Técnica de los diez deseos

Técnica de los diez deseos
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Concepto:Técnica que permite estudiar la regulación inductora, aporta información acerca de los valores y actitudes del sujeto.

Técnica de los diez deseos. Técnica elaborada por D. González Serra, reconocido psicólogo cubano, permite conocer las necesidades, motivaciones y aspiraciones fundamentales del sujeto, así como detectar aspectos que constituyen problemas o conflictos en la vida afectiva del examinado. Esta técnica se aplica, generalmente, a partir del 3er. grado; su objetivo general es explorar el desarrollo de la esfera motivacional del sujeto.

Aplicación

Pueden utilizarse dos consignas:

  1. “Escriba los diez deseos más importantes de su vida, del más importante al menos importante”.
  2. “Escriba los diez deseos más importantes de su vida, luego ordénelos según su importancia”.


Para aplicar la técnica es necesario brindar al sujeto la ayuda y los materiales para trabajar, así como observar al sujeto mientras trabaja y registrar:

  • Expresiones emocionales.
  • Reflexiones acerca de la tarea.
  • Conductas que reflejen contenidos presentes o ausentes de la regulación inductora.
  • Posición activa o pasiva en la ejecución de la tarea.
  • Esfuerzos volitivos para realizarla.
  • Manifestaciones temperamentales.
  • Concentración de la atención.
  • Todo lo que considere útil para procesar e interpretar los resultados y caracterizar la regulación inductora de la personalidad del examinado.

Procesamiento de los resultados

Se agrupan los deseos a partir de sus contenidos, de acuerdo con las clasificaciones siguientes:

  • Deseos relacionados con el juego.
  • Deseos relacionados con la actividad de estudio.
  • Deseos relacionados con la selección de la profesión.
  • Esfera familiar.
  • Relaciones afectivas.
  • Valores sociales.
  • Necesidades biológicas.
  • Vinculados a la posesión de animales.
  • Vinculados a la posesión de objetos materiales.
  • Recreación.
  • Actividades deportivas.
  • Relacionados con lo estético y lo físico.
  • Relacionados con la independencia.
  • Relacionados con la salud.
  • Relacionados con los alimentos.
  • Relacionados con las cualidades morales. Realización personal.

Atendiendo a las respuestas del sujeto, el examinador podrá definir alguna otra categoría clasificatoria, si es necesario.

Se analizan los deseos de acuerdo con los indicadores siguientes, para ubicarlos en la tabla que a continuación se presenta, viabilizando de esta forma la interpretación de los resultados.

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A partir del análisis anterior es posible calcular el porcentaje de las agrupaciones que determinan las principales tendencias orientadoras, que se revelan en aquellos contenidos hacia los cuales el sujeto dirige fundamentalmente su actividad y la satisfacción de sus necesidades. También se puede determinar la jerarquía motivacional, es decir, si existe un motivo rector y el resto están subordinados, así como la relación que se da entre ellos.

Se evidencian los contenidos en la motivación del sujeto (su estrechez o amplitud, así como el área en que se concentran: familiar, personal, material, realización personal, profesional y otras), el predominio en sus proyecciones (inmediata o futurista), en su nivel de implicación personal (revelado en la utilización o no de pronombres posesivos como mío/a y mi), en el matiz afectivo (que revela posiciones optimistas o pesimistas del sujeto en cuanto a la consecución de sus metas personales).

Interpretación de los resultados

Luego de completada la tabla y sobre la base de ella es necesaria la valoración cualitativa acerca de las principales tendencias orientadoras del sujeto y pobreza o riqueza de la jerarquía motivacional, teniendo en cuenta los indicadores siguientes:
1. Frecuencia de aparición y amplitud de los deseos.
Permite conocer si los deseos se relacionan entre sí o no. Esto muestra si realmente el sujeto se orienta hacia su deseo principal y los demás se ponen en función del mismo, o si por el contrario, la diversidad de deseos es muy amplia. Lo primero debe caracterizar al joven y al adulto, y lo segundo al adolescente.
2. Polaridad afectiva
. Positiva: si expresa agrado.
Negativa: si expresa desagrado.
Contradictoria: si expresa agrado o desagrado al mismo tiempo. Ejemplo: “El estudio a veces me agrada, otras no”.
Indefinida: impreciso. Ejemplo: “El estudio puede ser importante”.
3. Nivel de implicación personal.
Se determina por el nivel de compromiso individual del sujeto con la respuesta dada al utilizar palabras, como por ejemplo, mi, yo, mío, tengo, soy, etcétera. Si utiliza expresiones impersonales, puede considerarse que lo expresado no forma parte del contenido de su personalidad.
4. Omisiones.
Indica estrechez motivacional.

Para complementar la valoración de los resultados se puede estructurar una entrevista para explorar:

  • Expresiones del sujeto acerca del primer deseo.
  • Reflexiones acerca de lo que hace para alcanzar sus deseos.
  • Vivencias al no lograr sus deseos o al lograrlos.

Variantes de la técnica

Se puede utilizar como variante la solicitud de tres, cinco o siete deseos, de acuerdo con la edad de los sujetos. Para los primeros grados se emplean también otras dos variantes:

  • La varita mágica: Se le dice al niño que si él tuviera una varita mágica, ¿qué cosas le gustaría cambiar?
  • Las 3 R (roñas): Se le pide al niño que diga las tres cosas que más le gustan, las tres cosas que más miedo le dan y las tres cosas que más le molestan o le dan roña.

El examinador toma nota de las respuestas que da el niño oralmente.

Fuente

  • Martínez Angulo, Marta Rosa y otros (2013). Manual de técnicas de exploración psicológica. La Habana. Editorial Pueblo y Educación.