Sustratos Naturales

Sustratos Naturales
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Concepto:Sustratos Naturales. Los sustratos Naturales.Son una materia sólida, diferente al suelo, que permiten el anclaje de la planta, siendo el lugar donde se desarrollan las raíces, de donde obtienen el agua y los nutrientes, para su crecimiento y desarrollo

Sustratos Naturales. Los sustratos activos activos sirven de soporte a la planta pero a su vez actúan como depósito de reserva los nutrientes aportados mediante la fertilización, almacenándolos o cediéndolos según las exigencias del vegetal.

Se obtienen por la derivación de .subproductos y residuos de diferentes actividades agrícolas, industriales y urbanas. La mayoría de los materiales de este grupo deben experimentar un proceso de compostaje, para su adecuación como sustratos (cascarillas de arroz, pajas de cereales, fibra de coco, orujo de uva, cortezas de árboles, aserrín y virutas de la madera, residuos sólidos urbanos, lodos de depuración de aguas residuales, etc.)

El sustrato ideal

Esta es una cuestión muy discutida. Para su análisis será utilizado en primer lugar el criterio de científicos que han trabajado sobre el tema y en segundo lugar el criterio de la práctica: la caracterización de sustratos en los que se han obtenido altos rendimientos bajo un manejo intensivo de cultivo pero con un manejo apropiado del mismo y de la nutrición vegetal.

El término sustrato, aplicado a la Horticultura, ha sido definido por Abad (1993) como todo material sólido distinto del suelo, natural o de síntesis, mineral u orgánico, que, colocado en un contenedor, en forma pura o en mezcla, permite el anclaje del sistema de raíces, desempeñando por tanto, un papel de soporte para la planta.

Se aplica además a esta definición el hecho de que el sustrato puede o no intervenir en el complejo proceso de la nutrición vegetal. A la pregunta de que si existe o no el sustrato ideal, Abad (1993), respondió que la respuesta obvia es no, pues el mejor medio de cultivo para cada caso concreto varía en dependencia de numerosos factores: tipo de material vegetal, especie de cultivo, condiciones climáticas, tecnología de cultivo, factores económicos y de mercado.

Para el caso particular de los sustratos en el cultivo organopónico se debe considerar que se trata de un sustrato compuesto aproximadamente por mitad materia orgánica y mitad suelo de la capa arable y en algunos otros materiales como la turba y la zeolita. En este caso la complejidad del análisis de un sustrato es obvia pues prácticamente no habrá dos mezclas idénticas ya que estarán en dependencia del origen de los materiales que se emplean en su elaboración.

Características del Sustrato Natural

El mejor medio de cultivo depende de numerosos factores como son el tipo de material vegetal con el que se trabaja (semillas, plantas, estacas, etc.), especie vegetal, condiciones climáticas, sistemas y programas de riego y fertilización, aspectos económicos, etc.

Para obtener buenos resultados durante la germinación, el enraizamiento y el crecimiento de las plantas, se requieren las siguientes características del medio de cultivo:

a) Propiedades físicas:

  1. Elevada capacidad de retención de agua fácilmente disponible.
  2. Suficiente suministro de aire.
  3. Distribución del tamaño de las partículas que mantenga las condiciones anteriores.
  4. Baja densidad aparente.
  5. Elevada porosidad.
  6. Estructura estable, que impida la contracción (o hinchazón del medio).

b) Otras propiedades.

  1. Libre de semillas de malas hierbas, nematodos y otros patógenos y sustancias fitotóxicas.
  2. Reproductividad y disponibilidad.
  3. Bajo coste.
  4. Fácil de mezclar.
  5. Fácil de desinfectar y estabilidad frente a la desinfección.
  6. Resistencia a cambios externos físicos, químicos y ambientales.

Preparación del sustrato

Todos los componentes del sustrato deben ser mezclados uniformemente, lo cual solo se consigue efectivamente cuando esta operación se hace antes del llenado del cantero, es decir antes de ser depositado en los contenedores.

La mezcla utilizada como sustrato deberá garantizar las mejores condiciones físicas y químicas, de forma que se mantenga la textura y estructura óptimas del material que garantice porosidad, capacidad de retención de humedad, drenaje, aireación, contenido de nutrientes asimilables, reacción (pH) y que se logren equilibrios ínter nutrientes capaces de expresarse en la admisibilidad y no antagonismo de los mismos.

Han sido comprobados experimentalmente los mejores resultados en los rendimientos cuando se realizan mezclas homogéneas de los componentes del sustrato que cuando se ubican en los contenedores por capas o estratos.

La mezcla de los componentes se hará en distintas proporciones atendiendo a las fuentes que van a ser utilizadas y a la calidad de las mismas.

Los sustratos deben contener abundante material de origen orgánico en una proporción no menor del 50 % en volumen. Su proporción respecto al suelo puede aumentar para el caso de que el suelo utilizado sea de no muy buena fertilidad. Si se dispone del material Zeolita natural, se utilizará junto a la materia orgánica y el suelo en proporción de 1: 1: 1, es decir cada uno en partes iguales.

