Subinspección del Arma de Ingenieros

Dirección Subinspección del Arma de Ingenieros en la Isla de Cuba
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Toma de La Habana por los ingleses.jpg
Puerto habanero durante la colonia
Fundación:1773
Disolución:10 de diciembre de 1898
País:Bandera de Cuba Cuba
Sede:Departamentos:

La Habana (Occidente)
Santiago de Cuba (Oriente)

Otras comandancias:

Matanzas
Villa Clara
Trinidad
Puerto Príncipe

Dirección Subinspección del Arma de Ingenieros en la Isla de Cuba. Corporación de ingenieros militares que existió durante el período colonial, hasta la retirada de las tropas españolas al culminar la Guerra de Independencia de Cuba y ponerse en vigor los acuerdos del Tratado de París, el 10 de diciembre de 1898.

Sus inicios

El Cuerpo de Ingenieros tuvo en Cuba, en sus inicios, una organización irregular, pues hasta 1773 solo habían funcionado ingenieros comisionados que no pertenecían a institución alguna, como el italiano Juan Bautista Antonelli, quien había proyectado el Castillo de los Tres Reyes de El Morro y el Castillo de La Punta, así como la Zanja Real (para el suministro de aguas del río Almendares a La Habana a partir de 1592).

En 1674 el ingeniero habanero Juan de Ciscara inició las obras del recinto exterior de La Habana, que fueron continuadas en la zona de la bahía, a partir de 1716, por el primer ingeniero militar destinado al servicio de la ciudad, Bruno Caballero Elvira. Tras la muerte de este, resultó vacante por largo tiempo el puesto de ingeniero encargado, y los trabajos eran acometidos por jefes u oficiales enviados expresamente desde México, u otros puntos, para cumplir determinadas tareas.

Solo en 1761, cuando las contradicciones con Inglaterra dejaban vislumbrar una intervención armada, fueron destinados a La Habana los ingenieros franceses Baltasar y José Ricaud de Tirgale, con la encomienda de acometer la fortificación del Castillo de San Carlos de la Cabaña. Mas la ausencia de recursos para la ejecución de las obras, a lo cual se unieron el fallecimiento del primero de los hermanos y la enfermedad del segundo, facilitaron la caída de tan estratégica posición en manos inglesas, el 13 de agosto de 1762.

Tras la retirada de las tropas británicas, y a los efectos de encargarse de las fortificaciones de La Habana, a esa plaza se destinaron dos competentes ingenieros, el brigadier Silvestre Abarca y el coronel Agustín Crame, pero sin el auxilio de una oficialidad facultativa, por lo cual se veían precisados a elegirla mediante gestión propia entre los cuerpos militares, e incluso entre los vecinos. Tanto estos dos jefes de ingenieros como sus sucesores, Luis Huet y Cayetano Pabeto, tuvieron a su cargo -además de las obras militares de La Cabaña, de El Príncipe, Atarés y otras- la construcción de edificios civiles del Estado, a pesar de la escasa oficialidad y de la ausencia de personal de tropa.

Real Ordenanza de Ingenieros

Con la aprobación de la Real Ordenanza de Ingenieros, el 11 de julio de 1803, y la creación de un juzgado privativo como el del cuerpo de artillería, la Subinspección de Ingenieros de la Isla de Cuba adquirió mayor importancia. No obstante, su personal continuó reducido al de los subinspectores, hasta que fue completándose una plana mayor con los jefes y oficiales del arma que, procedentes de España, eran destinados a la Isla para encargarse de diferentes obras. En 1839, ya el personal estaba integrado por un mariscal de campo subinspector, dos tenientes coroneles, un coronel agregado y tres capitanes, lo cual obligaba con frecuencia a seleccionar, de entre los oficiales subalternos de los regimientos, a los más aptos para cumplir determinados encargos facultativos.

Composición

Como resultado de sucesivos aumentos de personal, en 1863 la plana mayor de la Subinspección de Ingenieros estaba compuesta por el general subinspector, tres coroneles, cinco tenientes coroneles, catorce comandantes y ocho capitanes. A estos se sumaba la comandancia del arma correspondiente al Departamento Occidental -con sede en La Habana- y formada por un coronel, un teniente coronel y otros oficiales; igualmente, la comandancia del Departamento Oriental, radicada en Santiago de Cuba e integrada por un coronel, un comandante y varios oficiales.

La comandancia de ingenieros estaba constituida en Matanzas por un comandante; en Villa Clara, por otro comandante; en Trinidad, por un teniente coronel y un comandante, y en Puerto Príncipe, por un capitán. Además, se empleaban otros jefes y oficiales del Cuerpo en la dirección de obras públicas, en ausencia de ingenieros civiles que pudieran hacerse cargo de ellas. En aquellos momentos, el arma contaba con un batallón de ingenieros, reorganizado por Real Orden de 15 de julio de 1855, que se completó con cuatro compañías (tres de zapadores y una de minadores) de 150 plazas cada una. Del Cuerpo dependía el personal subalterno empleado en las obras, que en 1863 estaba compuesto por un maestro mayor de 1a clase, dos maestros mayores de 2a clase, dos celadores de 1a clase, tres de 2a y cinco de 3a, catorce maestros de obras, dos escribientes y tres sobrestantes.

En 1895 el batallón se amplió a seis compañías, distribuidas en cuatro de zapadores-minadores, una de pontoneros y otra de telégrafos. Durante la Guerra de Independencia se organizó otro batallón de zapadores-minadores, integrado por seis compañías, destinado a la construcción de las trochas, y también se implementaron nuevas compañías de telegrafía óptica distribuidas por toda la Isla.

Uniforme

El uniforme era similar al utilizado en España, aunque con las modificaciones impuestas por el clima. El traje de diario y de campaña estaba conformado por pantalón de dril listado de azul, blusa con bocamangas de grana y sardinelas blancas, y sombrero de jipijapa.

Fuente

Artículo Subinspección del Arma de Ingenieros publicado en la Enciclopedia Encaribe.