo recobrado".

Sinopsis

Novela donde se centra en dos figuras clave: Palamèdes, barón de Charlus y hermano del príncipe de Guermantes y en Albertine Simonet, su amante con la que posee una relación llena de paradojas para él.

El título se debe a las relaciones que mantiene el barón de Charlus. Primero con Jupien, un chalequetero (capítulo uno) y con Morel, un soldado que también es un experto violinista (capítulos dos y tres). Albertina aparece como un personaje que sobrevuela la novela pero que va tomando carácter a partir de la mitad del libro. El narrador se obsesiona con la sexualidad de ella, intuye que las mujeres no le son ajenas.

Argumento

Sodoma y Gomorra, volumen cuarto de “En busca del tiempo perdido”, abre un período nuevo dentro de la magna obra proustiana. Mientras espera en el patio de la duquesa de Guermantes, observando la polinización de sus orquídeas, el narrador observa en secreto el encuentro sexual entre dos hombres, el barón de Charlus y Jupien, una escena representada según las leyes de un arte oculto.

Con esta escena comienza una meditación profunda sobre la sexualidad y el deseo, alimentada por la atracción que el narrador siente por la bella Albertine. Una representación de la sexualidad sobre la que Samuel Beckett escribió: «Las flores y plantas no poseen voluntad. Son descaradas, exponen sus genitales. Y así, en cierto sentido, son los hombres y mujeres de Proust… Descarados». «Enciclopedia del corazón y del lenguaje, En busca del tiempo perdido no es sólo el más grande tratado sobre las pasiones humanas escrito en el siglo XX; es también una novela que utiliza de manera genial la cuarta dimensión, el tiempo, para definir a los personajes.»

Al hilo de estas reflexiones que parecen abarcar todos los temas humanos y la fuerza explosiva con que se asume la crítica social, asistimos a cientos de descripciones y minuciosos recuerdos, confidencias, escenas de ambiente snob que, como afirmó Walter Benjamín, son el resultado de una síntesis inconstruible, en la que la sumersión del místico, el arte de prosista, el brío del satírico, el saber del erudito y la timidez del monómano componen una magnífica obra autobiográfica.

Dotado de un particular don de observación, Marcel Proust se entregó a una saga que fue el resultado de su interés por el realismo social y la explotación de la memoria y el tiempo, en el marco de cuatro grandes referentes: arte, sociedad bohemia y riqueza.

Sus contemporáneos dejaron testimonio de su inclinación por la palabra ajena, y esa escucha, ese voyeurismo lingüístico, le permitió establecer, a través del diálogo, las reflexiones, el acento y la entonación, el léxico y la sintaxis, la pertenencia a un rango y una categoría social.

Recluido en la habitación, la famosa habitación aislada del mundanal ruido por paredes cubiertas de corcho, inscribió en la letra, tanto su entorno, como el tejido de su memoria afectiva.

Como en toda saga, En busca del tiempo perdido está unida por ciertos hilos temáticos y por personajes que reaparecen, de manera que la reiteración contribuya a su organicidad y coherencia. Al concentrar rasgos particulares y acentuar marcadas características, Proust edificó su magno proyecto con un conjunto de historias y caracteres que asumen una función representativa de atmósferas y sucesos, sentimientos y motivaciones.

Gilberta y Albertina

Los Guermantes y los Verdurin, Swann y Odette de Crécy, Gilberta y Albertina, Francisca y Jupien, Saint- Loup y el barón de Charlus, Bergotte y el doctor Cottard, la familia del narrador y otros, regresan de las páginas de la primera, la segunda y la tercera apariciones en Combray, París y Balbec (Por el camino de Swann, A la sombra de las muchachas en flor y el mundo de Guermantes), para continuar el juego social y el juego psicológico en la cuarta de las siete novelas: Sodoma y Gomorra.

Esos personajes escenifican las acciones que ocurren a los ojos del narrador- voyeur, del narrador – mirón, que las observa con detenimiento. Al tiempo que le sirven para elaborar sus criterios, para admirar o enjuiciar, para distanciarse y criticar, para elaborar sus criterios.

Datos del autor

Marcel Proust

Nació el 10 de julio de 1871, en el barrio parisino de Auteuil, Francia y fallece el 18 de noviembre de 1922, en París. Escritor francés, autor de la serie de siete novelas “En busca del tiempo perdido”, una de las obras más destacadas e influyentes de la literatura del siglo XX que incluye cronológicamente las obras “Por el camino de Swann”, “A la sombra de las muchachas en flor”, “El mundo de Guermantes”, “Sodoma y Gomorra”, “La prisionera”, La fugitiva y el tiempo recobrado. Es considerado para muchos, el máximo genio de las letras desde William Shakespeare.

Ha sido reconocido en por la enorme influencia ejercida, con su forma de narrar, en la literatura del siglo XX. Su quehacer literario significó una verdadera revolución, expresada a través del monólogo interior y de la utilización inusual de memorias y recuerdos manejados por un ambiguo autor- narrador, introducido en las urdimbres de sus novelas.

Fuentes