El componente Materia orgánica, no debe proceder, según se explicaba en epígrafes anteriores de una sola fuente, debiéndose mezclar las fuentes de origen vegetal con las de origen animal lo mas uniformemente posible. Una mezcla homogénea conducirá a los mejores resultados, siendo a su vez un factor de gran importancia para el manejo futuro de los sustratos y aún mas si se pretende realizar un monitoreo de las propiedades físico - químicas especializado a fin de evaluar la fertilidad y tomar decisiones técnicas sobre las enmiendas a practicar.

Efectos de los Sustratos Naturales en los Suelos

La concepción del término fertilidad ha ido modificándose con el tiempo y en la actualidad más se acerca al concepto de productividad que a otra cosa. O sea,lo que ofrece potencialidad nutricional a un suelo no es sólo su contenido de nutrientes, sino todos aquellos factores tanto químicos como físicos y biológicos que influyen sobre la disponibilidad y accesibilidad de los nutrientes por la planta.

Con relativa frecuencia se olvida que el secreto para lograr la expresión concreta de toda la potencialidad de un suelo radica en contribuir a la acción articulada de cada uno de sus fracciones particulares. O sea, hay que conocer cada uno de esos componentes del suelo y sobre todo, la forma en que están interactuando con el resto para poder, mediante manejo, lograr su mejor expresión.

Los altos rendimientos en los cultivos son el resultado de múltiples factores que se inician con un buen diagnóstico de la fertilidad del suelo y de la calidad del agua de riego. Es importante utilizar un adecuado sistema de muestreo, un buen procedimiento de análisis y un razonable control de calidad analítica en el laboratorio.

El siguiente paso es llevar a cabo una buena interpretación de los resultados de los análisis y posteriormente generar una adecuada recomendación de la fertilización, a partir de una meta determinada de rendimiento. Los otros factores involucran un conveniente manejo de la labranza ya sea convencional o de conservación, una adecuada decisión en cuanto a genotipos y fechas de siembra a utilizar, un adecuado arreglo de las plantas en el terreno para captar la mayor cantidad de radiación, una correcta decisión de formas y épocas de fertilización, un adecuado manejo de la sanidad del cultivo, un buen abastecimiento de agua y una adecuada aireación del suelo (Castellanos, 1858)

La densidad real tiene un interés relativo. Su valor varía según la materia de que se trate y suele oscilar entre 2.5 – 3 para la mayoría de los de origen mineral. La densidad aparente indica indirectamente la porosidad del sustrato y su facilidad de transporte y manejo. Los valores de densidad aparente se prefieren bajos (0.7 - 01) y que garanticen una cierta consistencia de la estructura.

Tipos de Sustratos de origen natural

Sustratos naturales a.Agua. Es común su empleo como portador de nutrientes, aunque también se puede emplear como sustrato. b.Gravas. Suelen utilizarse las que poseen un diámetro entre 5 y 15 mm. Destacan las gravas de cuarzo, la piedra pómez y las que contienen menos de un 10% en carbonato cálcico.

Su densidad aparente es de 1.500 – 1.800 Kg./m3. Posee una buena estabilidad estructural, su capacidad de retención del agua es baja si bien su porosidad es elevada (más del 40% del volumen). Su uso como sustrato puede durar varios años. Algunos tipos de gravas, como las de piedra pómez o de arena de río, deben lavarse antes de utilizarse.

Existen algunas gravas sintéticas, como la reculita, obtenida por tratamiento térmico de pizarras.

Estabilidad de su estructura. Tiene una baja capacidad de retención de agua, el material es poco homogéneo y de difícil manejo.

Turbas: Las turbas son materiales de origen vegetal, de propiedades físicas y químicas variables en función de su origen. Se pueden clasificar en dos grupos: turbas rubias y negras.

Las turbas rubias tienen un mayor contenido en materia orgánica y están menos descompuestas, las turbas negras están más mineralizadas teniendo un menor contenido en materia orgánica. Es más frecuente el uso de turbas rubias en cultivos sin suelo, debido a que las negras tienen una aireación deficiente y unos contenidos elevados en sales solubles.

Las turbias rubias tiene un buen nivel de retención de agua y de aireación, pero muy variable en cuanto a su composición ya que depende de su origen. La inestabilidad de su estructura y su alta capacidad de intercambio catiónico interfiere en la nutrición vegetal, presentan un pH que oscila entre 3,5 y 8,5. Se emplea en la producción ornamental y de plántulas hortícola en semilleros.

f.Corteza de Pino. Se pueden emplear cortezas de diversas especies vegetales, aunque la más empleada es la de pino, que procede básicamente de la industria maderera.

Fuentes

  • Collings G.H. (1969): Fertilizantes comerciales. Sus fuentes y usos. Edición Cubana - Revolución. La Habana: Instituto Cubano del Libro|Instituto del Libro. Cuba.